Asesinos Seriales: nacen y se hacen

Mariana González Aguirre

Yolanda Medina Haro

Comunicación Oral y Escrita

24 de noviembre de 2017.

Ensayo final: Los asesinos seriales nacen y se hacen al mismo tiempo

El concepto de asesino serial existe y es entendido por muchos: es aquel que mata por lo menos a tres personas, en escenarios distintos y con un intervalo entre cada uno de ellos; algunos toman en cuenta el lapso que tardan en hacerlo con un total de 30 días en adelante, mas este no es del todo un factor determinante. Ellos están motivados por una gratificación psicológica al momento de matar y la mayoría de las veces la forma en que cometen los crímenes es similar, siguen un patrón como lo podría ser la selección de sus víctimas, la firma que dejan o la manera de matar. Sin embargo, encontrar el porqué de sus acciones, poder detectar a una persona con tendencias a ser uno de ellos o tratar de entender si estos son victimarios o víctimas de su pasado, ya sea por la genealogía o por el ambiente en el que se desarrollan, es más complejo de lo que uno podría creer.

A lo largo de la historia se ha tratado de concienciar y de definir un factor específico que determine si una persona tiene tendencias para ser un asesino serial o no. Entre las primeras investigaciones hay una en especial, por el Doctor en psiquiatría y ahora considerado padre de la criminología, Cesare Lombroso que, en 1870, llegó a la conclusión de que el hombre delincuente es un ser no evolucionado y con una morfología física especial que lo diferenciaba del resto de la sociedad. Lamentablemente, detectar a un asesino no resulta tan fácil como decir si tiene la cara más alargada que el resto de la población por lo que su teoría e investigación científica pronto fue descartada.

En el último siglo se realizó una investigación en el Instituto Karolinska de Estocolmo (Suecia) significando un gran avance para la criminología. Los científicos de este Instituto, tras analizar a 800 reclusos de Finlandia, hallaron que aquellos que habían sido ya detenidos más de una vez poseían una variante en un gen con enzimas MAOA^[1], o sea, dicha enzima era causante de aumentar el comportamiento violento; sin embargo, aplicando este conocimiento a la población mundial se sacó el cálculo de que solo un 10% de los que padecen esta variante están involucrados en asesinatos o crímenes. (Mosley, 2015).

Es aquí donde remarco que, no depende de un solo factor el que se conviertan o no en asesinos como se ha dicho a lo largo de los años; no porque nazcan así va a significar a que están predestinados a matar, siempre habrá otro u otros factores que hagan detonar dicha falta de control de los sentimientos por culpa de la variante del gen.

Como ejemplo tenemos al neurocientífico James Fallon que, al darse cuenta de que en su árbol genealógico existía una numerosa cantidad de asesinos, decidió someterse a un análisis y así logró encontrar que él, al igual que su familia, era poseedor de la variante del gen con enzimas MAOA. Como se sabe “no todos los psicópatas son asesinos seriales, ni todos los asesinos seriales son psicópatas”, echando mano de lo anterior, podemos deducir que no todos los que tienen la variante en el gen van ser asesinos y no todos los asesinos van a contar con esta variante.

Entonces, si no se trata de un simple fallo en el gen ¿qué más puede provocar un comportamiento violento que pueda llevar a convertir a una persona en asesino? Tratando de buscar respuesta a esta pregunta se investigaron aquellas teorías que se enfocan en el ambiente para definir si alguien será o no un asesino. La Doctora en neurociencia clínica Michelle Ward, aparte de hablar del factor anterior de predisposición genética, agrega otras dos razones por las que se crea este exceso de violencia en el humano. Como ya se explicó, el segundo elemento es el ambiente en el que se desarrolla el sujeto. Si éste es violento, vacío, con adicciones o con estímulos de querer satisfacer una necesidad psicológica como matar a un animal simplemente porque le gusta sentir esa adrenalina, se puede detonar en el individuo que tiene la variante del gen un comportamiento agresivo. Creo igual, que no es algo definitivo, que no porque hayan crecido en dicho ambiente, esto va a definir si se convertirán en asesinos o no, por lo que, para fortalecer aún más mi hipótesis, agrego otro factor que puede llegar a influir en algunos casos.

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