Compromiso Ciudadano

ESTIMULAR EL COMPROMISO CIUDADANO

Es necesario que desde la sociedad civil nos preocupemos de tejer redes de apoyo en las comunidades. Los tiempos actuales obligan a reflexionar sobre nuevas formas de corresponsabilidad cívica; las administraciones, las empresas, las entidades sociales y la ciudadanía deben trabajar conjuntamente para hacer frente a los retos económicos y sociales de estos momentos. Esta colaboración de agentes permite obtener una visión plural y comprender todos los ángulos de un mismo tema, además de permitir a las personas sentirse parte del esfuerzo por el bien común.

Las fundaciones cívicas son un mecanismo ágil, profesional y activo que permite la interacción entre gobiernos, empresas y sociedad. Son entidades arraigadas en el territorio, aglutinadoras de la ciudadanía de un barrio, una ciudad, una comarca, una Comunidad Autónoma, que trabajan bajo la premisa de mejorar la calidad de vida de su entorno social más cercano.

Cada vez más, las personas se implican en su comunidad a través de estas organizaciones tan cercanas a la ciudadanía. Así lo demuestra la experiencia de las 1.700 fundaciones cívicas existentes en más de 50 países, entre los que se incluye España. Desde el seno de estas entidades, las personas pueden ejercer su responsabilidad social aportando a su comunidad tiempo, recursos y conocimiento, colaborando de esta forma en la mejora de su entorno inmediato: una forma atractiva de compromiso ciudadano.

El objetivo de la Fundación es impulsar el cambio social y contribuir a la construcción de una sociedad sostenible a largo plazo, puesto que su capacidad para implementar reformas determinará su viabilidad.

En colaboración con un amplio abanico de socios, la Fundación se propone identificar los problemas latentes en la sociedad y determinar los retos que ésta debe abordar. A partir de ahí, para corregir los déficit sociales concebimos y desarrollamos proyectos que, una vez experimentados en un contexto determinado, se puedan extrapolar a otros entornos.

Nuestro rol en la sociedad pasa por iniciar y liderar procesos de reforma que nos permitan adquirir y generar conocimiento. La puesta en práctica de nuestros proyectos nos permite aportar experiencia y resultados con el fin suscitar diálogo en el ámbito público y contribuir a la labor de la clase política.

La fundación aprovecha la ocasión para trazar las líneas maestras para su futuro trabajo. Mucho es lo que ha conseguido, Sin embargo, la Fundación tiene potencial para más si demuestra saber ponerse al día y reorganiza periódicamente sus recursos científicos, económicos y humanos. Lo que sea que hagamos en el futuro se evaluará por nuestras aportaciones a la sociedad en el campo de las reformas.

La Fundación se configura dentro de la comunidad como uno de los principales promotores del cambio y la investigación social. En colaboración con un amplio abanico de socios, la Fundación se propone identificar los problemas latentes en la sociedad y determinar los retos que ésta debe abordar. A partir de ahí, para corregir los déficit sociales concibe y desarrolla proyectos que, una vez experimentados en un contexto

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