Conducta, Self Y Redes Sociales

El presente trabajo está enfocado en las redes sociales, las cuales pueden definirse como “un conjunto bien delimitado de actores -individuos, grupos, organizaciones, comunidades, sociedades globales, etc.- vinculados unos a otros a través de una relación o un conjunto de relaciones sociales” (Lozares, 1996, p.108). Gracias a los avances tecnológicos que existen en la actualidad, esta definición se puede aterrizar a un contexto virtual, donde prima el medio de comunicación masivo conocido como Internet, que cuenta con diversas páginas diseñadas para que las personas interactúen unas con otras. Hoy en día, estas redes están al alcance de todo el mundo, lo cual ha significado un incremento considerable en la interconectividad que existe entre las personas y que trae como consecuencia la conformación de nuevos grupos sociales, ya sea los de la realidad llevados al campo virtual o los que éste ofrece al abrir una nueva ventana para interactuar con un mayor número y variedad de personas. Esta trascendencia a nivel mundial, ha transformado esta redes en un “must” en muchos círculos donde al no contar con un perfil de este tipo se puede generar un sentimiento de exclusión. Es por lo mismo, que se considera como un tema a ser evaluado en cuanto a las influencias y consecuencias que tiene para las relaciones que se establecen entre las personas. (Crosier, Webster & Dillon, 2012)

Lo anterior conlleva a dar importancia a las implicancias que trae consigo el fenómeno de estas redes y las herramientas que aporta, pues son muy amplias, por lo mismo, este estudio estará acotado a las influencias que tienen estas plataformas virtuales en el comportamiento de los individuos, el cual afecta directamente la construcción del self de sus participantes, ya sea modificándolo o construyendo un self “virtual” a partir de las herramientas específicas que permiten dar a conocer aspectos de la identidad, de los pensamientos, gustos, preferencias políticas, fotos, música, etc.(Salimkhan, Manago & Greenfield, 2010).

Para poder llevar a cabo el propósito de este trabajo, se debe entender el concepto de “self” como la construcción psicológica que da la capacidad de crear una identidad propia social, la cual tiene tres componentes importantes: el autoconocimiento, el self interpersonal, y el self como agente (Manzi, comunicación personal, 16 Agosto 2012). El componente que construye las relaciones sociales, junto con la identidad del individuo para que pueda adjudicarse un rol y una reputación dentro de éstas, y que, al mismo tiempo, es influido por los que rodean a un individuo es el self interpersonal (Manzi, comunicación personal, 16 Agosto 2012). Es por ello que se intentará delinear cómo puede ser influenciado este componente del self por las redes sociales y los nuevos fenómenos de interconectividad que éstas proporcionan.

Para ello, se debe tener presente que el comportamiento de un individuo está directamente relacionado, positiva o negativamente, con el feedback que recibe de su entorno social, esto se debe a que el ser humano se mueve en un sistema social, a través del cual le es posible obtener ciertas cosas de los individuos que lo rodean (Baumeister, 2010). Al configurarse como ser social, resulta complicado evitar que el círculo que envuelve al individuo no tenga un importante papel en sus conductas y configuración del sí-mismo, así como también la “afirmación” del lugar que se ocupa en el plano social (Baumeister, 2010) y, hoy en día, gracias a avances tecnológicos, ese círculo se ha expandido al plano virtual (Szwedo, Mikami & Allen, 2012; Salimkhan et al., 2010).

Las personas que ocupan facebook, twitter, MySpace y otros sitios los utilizan para mantener y cultivar sus relaciones sociales y, conectarse con otras personas (Cheung. C, Chiu. P, Lee. M., 2011). Esta conectividad que proporcionan las redes sociales tiene un rol significante en el desarrollo del self interpersonal, puesto que éste es una construcción que se crea en base de lo que rodea socialmente al individuo (Baumeister, 2010; Manzi, comunicación personal, 16 Agosto 2012). El desarrollo de los roles sociales y la reputación, además de la pertenencia a grupos, depende de la conectividad -en términos de relaciones sociales- que hay entre una persona y los demás (Manzi, comunicación personal, 16 Agosto 2012). Se puede ver cómo esta conectividad que proporcionan las redes sociales fomenta el desarrollo de un self interpersonal: hay una especie de acción grupal que aparece cuando la gente se une en una red social, que se describe por el “We-Intention.” Cheung et al. (2011) definen este concepto como “commitment of an individual to engage in joint action and involves an implicit or explicit agreement between the participants to engage in that joint action” (p. 1338). Es decir, el término “We-Intention” se utiliza cuando un individuo se ve a sí mismo como integrante de un grupo; en otras palabras, cuando su propio self constituye parte de un mundo social (Cheung et al., 2011). Así, las redes sociales proporcionan a la gente una manera de pertenecer a grupos y crear su propio rol social y reputación y, gracias a esta integración virtual que proveen los sitios como facebook y MySpace, se fomenta, por lo tanto, el desarrollo de un self interpersonal (Cheung et al., 2011). La persona se ve a sí misma como parte de un grupo social, ya no como un ser individual (Manzi, comunicación personal, 16 Agosto 2012).

El fenómeno de las redes sociales ha contribuido, así mismo, a la comunicación e interrelación de las personas (Cheung et al., 2011; Szwedo et al., 2012; Salimkhan et al., 2010). Este nuevo medio de comunicación ha aportado también con diversas variaciones e innovaciones para ésta. Un ejemplo de ello son las diferentes herramientas que entregan las redes sociales, las cuales permiten a sus usuarios una nueva forma de presentarse a sí mismos, al mismo tiempo que aporta un carácter innovador a la socialización, pues es un medio impersonal a través del cual es posible interactuar con otros (Salimkhan et al., 2010). Es aquí donde la multiplicidad de redes sociales adquieren su importancia, ya que ofrecen una gran variedad de posibles interacciones con numerosos usuarios de las mismas (Szwedo et al., 2012; Salimkhan et al., 2010). Son estos nuevos interactores, esta variedad ofrecida por las plataformas, los que influyen en el comportamiento mediante opiniones o comentarios expresados públicamente en las redes sociales y que pueden modificar, reforzar o intensificar la conducta y la percepción sobre el sí mismo, ya que el self es una construcción que se realiza a partir de la interacción con otros, no emerge de la individualidad, sino que de la interacción (Baumeister, 2010; Szwedo et al., 2012; Salimkhan et al., 2010). Así, es posible ver cómo estas redes pueden

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