DESARROLLO DE LA ESQUIZOFRENIA.

LA ESQUIZOFRENIA.

Fármacos para una realidad distinta.

La esquizofrenia es uno de los múltiples trastornos mentales que obstruye de manera significativa la relación del sujeto con el medio puesto que le dificulta discernir entre lo real y lo imaginario, generando así un comportamiento anormal en el ambiente social. Con diversas causalidades, tipos e incidencias en las funciones cognitivas del individuo, el término “esquizofrenia” encuentra sus raíces en el griego "skhizein" partir o fragmentar, y "phrenia" que significa mente.

(Bryan & Ian Q., 2009)Según (Organización Mundial de la Salud, 2016) la esquizofrenia es comúnmente asociada a una discapacidad considerable que puede afectar al desempeño educativo y laboral del individuo, y aunque afecta a más de 21 millones de personas en todo el mundo quienes la padecen suelen sufrir algún tipo de estigmatización y discriminación por parte de terceros. Cabe aclarar que este trastorno es tratable y que tanto la farmacoterapia como el apoyo psicosocial son eficaces, así pues, es necesario prestar especial atención a los llamados tratamientos farmacológicos que han sido evaluados y comparados en múltiples investigaciones (A, E, M, J.M, & J.C, 2007) (Rangel, Castro, & Armando, 2011)(Kumar, P.K, & V, 2016). Cuando del tratamiento para la esquizofrenia se habla se han realizado múltiples investigaciones con el objetivo de determinar cuál es el mejor procedimiento.

Es solo a partir de la década de los 70´s que se consideró la posibilidad de que hubiera un proceso neuropatológico inherente a la esquizofrenia puesto que los pacientes con esta enfermedad obtenían resultados muy similares a los que obtenían los pacientes con daño cerebral. Posteriormente, gracias a las técnicas de neuroimagen, se logró comprobar que efectivamente existía una anomalía en el cerebro del sujeto esquizofrénico, de manera que fue posible establecer una asociación entre el deterioro cognitivo y la hipo-frontalidad presentada por estos individuos (Raul, José Francisco, & Marien, 1998). Acosta y Lozano (2009) proponen que se puede observar que hay un déficit no solo de abstracción y funciones ejecutivas, sino que también los hay de memoria, procesamiento psicomotor y atención, afirmando que estas funciones se pudieron ver alteradas incluso antes de hacer un diagnóstico de la enfermedad. Así mismo en la actualidad es posible comprobar que estas alteraciones tienen raíces a nivel neurológico donde se presentan ciertas anomalías estructurales en el cerebro y posibles alteraciones bioquímicas como se menciona en  (Bryan & Ian Q., 2009) (Saludemia, s.f.)

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