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Biopsicologia


Enviado por   •  29 de Agosto de 2013  •  1.522 Palabras (7 Páginas)  •  423 Visitas

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RESUMEN DE LA PELICULA.

Mentiras que matan, o sobre la opacidad del poder

Un docu-drama en el primer caso, una ficción histórica en el segundo; el tercer ejemplo que hemos escogido implica un cambio de género: estamos ahora en el ámbito del grotesco, elección genérica necesaria, imprescindible tal vez, para el enfoque de Mentiras que matan [8] (Barry Levinson, 1997).

El presidente de Estados Unidos ha cometido un desliz. Faltando once días para el comicio en el que las encuestas lo dan como ganador para un nuevo período, una “niña luciérnaga” lo denuncia por abuso sexual en el Despacho Oval. Conrad Brean (Robert De Niro) es convocado para solucionar el problema: él es el “reparador”. Winifred Ames (Anne Heche), una joven asesora de la Casa Blanca, será su interlocutora y auxiliar en la tarea, y recibe su primera lección instantes después de conocer a Brean. Enterado este último de la situación, Ames le pregunta “¿No le importa si es verdad?”, a lo que Brean responde “¿Qué importa si es verdad?”. No se tratará entonces de desentrañar la verdad, sino de “operar” en la superficie discursiva de lo verosímil, en la misma tradición en la que se inscribieran nombres como el del general J.V. Charteris [9].

El escándalo en ciernes es de una magnitud tal que sólo puede opacarse con una acción de gran escala, movilizadora de las emociones más profundas. Brean, conocedor de estas lides, sabe que el único tema con el que tiene alguna oportunidad de éxito en desviar la atención es una guerra. Aunque, en realidad, como le explica a su discípula: “Una guerra no, sólo la apariencia de una guerra”. Convocará para ello a Stanley Motss (Dustin Hoffman), un experimentado productor de films de Hollywood. Juntos darán forma a un inexistente conflicto bélico con un país escogido por el desconocimiento que reina sobre él (Albania) y a las sucesivas etapas del mismo: los rumores sobre la existencia de terroristas con poder nuclear y la inminencia del conflicto, la filmación apócrifa de una joven víctima de los terroristas, la movilización de un cuerpo de élite, el rescate del héroe que ha quedado tras las líneas enemigas, etc. Finalmente, el objetivo es alcanzado, aunque no sin marchas y contramarchas, ya que el campo donde se desarrolla la actuación es un campo en donde otros actores (el candidato opositor, los organismos gubernamentales, la CIA) también intervienen: el abuso sexual de la niña es opacado y el presidente termina siendo reelegido de una manera contundente.

Sin la profundidad de los otros dos films que analizamos, o al menos sin su seriedad, el tono de Mentiras que matan es el de una comedia negra, en donde las aventuras de sus personajes resultan inverosímiles, aunque dejan en el espectador la sospecha acerca de si –con protagonistas menos simpáticos y situaciones tal vez no tan rebuscadas- no se estará contemplando una imagen de la verdadera trastienda del poder.

Pero ¿dónde están en esta película los periodistas, que de ellos trata este ensayo? El cambio de perspectiva respecto a la relación entre periodismo y verdad implica un cambio de enfoque: los protagonistas (Brean, Motts, Ames) no son personajes visibles, sino actores en las sombras. Los periodistas no son aquí los protagonistas, pero son un complemento imprescindible. Veamos sólo un ejemplo de ello. Apenas iniciada la “crisis”, Brean dispone una serie de indicios: envía a un general de la Fuerza Aérea a la ciudad sede de Boeing, reúne un comité interministerial de asuntos albanos, moviliza un cuerpo del ejército, y esparce rumores sobre cada uno de estos aspectos. Al día siguiente, al momento en que tiene lugar la conferencia de prensa que ofrece un funcionario de la Casa Blanca y que supuestamente se centrará en el escándalo por abuso sexual, los periodistas ya han oído los rumores e incluso han podido verificarlos. La conferencia de prensa tiene un giro inesperado, y los periodistas realizan una serie de preguntas: “¿Qué tienen de cierto los rumores acerca de la situación en Albania, ya que el Departamento de Estado ha establecido una Fuerza especial sobre este país?”, “¿El viaje del general Scott a Seattle se debe al Bombardero B-3?”, “¿En Albania tenemos un levantamiento musulmán antinorteamericano?”. Las negativas del funcionario sólo hacen crecer las especulaciones, que es justamente el objetivo del “reparador”. Mientras mira la conferencia de prensa por televisión, Brean comenta ante las preguntas de los periodistas: “Ya están entendiendo. Así se hace. He ahí un poco de ayuda”. No se trata simplemente de que los periodistas hayan sido sobornados para desviar el foco de atención, sino que el conocimiento de la lógica del proceso de

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