Criminales seriales
Enviado por José Eru Rodríguez Pérez • 25 de Noviembre de 2019 • Trabajo • 1.557 Palabras (7 Páginas) • 194 Visitas
INTRODUCCIÓN
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Julia Fazekas era una mujer de era una partera de mediana edad que llegó a Nagyrév en 1911, con su marido desaparecido sin explicación alguna. Entre 1911 y 1921 fue encarcelada 10 veces por practicar en abortos ilegales, pero fue absuelta sistemáticamente por jueces que apoyaban el aborto.
Nagyrev es un pueblo agrícola en el río Tisza en Hungría, a unas 60 millas al sureste de Budapest, cerca de otra ciudad llamada Tiszakurt. Durante un tiempo, una comunidad de asesinas crecieron en estos dos lugares debido al veneno elaborado por Julia Fazekas y Susi Olah, asesinatos de más de 50 personas durante un período de 15 años.
CAPÍTULO I: HISTORIA DE VIDA
Julia Fazekas
Madame Julius Fazekas (Julio fue el primer nombre del esposo; Júlia se da por su nombre en algunas fuentes; La BBC afirma que la suya era Zsuzsanna, posiblemente confundiéndola con Olah) vivía en el pueblo de Nagyrev, que, con algunas aldeas y otro pueblo llamado Tiszakurt, comprendía el área conocida por un circuito del río Tisza, Julia llego al pueblo siendo viuda, el paradero de su esposo y su causa de muerte es desconocida, se dedicaba a ser partera.
Las granjas del pueblo eran pobres y en la mayoría de los casos, un campesino no podía expandir su granja porque las grandes propiedades de los hombres ricos y los imponentes muros cortaban cualquier expansión. Las leyes se apilaron también contra los campesinos. A la muerte del jefe de la familia, la descendencia heredaría solo una fracción de la tierra del padre. Claramente, mientras más niños, más sombrío es el futuro. El embarazo no siempre fue una ocasión feliz en Nagyrev y Tiszakurt.
Julia empezó a realizar abortos y debido a que no había médicos disponibles en la aldea, no era juzgada por ello. En ocasiones, cuando Julia perdía a una paciente, un médico de alguna aldea lejana examina el cuerpo y atribuía la causa de la muerte a la neumonía, el consumo, la insuficiencia cardíaca y otras enfermedades comunes. Por supuesto, esto no podría durar para siempre, por eso Julia estaba preocupada por la cantidad de mujeres que morían mientras practicaba abortos.
Fue entonces cuando tuvo su gran idea: Cuando él bebe naciera se le daría arsénico y se desharían de él. Los resultados serían exactamente los mismos que un aborto sin ningún riesgo para la madre.
Para realizar la mezcla Julia empapó papel de arsénico empapado en agua. La solución posterior, colocada en la leche del bebé no deseado resultó ser mortal.
Poco a poco consiguió que su negocio tuviera éxito y su reputación como proveedora de muerte se extendió por las dos aldeas. Por el equivalente a unos pocos dólares, podría comprar una botella de la solución y el niño no deseado se habría ido.
Sin embargo Julia no era la única partera en el área. Sus competidoras se pusieron celosas de su éxito, por ello Julia tuvo una reunión con las otras cuatro parteras, en la cual explicó que no deberían competir entre sí y para resolver su problema, deben dividir el territorio. Todas estuvieron de acuerdo y acordaron reunirse de nuevo en la casa de Julia.
Unas semanas más tarde, las parteras se reunieron por segunda vez para acordar los territorios y Julia sirvió té. Poco después de la reunión, una de las damas enfermó y murió. Lo curioso es que, después de cada reunión, cada una de las mujeres se enfermaba misteriosamente y moría. Después de este episodio el negocio de Julia fue más exitoso debido las mujeres sufridas durante mucho tiempo en las dos aldeas tenían una heroína auténtica. Julia se convirtió en su confidente y líder. El predominio de los hombres sobre las mujeres en las aldeas desapareció gradualmente. Bajo la guía de Susi, un esposo no deseado fue fácilmente despachado a través de su siempre fiel arsénico.
Durante años Susi atendió a las mujeres de la zona. Murieron hombres, mujeres tomaron nuevos esposos y amantes. Existía una especie de hermandad secreta, con Susi como alta sacerdotisa. Ella expandió sus operaciones, distribuyendo su "medicina" a las mujeres que querían deshacerse de los ancianos.
Susi Olah
A los 18 años fue obligada a casarse con un hombre viejo y desagradable, que luego mato con el veneno que le dio Julia Fazekas.
Cuando conoció a Julia le ayudaba en su trabajo de partera y posteriormente a realizar el veneno que vendía, al igual que a ocultar la evidencia que las inculpaba.
*No se encuentra mucha información de ella.
CAPÍTULO II: TIPO Y CANTIDAD DE VÍCTIMAS
No se sabe en realidad cuantas víctimas fueron, pero se llegó a un estimado de por lo menos 50 víctimas debido a que el veneno elaborado por Julia Fazekas y Susi Olah se vendía indistintamente a cualquiera que lo solicitara, en todos los casos mujeres que querían deshacerse de alguien, sean sus esposos, amantes, hijos, etc.
Estos son algunas de las víctimas y victimarias que se conocen:
- Mária Kardos: asesinó a su amante, a su esposo y a su hijo de 23 años, a quien, tras envenenar, obligó a cantar para ella hasta que cayó muerto;
- Rose Hoybe: acabó con la vida de su esposo por considerarle “aburrido”.
- Mária Varga: mató a siete miembros de su familia, entre ellos su marido, héroe de guerra ciego, porque se quejaba del elevado número de amantes que ella llevaba a casa. El crimen tuvo lugar el día 24 de diciembre, lo que ella consideró como un “perfecto regalo de Navidad”.
- Juliena Lipke: mató a su madrastra, su tía, su hermano, su cuñada y su marido. Asimismo, ayudó a su amiga Mária Köteles a ejecutar a su cónyuge: “Sentí pena por la desdichada mujer, así que le di la botella de veneno y le dije que lo utilizara si ninguna otra cosa ayudaba a su matrimonio”.
- Mária Szendi: acabó con la vida de su esposo, afirmando ante el tribunal: “maté a mi marido porque él siempre quería tener el control. Es terrible la forma en que los hombres quieren todo el poder”.
CAPÍTULO III: ANÁLISIS GEOGRÁFICO DEL ESCENARIO DE LOS CRÍMENES
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