COMUNICACIÓN ENTRE PADRES E HIJOS ADOLESCENTES
Enviado por natalia79 • 16 de Septiembre de 2013 • 771 Palabras (4 Páginas) • 584 Visitas
La comunicación con el adolescente
a) ¿ Qué características particulares tiene?
La adolescencia es un período de múltiples cambios que son vividos con muchos sentimientos,
a veces contradictorios. Toda la inseguridad y miedo que tiene el adolescente se ve reflejada
en la manera de relacionarse y de comunicarse con los demás. En este aspecto podemos tener
en cuenta lo siguiente:
• Los adolescentes son especialmente sensibles a las críticas y desconsideraciones de los
demás.
• Los adolescentes, sobre todo durante la primera y la segunda etapa, son muy impulsivos,
circunstancia que puede ocasionar dificultades en la comunicación.
• Los adolescentes a veces discuten más para convencerse a sí mismos que para convencer
al interlocutor.
• Los adolescentes desean afirmar su autonomía de pensamiento y de acción y, por ello,
sostienen con sus padres la opinión contraria, para mostrar que son diferentes.
• Los adolescentes son muy sensibles a la sinceridad en la relación y en el diálogo.
b) ¿Cuáles son los errores más frecuentes?
• No escuchar: Para evitarlo, es importante encontrar momentos de calma y de tranquilidad
que faciliten el diálogo. En la vida actual, con sus múltiples obligaciones y prisas, es difícil
encontrar tiempo y tranquilidad para escuchar adecuadamente.
• Hay que prestar atención para entender lo que el adolescente quiere decirnos detrás de
sus palabras. Frecuentemente no se interpreta bien lo que el adolescente quiere decir.
• No escuchar positivamente. En el período de la adolescencia es frecuente que los padres
tengan actitudes negativas hacia lo que les dicen sus hijos. Por miedo rechazan ideas
nuevas o sólo ven lo malo de lo que les cuentan. Una actitud positiva y optimista facilita
mucho el diálogo. Si, ante cualquier comentario de tu hijo, sólo ves lo negativo, acabará no
teniendo ganas de hablar contigo.
• Menospreciar las ideas de los adolescentes. Es frecuente considerar a un adolescente
como adulto para unas cosas y como niño para otras. Aunque en realidad sea así, hay que
tener en cuenta que el adolescente es fundamentalmente una persona diferente, con ideas
propias, que pueden parecernos infantiles y exageradas. Hasta que descubra lo que
realmente quiere, necesita variar de pensamientos y equivocarse. Incluso a veces sus ideas
nos parecen locuras, pero simplemente son diferentes. Es necesario respetar sus ideas
aunque no se esté de acuerdo con ellas y transmitirle nuestra opinión con respeto, sin
hacerle sentirse inferior.
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