Comentario Jim Brown
Enviado por sleepie • 7 de Abril de 2016 • Resumen • 1.735 Palabras (7 Páginas) • 271 Visitas
COMENTARIO 2: EL PODER DE LA EXPLORACIÓN EMPÁTICA
Un análisis del caso de Jim Brown desde la perspectiva de los procesos experienciales y la Gestalt
Estas dos sesiones, nos proporcionan un ejemplo muy convincente del poder que la empatía y la preocupación por el cliente puede tener en la psicoterapia. Los supuestos formales de la teoría de Rogers nos sugieren que el papel principal del terapeuta es acceder al marco de referencia del cliente y proporcionar un clima de empatía y de respeto incondicional y positivo, así como de congruencia. Proporciona claramente estas condiciones y demuestra su fe en la capacidad de crecimiento del organismo de Jim.
Estoy de acuerdo con Rogers y con la teoría centrada en el cliente en la naturaleza y en la importancia de las condiciones generales de la relación cliente-terapeuta en la terapia, y pienso que la conducta de Rogers tiene una intención clara en lo que se refiere a proveer dichas condiciones. No estoy de acuerdo con Rogers y con la teoría centrada en el cliente en cuanto a la naturaleza innata de la tendencia de renovación del individuo y a que es concretamente lo que libera la capacidad de crecimiento en la terapia.
El aspecto más sorprendente de las sesiones de Rogers con Jim es un auténtico encuentro entre dos seres humanos, intentando contactar el uno con el otro con la intención de ayudar. El poder de las condiciones básicas de la relación centrada en el cliente puede observarse en estas dos sesiones claramente. El aprecio de un ser humano hacia otro y la experiencia de aceptación y preocupación no manipulativa por el dolor interno del otro sin ninguna intención de cambiarlo, tienen un enorme efecto curativo. La empatía y el aprecio de Rogers le ayudan a Jim a reestablecer la vulnerable organización interna de sí mismo permitiéndole emerger por debajo de su coraza protectora y facilitándole la participación en un contacto regenerativo con el entorno humano.
Rogers desarrollo un método que aplicaba los principios de empatía, aprecio y congruencia a todos los aspectos del proceso terapéutico, mientras que el aplicar estos principios puede ser el enfoque más indicado solo en determinados momentos de la terapia. El propio Rogers actuaba de diferentes maneras en diferentes momentos y sus acciones, especialmente en momentos clave de la terapia, no siempre estaban dirigidas a mostrar simplemente compresión y aceptación hacia el cliente, por muy importante que estas condiciones sean.
Rogers es extremadamente selectivo en cuanto a los sentimientos a los que presta atención; de hecho, en algunos momentos de estas dos sesiones presta atención a sentimientos profundos y no expresados por el cliente. Rogers es directivo en el proceso, ejerciendo una presión afectuosa y constante sobre Jim, para hacerle atender su experiencia interna, centrándose en sentimientos concretos en momentos concretos, aquellos que parecen venirle de dentro.
Fundamentalmente Rogers capta la dualidad de la experiencia del cliente, una brecha entre la experiencia organísmica y el autoconcepto o entre el yo real y el yo falso. La labor del terapeuta, en esta situación, es centrarse en sacar a la superficie la emoción primaria o reconocerla, tal y como hace Rogers aquí, y no dar énfasis a las respuestas relacionadas con la emoción secundaria. Así Rogers no refleja el desafío secundario de Jim, sino que centra su atención y la dirige hacia la emoción primaria de Jim. A lo largo de la sesión, Rogers continúa explorando empáticamente el mundo interno de su cliente, confrontándole constantemente con sus sentimientos más profundos.
Otra característica muy destacada de estas sesiones son los largos silencios y la paciencia y habilidad de Rogers para aceptarlos. La capacidad de Rogers de estar sentado con el cliente y permanecer atento es una clara demostración del aprecio y la sensibilidad hacia el mundo interno del cliente. Por otro lado, el modo en que Rogers responde a los silencios con conjeturas empáticas acerca de lo que el cliente pudiera estar sintiendo en ese momento, muestra también claramente un aspecto importante de la técnica utilizada por Rogers.
Roger hace mucho más que asegurar una relación de aceptación mutua. Rogers se esfuerza en inducir al cliente a seguir buscando en sus experiencias, más que en reformular simplemente lo que el cliente ha dicho. Por tanto, la terapia tiene una tendencia en una dirección concreta, un esfuerzo por simbolizar y experimentar los sentimientos primarios y las ideas idiosincráticas no expresadas por Jim.
Un aspecto importante es que la terapia conlleva una forma de directivismo del proceso que conduce permanentemente al cliente hacia su mundo interior, hacia aquello que siente con mayor intensidad y hacia un explicar lo que subyace a esto. Rogers explica el sentimiento y su significado sin invalidar o contradecir lo que el cliente dice explícitamente. El foco selectivo introducido por Rogers no parte de una posición dominante y distante de experto, sino que es un esfuerzo por comprender lo que el cliente siente.
Otro aspecto importante para comprender el carácter selectivo y directivo del proceso que lleva a cabo Roger está relacionado no con su objetivo, sino con su uso del tiempo. Esto confirma el punto que mis compañeros y yo ya destacamos en otra ocasión de que la psicoterapia no es un proceso uniforme y único, sino enormente complejo y diferenciado, para cuya comprensión más exacta es aconsejable una división en distintas unidades o sucesos. Podemos decir que aunque el establecer las condiciones adecuadas para la relación es esencial, el proceso que Rogers lleva a cabo momento a momento no tiene un carácter uniforme. Rogers parece tener objetivos sutilmente distintos, dependiendo de lo que él considera más favorable en un momento dado.
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