Corporalidad y uso de drogas: estudio de caso en la experiencia subjetiva del cuerpo
Enviado por vaneloca • 19 de Noviembre de 2013 • Tesis • 3.695 Palabras (15 Páginas) • 723 Visitas
Corporalidad y uso de drogas: estudio de caso en la experiencia subjetiva del cuerpo
Edith Flores Pérez/Lucy María Reild Martínez
Universidad nacional autónoma de México
Un hecho ineludible de la condición humana es que gran parte de su actividad la dedica a su existencia corpórea. Los aspectos más rutinarios de la vida implican la corporeidad como un centro ordenador de la experiencia. La existencia encarnada no ocupa un lugar adherido al quehacer de los individuos y las sociedades, sino es inherente la experiencia del ser. En esta perspectiva, la persona no está dada solo por la conciencia, se encuentra en la vida misma del cuerpo (Marcel 2003)
El cuerpo humano es una entidad completa e inmediata, y en tanto presencia sentida, un aspecto por demás significativo es que se trata de un cuerpo experimentado .En la cotidianeidad, sin embargo, el cuerpo suele ocupar un lugar irreflexivo hasta que algún acontecimiento particular lo convierte en objeto del pensamiento. Bernard (1994) describió esta condición paradójica de la experiencia del cuerpo en términos de que, aunque suele pasar inadvertido, con frecuencia es revelado por la experiencia del dolor, la enfermedad, los cambios en la imagen corporal o el aprendizaje de nuevos movimientos.
Siguiendo al autor, la experiencia corporal depende de la manera en que cada uno aprende, siente y gobierna su propio cuerpo; pero también es resultado de valores culturales y prácticas sociales que moldean las formas de sentirlo, conservarlo, expresarlo y presentarlo en la escena social. Riviera (2002) afirmo que instituciones como la familia, la escuela, la religión y los medios de comunicación definen imágenes corporales que delinean una forma de vida, de atención y cuidado del cuerpo con implicaciones en cierto tipo de padecimientos y problemas.
El consumo de drogas, los tatuajes, escarificaciones e implantes son algunas de las prácticas que al encontrarse inmersas en relaciones de poder – saber se han convertido en delitos del cuerpo sujetos a la persecución y el castigo o en su caso, a la rehabilitación. De acuerdo con piña (2004). Los discursos medico psiquiátrico- criminalistas han condenado este tipo de prácticas a la patología y a la desviación, generando procesos de estigma, intolerancia e incomprensión alrededor de quienes lo llevan a cabo.
El uso de drogas desde el punto de vista de la corporalidad
Existe una fuerte tradición en la investigación sobre el tema de las drogas que ha guardado distancia de las cuestiones corpóreas o bien ha circunscrito la experiencia del cuerpo a los ámbitos fisiológicos de la adicción. En otro extremo, prevalece una tendencia que pasa por alto la corporeidad y explica el fenómeno solo en términos de los factores psicológicos y sociales que propician, influyen o mantienen el consumo de sustancias, pero no da cuenta de lo que los hombres y mujeres experimentan, conocen, hacen y sienten con y sobre sus propios cuerpos.
Desde una perspectiva de la corporalidad, el consumo de drogas puede ser considerado como una práctica que implica un proceso de transformación subjetiva – corporal al comportar una peculiar forma de relacionarse con su propio cuerpo, al mismo tiempo que se encuentra inserta en un continuo entre la norma social y el deseo personal y en un contexto sociocultural determinado. Con el uso de drogas cambia la relación con el cuerpo al cambiar la relación con los sentidos, la percepción del tiempo, del espacio, de sí mismo y de los otros.
Se trata una práctica que ejerce la persona consigo misma con el fin de alterar la percepción de su propio cuerpo, cuya motivación a relacionarse con cualquier tipo de droga es precisa mente el efecto que ejerce sobre si (Walton 2005). De ahí que sea incluso pertinente decir que se hace un determinado uso del cuerpo, no de las drogas.
Fuente: Revista Interamericana de Psicologia/interamerican Journal of Psychology, 2007, vol41, num 2, pp241-250.
Estados alterados de conciencia provocados por drogas
Drogas psicoactivas: Sustancias químicas que cambian el estado de ánimo y las precepciones, el funcionamiento mental o la conducta de la gente.
Las drogas disponibles en la actualidad, legal o ilegal mente se han utilizado durante miles de años, por ejemplo la marihuana se menciona en el libro de recetas herbales de un emperador chino data del año 2737 a.C. En Sudamérica, los nativos de los Andes mastican las hojas de planta de cocaína como estimulante, una costumbre que se remonta la imperio Inca del siglo XV. En el siglo XIX, los europeos comenzaron a agregar coca al vino, el té y las pastillas (Platt, 1997). En Estados Unidos, el láudano (opio disuelto en alcohol) era el principal ingrediente en numerosas medicinas de venta libre (o de patente). Siguiendo esta tendencia, en 1886 un farmacéutico de Atlanta combino hojas machacadas de coca de los Andes, nueces de cola ricas en cafeína de África occidental, jarabe de azúcar de caña y agua carbonatada en una medicina de patente que llamo “Coca Cola”.
La nicotina y el alcohol también son drogas psicoactivas con un largo historial de consumo. En 1942, Cristóbal Colon descubrió no solo América, sino también el tabaco, que los nativos americanos usaban con propósitos religiosos y medicinales. Colon otros exploradores y sus tripulaciones llevaron la planta ( y el habito ) a España; el acto de fumar por placer gradualmente se difundió por todo Europa. En cuanto al alcohol, hay evidencia arqueológica que sugiere que los grupos de la Edad de piedra tardía comenzaron a producir aguamiel (miel fermentada con savia o fruta) hace alrededor de 10000 mil años. Los egipcios y los babilonios, los griegos y los romanos consideraban el vino como un “regalo de los dioses”. El vino co frecuencia es objeto de alabanzas en la biblia, mientras que difícilmente se menciona el agua como bebida común.
El problema actual de las drogas es diferente al consumo de drogas en otras sociedades y en otros tiempos pues en primer lugar, los motivos para el consumo de drogas psicoactivas han cambiado, en la mayoría de las culturas las sustancias psicoactivas se han utilizado como parte de rituales religiosos, como medicinas y tónicos, como bebidas nutritivas o como estimulantes culturalmente aprobados ( muy similar a nuestro consumo de café ).En contraste , el consumo de alcohol y otras drogas en nuestra sociedad es principalmente recreativo. En su mayor parte la gente consume drogas para relajarse, divertirse con amigos, y desconocidos y para elevarse en escenarios específicamente diseñados para la recreación y la embriaguez, o de manera privada en su hogar. Ya sea de manera social o solitaria, el consumo actual de sustancias psicoactivas está en gran medida
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