Cómo afecta La falta de consagración de los líderes dentro de las congregaciones

ENSAYO

CURSO: Formación Espiritual

ESTUDIANTE: Nube Aulla

PROFESOR:

TEMA: Cómo afecta  La falta de consagración de los líderes dentro de las congregaciones

« ¿Qué haré a ti, Efraín?… La piedad vuestra es como nube de la mañana, y como el rocío de la madrugada, que se desvanece» Oseas 6.4.

Uno de los problemas más notables dentro de nuestras congregaciones es la falta de consagración del pueblo de Dios, pero principalmente de los líderes.

Esto se puede ver en el testimonio mismo de cada líder, en su forma de expresarse o de mirar un problema o  simplemente en su actitud ante ella

Cada uno de estos actos hace de la iglesia un simple club, el problema mayor es que no se busca la presencia de Dios en dicha congregación, se está reemplazando el darle la gloria a Dios por buscar su propio reino, no permitiendo así que el Espíritu Santo reine y gobierne nuestra congregación

Lo cual afecta de gran medida a la iglesia del señor, ya que gracias a la inmadurez y el compromiso con Dios,  se da pleitos, resentimientos, falta de perdón y amarguras asta llegar al punto de las divisiones e incluso cierre mismo de dicha congregación

Por lo cual es importante es muy importante la consagración de los lideres y en si de todo cristiano

Parecía como si la inconstancia de Efraín dejara perplejo incluso a Dios, por eso exclamó: «¿Qué haré a ti, Efraín?». Nuestra superficialidad e inconstancia también pueden desconcertar a Dios después de todo lo que él ha hecho por nosotros. Sin embargo, para nuestro aliento, podemos recordar que bajo la influencia del Espíritu Santo, Simón, el inestable, fue cambiado en Pedro, la roca.

Muchos de nosotros somos así en el carácter: súper desarrollados en algunos aspectos, pero deficientes en otros. El progreso ha sido excelente en algunas áreas, pero retardado en otras. Todos somos, en cierta medida, santificados solo en forma parcial, porque no hemos volteado algunas facetas de nuestra vida hacia el fuego purificador del Espíritu Santo.

Firmes, perfectos y completos en todo lo que Dios quiere» (Col 4.12).

Dios quiere que cada uno de sus hijos seamos perfectos en nuetros ca

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