DESARROLLO DE HÁBITOS Y RUTINAS DE UN NIÑO DE 0-6 AÑOS
Enviado por maydee • 13 de Mayo de 2013 • 2.864 Palabras (12 Páginas) • 379 Visitas
DESARROLLO DE HÁBITOS Y RUTINAS DE UN NIÑO DE 0-6 AÑOS.
Desarrollo de hábitos y rutinas en el niño de 0-6 años
1.-INTRODUCCIÓN
Durante los primeros años de vida, es el adulto el encargado de satisfacer todas las
necesidades del niño y el que decide cuándo y qué puede o no hacer el niño. Con el
paso del tiempo, éste va mostrando una serie de capacidades que le permiten ir
queriendo hacer cosas por sí mismo; el adulto debe ir delegando en él progresivamente
la satisfacción de sus necesidades con el fin de que vaya adquiriendo su propia
autonomía.
La adquisición de hábitos necesarios para la vida diaria, no se puede entender como un
proceso independiente del desarrollo físico, funcional y psicológico del niño. Es a partir
de él, cuando el niño va a tener una predisposición hacia el aprendizaje y el momento
idóneo para que padres y educadores emprendan la tarea de inculcar los hábitos. Los 3
primeros años de vida son fundamentales para la formación de la personalidad y el
aprendizaje de conductas básicas.
Cada niño presenta unas características específicas y un ritmo de desarrollo propio, por
lo que, cualquier inicio de trabajo de la adquisición de hábitos, implica necesariamente
conocer bien al niño.
La Educación Infantil trabaja los hábitos a partir de las rutinas diarias, con el fin último
de que el niño adquiera su autonomía, y en ese proceso se hace imprescindible la
colaboración, coordinación y trabajo conjunto de la familia y la escuela.
Tal vez esto, que explicado parece tan sencillo, sea uno de los aspectos de intervención
educativa más importante de este período de edad. Tanto a los profesionales como a los
padres les preocupa este aprendizaje, y no es de extrañar, si es la base de la adquisición
de la autonomía del niño o niña.
2.-CONCEPTOS BÁSICOS
Hábito: Según la Real Academia de la Lengua un hábito es un modo especial de
proceder o conducirse, adquirido por repetición de actos iguales o semejantes, u
originado por tendencias instintivas. Facilidad que se adquiere por larga y constante
práctica en un mismo ejercicio.
Un hábito supone la automatización de una conducta. Implica una disposición de
conducta estable. Los hábitos facilitan nuestras acciones cotidianas ya que permiten
actuar sin pensar.
El valor de los hábitos es incuestionable y se puede decir que son la base de en la que
se sustenta el proceso educativo.
Tienen dos características que aumentan, si cabe, su valor:
. Los hábitos son constantes: permiten establecer un marco de actuación y
relación con los demás.
. Los hábitos son flexibles: se pueden adaptar a las distintas situaciones y
variarse en función de las características del entorno.
Ej, todos los días me lavo los dientes antes de irme a la cama (son constantes),
pero hoy, por la razón que sea, no tengo cepillo de dientes, no me los lavo (son
flexibles).,
Rutina: Los hábitos se adquieren a través de las rutinas. Las rutinas son el conjunto de
actividades que el niño realiza todos los días de la misma forma y en el mismo orden,
son conductas programadas, basadas en secuencias fijas. Las rutinas son el
instrumento propio de la escuela infantil.
Para el niño son muy importantes ya que le proporcionan seguridad, y favorecen su
autonomía, aparecen como sus primeras referencias espacio-temporales, a través de
ellas sabe qué va primero y qué va después, proporcionando un marco estable y seguro
de actuación.
Cuando las rutinas se interiorizan dan lugar a los hábitos.
Las rutinas sirven para:
• Estructurar el tiempo
• Fijarse en la sucesión de acciones
• Ordenar las actividades
• Crear relaciones de orden
• crear relaciones de causalidad
• Entablar comunicación con el entorno
• interiorizar las normas
• Dar seguridad
• Crear hábitos
• Fomentar la autonomía
• Aumentar la autoestima
• Facilitar el desarrollo cognitivo, afectivo y social
Habilidad: La habilidad es una destreza de ejecución, es decir, un saber hacer; supone
la capacidad física, cognitiva, motriz… que tienen que tener el niño para llevar a cabo
una conducta con el mayor éxito posible.
No hay que confundirla con el hábito; que el niño pueda realizar una actividad por sí
mismo implica que tiene la habilidad, pero no tiene por qué implicar que tenga el hábito;
tener el hábito supone que es capaz de realizar la actividad sin esfuerzo, sin control, ni
interno ni externo, cada vez que la situación lo requiera (se reconoce la situación en la
que se debe aplicar el hábito).
Autonomía: La autonomía es el objetivo final del proceso de adquisición de cualquier
hábito. Significa poder prescindir de la ayuda o del apoyo de otros para tomar decisiones
y solucionar situaciones cotidianas. La autonomía depende tanto de las capacidades del
individuo como de las características del entorno, es decir, de que éste facilite
situaciones y experiencias donde aplicar los hábitos adquiridos.
3.-PROCESO DE ADQUISICIÓN DE HÁBITOS
El aprendizaje de los hábitos es un aprendizaje funcional, su buena adquisición y
consolidación va a ser fundamental a lo largo de toda su vida, sin embargo antes de
iniciar la difícil tarea de enseñar un hábito hay una serie de aspectos que se han de
tener en cuenta para que el proceso se lleve a cabo con la máximas garantías
éxito:
. La existencia de unas capacidades básicas: Antes de tratar de implantar un
hábito hay que asegurarse que el niño cuenta con las capacidades necesarias
para iniciarlo. Si este aspecto no se tiene en cuenta, pueden darse problemas
que dificulten la futura adquisición. Hay que diferenciar en este sentido dos tipos
de habilidades:
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