¿Cómo es el mexicano?

¿Cómo es el mexicano?

La nota del carácter mexicano que más resalta es la desconfianza. Esta actitud es previa a todo contacto con las personas y las cosas. Se presenta haya o no fundamento para tenerla.

Se trata de una desconfianza irracional que emana de todo su ser. Es casi su sentido primordial de la vida.

No hay nada en el universo que el mexicano no vea y juzgue a través de su desconfianza.

Pero el mexicano no desconfía de tal o cual hombre o de tal o cual mujer; desconfía de todos los hombres y de todas las mujeres.

Si es comerciante, no cree en los negocios; si es político, no cree en la política; si es profesional, no cree en su profesión.

El mexicano considera que las ideas no tienen sentido y las llama despectivamente como “teorías”; o sea que juzga como inútil el conocimiento de los principios científicos.

Parece estar muy seguro de su sentido práctico. Pero como hombre de acción es torpe, y al fin no da mucho crédito a la eficacia de los hechos.

No tiene ninguna religión ni profesa ningún credo social o político.

Es lo menos idealista posible.

Niega todo sin razón ninguna, porque él es la negación personificada.

La vida mexicana da la impresión de una actividad irreflexiva sin plan alguno. Cada hombre, en México, solo se interesa por los fines inmediatos. Trabaja para hoy y mañana, pero nunca para después. Por lo tanto, se puede decir que este ha suprimido de la vida una de sus dimensiones más importantes: el futuro. Tal ha sido el resultado de la desconfianza mexicana.  La vida mexicana está a merced de los vientos que soplan, caminando a la deriva. Los hombres viven a la buena de Dios.

Una nota íntimamente relacionada con la desconfianza es la susceptibilidad. El mexicano, al ser desconfiado siempre está temeroso de todo y vive alerta, a la defensiva.

Recela de cualquier gesto, movimiento o palabra. Todo lo interpreta como una ofensa. A causa de la susceptibilidad hipersensible, el mexicano riñe constantemente. Ya no espera a que lo ataquen, si no que se adelanta a ofender. Estas reacciones a menudo lo llevan muy lejos, hasta a cometer delitos innecesarios.

El mexicano habitualmente tiene un estado de ánimo que revela malestar interior, una falta de armonía consigo mismo. Casi siempre está de mal humor, y es a menudo iracundo y violento.

¿Cómo  se ve el mexicano a si mismo?

Se realizó un amplio estudio realizado en 2015 por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en el que se enviaron 32.000 cuestionarios a viviendas de todo el país. El documento contiene la visión de quienes respondieron, personas mayores de 15 años.

Los resultados muestran que algunos aspectos de los mexicanos han cambiado, pero otros no, como la cercanía a la religión, especialmente católica.

"Antes existían otros estereotipos, la gente decía que el mexicano era borracho, parrandero, mujeriego y jugador, eso ya no aparece"

...