CASO D.E.A.

CASO D.E.A.

D. acude a consulta después de haber estado hospitalizada durante dos días, ya que había presentado un desmayo. En este lugar en los estudios de laboratorio y de gabinete solamente se encontró una baja de glóbulos rojos asociados a principios de anemia. Ella tiene 32 años de edad, tiene 2 meses de separada de su pareja, quien le había sido infiel. Llevaban 10 años de matrimonio, y procrearon un hijo que actualmente tiene 13 años. Tuvo varios abortos no deseados, ya que durante mucho tiempo se había obsesionado con tener un segundo hijo.

Desde hace 10 meses ella había disminuido su actividad sexual, recurriendo a diversos argumentos como malestares físicos frecuentes así como cansancio.

Por las noches le costaba trabajo el conciliar el sueño, y cuando lograba dormir, despertaba a las 3 o 4 de la mañana sin lograr retomar el sueño. Esto ocurría de dos a tres veces por semana. Por las mañanas le costaba mucho trabajo despertar para preparar a su hijo para ir a la escuela. Sin embargo, muchas de las ocasiones se quedaba durante la mañana dormida, ya que menciona que se sentía cansada.

Tenía cerca de 5 meses en que la comida no le agradaba, disminuyendo su consumo y su peso. Sin embargo, los últimos 2 meses empezó a sentir que comía por nervios y el aumento de peso era muy notorio, por lo que solamente se vestía con ropa deportiva, ya que su ropa favorita ya no le quedaba. Acudió a una clínica de reducción de peso, pero no le funcionaban los tratamientos, incluso en ocasiones sentía que las pastillas le hacían sentir mucho más enojona de lo habitual.

Anteriormente le gustaba salir a cualquier evento social al que le invitaban. Sin embargo, ahora no tolera la música. En una ocasión se puso a buscar mucha información acerca de la tanatología, y a mucha gente le preguntaba acerca de lo que opinaban acerca de la muerte de las personas y en una carta hacía referencia a su interés de cuantas personas sentirían dolor si ella llegara a morir. En una ocasión tuvo que ser internada en un hospital de urgencia por haber ingerido un medicamento aparentemente de manera accidental de manera excesiva. Sin embargo, ella negaba muy enojada cuando se le cuestionaba acerca de si esto había sido un intento suicida.

Empezaba a manifestar mucho cansancio y debilidad. Luego empezaba a tener aparentes olvidos, como por ejemplo, las llaves de la casa, pérdidas de dinero y tenía mucho miedo de estar teniendo principios de demencia. Decide acudir a consulta después de mucha insistencia de la familia y menciona su preocupación de tener demencia además de su tendencia a comer en exceso por nervios.

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