DEPRESIÓN EN EL ADULTO MAYOR.
Enviado por paloma1983 • 30 de Septiembre de 2012 • 658 Palabras (3 Páginas) • 893 Visitas
La depresión ha existido siempre. Las descripciones de las enfermedades depresivas pueden encontrarse en los textos de muchas civilizaciones antiguas, en el antiguo testamento, el Rey Saúl, presentando los signos clásicos de la depresión, es afligido por un “espíritu maligno” y finalmente se suicida. Los textos antiguos ingleses se refieren a la melancolía, que durante siglos fue la palabra utilizada para describir los trastornos del estado de ánimo. Los escritores ingleses Chauser y Shakespeare escribieron sobre la melancolía.
Las primeras descripciones medicas de la depresión se remontan al griego Hipócrates, el “padre de la medicina “, que vivió en el siglo IVA.C. Hipócrates creía que la enfermedad mental era resultado de causas naturales mas que de fuerzas sobrenaturales .El sugirió la teoría de que la melancolía era producto del exceso de bilis negra en el brazo- de aquí y los términos melan”negro” y colia “bilis”. Para superar la depresión Hipócrates recomendaba un reequilibrio de los sistemas corporales utilizando relajación y estrategias de vida saludable- componentes que todavía se usan como parte de un enfoque integral de tratamiento.
A través de los siglos otros filósofos y médicos han intentado definir y comprender la depresión. Así como el termino depresión en su uso común es vago y tiene diferentes significados, también es fácil de definir o reconocer la enfermedades.
Dentro de los trastornos psicopatológicos del anciano, los más frecuentes son los trastornos emocionales: ansiedad y depresión.
En este trabajo solo se mencionara a la depresión encontrándose como un trastorno que ocupa el primer lugar en cuanto a frecuencia dentro de las enfermedades que aquejan preferentemente a los ancianos. Debemos tener un constante estado de alerta que permita su detección, para poder abordarla con los tratamientos que disponemos.
Como muchas otras enfermedades, la depresión en el anciano tiene características especiales y una de las principales es la tendencia que tienen a negar o a quitar importancia a su tristeza. “A veces los ancianos con depresión, en lugar de manifestar que están tristes, se retraen o se aíslan o se vuelven más irritables.”
Es decir, la persona anciana puede no quejarse de que está mal o triste, y que sólo observándola nos demos cuenta de que puede estar deprimida. Tampoco es raro que junto a la tristeza la persona anciana deprimida note una sensación de inutilidad y baja autoestima, por lo que piensan que no merece la pena pedir ayuda, o que el médico y la familia pueden emplear su tiempo en cosas mejores. Puede ocurrir también que sean los propios familiares o incluso el médico los que achaquen los síntomas de la depresión al propio envejecimiento, lo cual
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