Contestación Demanda Reconocimiento De Paternidad
Enviado por letychavez • 21 de Octubre de 2011 • 1.046 Palabras (5 Páginas) • 7.432 Visitas
Narcisismo y pareja
Hombres y mujeres se sienten sumamente decepcionados de sus relaciones de pareja. Las expectativas y la realidad no coinciden e incluso se contraponen. ¿A qué se deberá?
Desde 1979 comenzó a hablarse más profundamente de una "cultura del narcisismo", de una era de soledad y vacío. Parece que el foco de la vida es definir nuestras propias necesidades y deseos y encontrar a alguien que pueda llenarlas. Con esta tendencia, la posibilidad de que una relación se contamine de expectativas narcisistas y fracase es muy alta.
Muchas parejas tienen miedo de vivir juntas, casarse, volverse a casar. Parece una pandemia. Quizá todos quieren lo mismo: encontrar una relación verdaderamente amorosa; pero la cultura narcisista en la que estamos inmersos contribuye a que las expectativas sobre uno mismo y sobre las relaciones entren en conflicto, sean confusas y poco realistas.
Las prácticas en la crianza de los niños influyen en las relaciones del futuro adulto y en la sociedad en general. Winnicott nos aclaró la importancia del apego consistente y amoroso de una "madre suficientemente buena" (1975) y Bowbly en los 40 investigó sobre los daños relacionales que se pueden generar en un bebé o niño ante separaciones prematuras y pérdidas. Las personas, dijo Bowlby, si pueden morir por falta de amor. El amor es entonces, una necesidad básica de supervivencia.
La revolución sexual, la popularización del divorcio, el ingreso de la mujer a la fuerza laboral convirtieron la relación familiar y conyugal en algo de menor importancia y prioridad. Se asumió como discurso dominante que hombres y mujeres podían tenerlo todo: una carrera exitosa y una vida familiar feliz. Promesa fantástica pero poco realista y poco clara respecto de la importancia de balancear un aspecto y otro.
Fritz Perls, padre de la terapia gestalt, teórico entusiasta de la "me generation" (la generación del yo) sintetizó en 1969 el espíritu de la era narcisista:
"Yo hago lo mío, tú haces lo tuyo. No estoy en este mundo para satisfacer tus necesidades y tú no estás en este mundo para satisfacer las mías. Si por casualidad nos encontramos, que bueno. Si no, da igual"
La idea de "estamos juntos en las buenas y en las malas" no es una idea popular ni deseable para las nuevas parejas. La vida parece haberse convertido en una constante evaluación de uno mismo, de la pareja, de la relación. Parece que obsesivamente nos preguntamos: ¿Me está dando esta relación todo lo que quiero, necesito y me merezco?
Mucha gente cree que tiene derecho a vivir una relación que esté planteada totalmente en base a sus necesidades y condiciones. Pero ninguna relación verdaderamente amorosa debería ser unilateral. Al contrario. Existen limitaciones y responsabilidades inherentes a cualquier interacción humana. Si me creo "el centro del mundo", sólo yo tengo derecho a todo y los demás deben adaptarse.
Existen algunos mitos de esta era narcisista que quizá rondan nuestra mente y corazón mucho más de lo que nos damos cuenta:
El mito de la autonomía:
Una persona sana no puede estar completamente separada de los demás. La autonomía es un estado relativo en relación a otra persona con la que establecemos límites. Sin los otros, no hay autonomía, sino soledad. Necesitamos a los otros para dar amor y para sentirnos valorados.
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