Asesinos Seriales

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Asesinos seriales mexicanos más famosos

Escrito por Redacción CyP

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El término asesino serial fue introducido en la década de los setenta por Robert Ressler, quien trabajaba en el FBI y se encargaba de hacer perfiles psicológicos de criminales. Fue hasta ese entonces que se logró diferenciar entre los que mataban con un móvil determinado y a quienes lo hacían sin un motivo aparente. 

Sin embargo, el asesino serial se conoce desde mucho antes de que se le diera una denominación. En México, el primer caso, según registros periodísticos, fue el de Francisco Guerrero, “El Chalequero”, a finales de siglo XIX.

"El Chalequero"

Es el primer asesino serial del que se tiene registro en México. Fue acusado de matar a más de 20 sexoservidoras de 1880 a 1888, además de haber asesinado a una anciana en 1908.

De acuerdo a los registros de la época, el modus operandi de Francisco Guerrero consistía en abordar a sus futuras víctimas con el pretexto de hacer uso de sus servicios, y así sucedía, pero posteriormente las estrangulaba, decapitaba y arrojaba sus cuerpos al Río Consulado.

Al lograrse su arresto fue sentenciado a pena de muerte, pero el presidente Porfirio Díaz revocó la sentencia y le dio 20 años de reclusión en la prisión de San Juan de Ulúa, al argumentar que las víctimas eran "simplemente sexo servidoras".


A pesar de la decisión presidencial, después de unos meses volvería a pisar la cárcel, en donde murió en 1910.

La “Mata viejitas”

Los relatos policiacos de la ciudad de México son muy ricos y misteriosos, tal y como lo evidencia la exposición realizada en el Museo del Policía del Centro Histórico, la cual muestra rostros de algunos de los asesinos seriales más peligrosos de todos los tiempos, incluidos los que hicieron temblar a la ciudadanía y a autoridades capitalinas.

Una de las historias más recientes es la de Juana Barraza Samperio, "La Mataviejitas", cuyo caso llegó a conmocionar a miles de familias de la ciudad, quienes temían dejar solos a los adultos mayores, ya que por varios años se convirtieron en víctimas de esta atroz cuidadora, sentenciada a pasar 759 años tras las rejas, aunque por ley purgará una condena no mayor a 50 y una multa de 100 mil pesos.

"La Dama del Silencio", como era conocida en el mundo de las luchas, fue arrestada el 25 de enero de 2006 y acusada de haber cometido 16 crímenes, 13 robos agravados (por tratarse de víctimas mayores de 60 años de edad), más una decena de daños morales y perjuicios, entre otros.

Raúl Osiel Marroquín, “El Sádico”

Fue sentenciado junto a su cómplice a 288 años de prisión por cometer seis secuestros y asesinar a cuatro de sus rehenes. Todos homosexuales:
"No me arrepiento de lo que hice..., de tener la oportunidad lo volvería a hacer, sólo que sería más cuidadoso para no ser atrapado y no cometería los mismos errores que llevaron a mi captura..., de lo único que me arrepiento, es por lo que está pasando mi familia ahora...", declaró cuando fue arrestado el 23 de enero de 2006.

El modus operandi de "El Sádico" siempre fue el mismo, primero ahorcaba a sus víctimas, después las descuartizaba y colocaba los cuerpos en maletas para posteriormente abandonarlas en las inmediaciones del Metro Chabacano y la colonia Asturias.

Sus víctimas fueron Jonathan Razo Ayala, Ricardo López Hernández, Armando Rivas Pérez y Víctor Ángel Iván Gutiérrez Balderas. Los sobrevivientes fueron Juan Carlos Alfaro Alba y José Ricardo Galindo Valdés.

"El Pelón"

Higinio Sobera de la Flor 

“El Pelón” Sobera sufría de esquizofrenia y era hijo de un adinerado hacendado de Tabasco. Su primer homicidio lo cometió en la colonia Roma: Un coche en el que viajaba un pariente de la Miss México 1953 (Ana Bertha Lepe), se le emparejó y le tocó el claxon, eso fue suficiente para que Sobera descargara toda su furia y matara al chofer.

Al saber que lo buscaba la policía, su madre decide que lo mejor para su hijo es permanecer escondido en un hotel de Reforma. Pero en ese tiempo, Sobera lo aprovecha para salir por las noches en busca de sexo. 

En una de esas noches de pasión, se encuentra a una joven que se niega a tener relaciones con él; Sobera decide matarla y llevarla a su habitación de hotel; comete necrofilia. Ese fue su último crimen porque fue aprehendido y llevado a Lecumberri.

A pesar de que sólo se le atribuyen dos delitos, diversas investigaciones aseguran que Sobera pudo haber llegado a matar más personas antes de que fuera llevado a la prisión de Lecumberri.
Después de haber permanecido treinta años tras las rejas, "El Pelón" recobró su libertad en 1982, sin embargo, tres años más tarde fallecería de causas naturales.

"Jack Mexicano"


El último asesino del recuento es Macario Alcalá Canchola, mejor conocido como "El Jack Mexicano", ya que todos sus crímenes guardaban cierta similitud con los realizados por "Jack el Destripador".

Su operación se dio a lo largo de la década de los 60, habiéndosele comprobado el asesinato de dos sexoservidoras; sin embargo, se cree que pudieron haber sido más. Las autoridades localizaron dos cuerpos de mujeres, uno pertenecía a Julia González Trejo y el otro, no se logró identificar a la víctima.

De acuerdo a los reportes policiacos, el día que se encontró el cuerpo de Julia, sobre la cama de un hotel de la colonia Guerrero, se supo que el asesino tenía un propósito y era el de retar al jefe de la Policía, ya que en el espejo de la habitación escribió con lápiz labial la frase "Jack, reto a Cueto", apellido de comandante:

"Es un exhibicionista acomplejado... El hecho de que hubiera escrito un mensaje en la luna de un espejo demuestra que quiere ser tomado en cuenta y que su delito trascienda... actuó con serenidad, lo cual quedó comprobado con el hecho de haberse llevado la ropa de Julia y también procuró no dejar huella digitales", se puede leer en el perfil de asesino que elaboró el Instituto de Investigación

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