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Concepciones Filosóficas Del Ser Humano


Enviado por   •  24 de Junio de 2014  •  7.116 Palabras (29 Páginas)  •  420 Visitas

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CONCEPCIONES FILOSÓFICAS DEL SER HUMANO.

INTRODUCCIÓN

A lo largo de la historia de la humanidad la práctica filosófica ha proporcionado respuestas a las grandes preguntas que se ha planteado la humanidad. Preguntas sobre el origen y necesidad de la vida. El sentido de la existencia o la racionalidad o irracionalidad del mundo han acompañado siempre al ser humano y, en ocasiones, la filosofía ha proporcionado respuestas y argumentaciones que aún siguen utilizándose incluso en la vida cotidiana. En este tema vamos a revisar algunas de las concepciones que de la realidad y el ser humano han tenido mayor relevancia a lo largo de la historia. Un recorrido que nos tiene que interesar entre otros motivos por dos razones fundamentales. En primer lugar porque estas concepciones se han incorporado a nuestra manera de entender la realidad hasta tal punto que conocer su origen e intención puede servirnos para conocernos a nosotros mismos; en segundo lugar porque estas visiones del mundo aún son valiosas para resolver los desafíos e incógnitas del mundo actual.

1. EL IDEALISMO

1.1. Origen e importancia de la concepción idealista

Una de las formas que más ha influido e influye en el comportamiento de los seres humanos es la concepción idealista de la realidad y del ser humano. Por idealista se suele entender aquellas personas que toman decisiones y se comportan de acuerdo a unos ideales. Este sería el idealista ético o político que considera que la realidad puede y tiene que mejorarse de acuerdo a unas ideas que cambiarían el mundo arreglarían los problemas y solucionarían los conflictos. Al idealismo se opondría la que se denomina conducta realista. En este caso, el realismo afirma que las necesidades y obligaciones del “mundo real” siempre acaban imponiéndose y que tratar de transformar el mundo es propio de los jóvenes sin experiencia y de personas ingenuas. Sin embargo, más que realista esta posición habría que denominarla pragmática o práctica porque propone que adaptemos nuestra conducta a las imposiciones del mundo y que abandonemos cualquier intento de tratar de mejorarlas cosas puesto que el resultado siempre será el del inevitable fracaso. Ahora bien, ¿tienen razón los pragmáticos? ¿Es infantil, ingenuo, inútil e inconveniente tratar de mejorar el mundo que nos rodea porque, como afirman los cínicos “cada vez que alguien intenta cambiar el mundo, el mundo acaba cambiándole a él”? Para da respuesta a esta pregunta tendremos que analizar la concepción idealista de la realidad y del ser humano.

1.2. Concepción idealista de la realidad

El idealismo es una concepción filosófica que plantea que la realidad es compleja. Considera que los que se declaran “realistas” son ingenuos porque mantienen una idea simplista de la realidad. Supuestamente la realidad es algo muy simple y evidente pero solo aparentemente porque la verdad de las cosas y las situaciones no se puede captar a simple vista. A simple vista solo se capta lo exterior, lo aparente mientras que la verdadera realidad no se puede captar a simple vista sino que es necesario aplicar la inteligencia.

Mediante la inteligencia podemos darnos cuenta de que en toda realidad existe una parte aparente, superficial o accidental y otras que son esenciales. Las partes accidentales son todo aquello de lo que podríamos prescindir en las cosas, las personas o sucesos de tal manera que no supondría una alteración considerable. Por el contrario, lo esencial, la esencia es la definición fundamental, es decir, todo aquello que define a algo de tal manera que si no existe esa realidad sería radicalmente diferente. Por ejemplo, el oro es un metal maleable con una masa atómica de 196,9665 (uma), es su definición esencial, el que se presente con el color amarillo, en forma de pepita, como pulsera, moneda o sea considerada el símbolo de la riqueza es algo accidental o superficial.

Para el idealismo, por tanto, la esencia no es algo superficial, no se capta a simple vista sino que es necesario indagar, analizar y estudiar la realidad para poder captar la naturaleza profunda de la realidad. ¿Por qué esto es así?.

En este sentido podemos hablar de dos tipos de idealismo. El idealismo subjetivo considera que la esencia profunda de la realidad se capta mediante la inteligencia porque los seres humanos estamos limitados por nuestros sentidos y tenemos, por tanto, que tratar de superar esas limitaciones mediante el estudio y la investigación. Esta forma de aplicar el idealismo se encuentra con un problema básico: ¿Cuándo podemos estar seguros de que nuestras ideas reflejan realmente la realidad y no son una invención de nuestra mente? Un problema teórico que tendría su correspondencia en la práctica cuando nos planteáramos si los idealistas realmente quieren mejorar la realidad o solo imponer su manera de ver las cosas a los demás.

De ahí que la forma más común de idealismo sea el que se conoce como idealismo objetivo o idealismo absoluto: captamos la realidad con la inteligencia porque la realidad es esencialmente inteligente, es decir, espiritual. La auténtica esencia de la realidad es el ideal.

Esta manera de concebir la realidad se ha mantenido con mayor o menor éxito a lo largo de la historia de la humanidad (el romanticismo, las épocas revolucionarias, en el impulso colonizador de América, etc.) pero si queremos entenderlo correctamente tenemos que ir su génesis, a su formulación filosófica original; el idealismo de Platón.

1.3. La realidad de las Ideas: Platón

Para Platón las Ideas son la auténtica realidad. Cuando están en nuestra inteligencia las llamamos ideas pero en la realidad son las formas. Una idea es una forma, la estructura, la organización de algo. Por ejemplo, la idea de la mesa es la forma como han de ensamblarse los distintos elementos (patas, tornillos, tapa, etc.) para que la mesa sea realmente una mesa y no cualquier otra cosa. Para Platón la Idea o la forma es la esencia dela realidad. Todo lo demás, todo lo que no sea ideal o formal es secundario o directamente inexistente. Así lo importante de la mesa es que exista un proyecto, una mesa para hacerla, todo lo demás, si es de plástico o madera, si es más o menos pesada o de un color u otro deja de tener importancia. Por tanto la realidad auténtica, la realidad real es la realidad que nos muestra la inteligencia (realidad inteligible) mientras que la realidad que nos muestran los sentidos, (la realidad sensible) es solo aparentemente real.

Esta concepción platónica de que existe la realidad real, que es la que se capta por la inteligencia es decir, es espiritual y la realidad sensible, que es solo aparente y superficial es común a todos los idealismos. De hecho el idealismo, tanto el platónico

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