DIEZ ALERTAS PARA SABER SI NUESTRA PAREJA NOS ENGAÑA
Enviado por heb14p • 5 de Junio de 2014 • 953 Palabras (4 Páginas) • 241 Visitas
La capacidad para detectar al manipulador no depende de las habilidades del engañado, sino de la habilidad del que miente
Diez alertas para que saber si nuestra pareja nos engaña
«¡A mí no me engaña nadie!» No esté tan seguro. Según Mila Cahue, psicóloga experta en parejas del centro Álava Reyes, «todo depende de la habilidad del manipulador para ocultar la verdad, mucho más que del observador o "víctima" para detectar que se está produciendo un engaño». «Muchos conocemos a alguien que ha terminado en un calabozo por una denuncia falsa, a otras que se han quedado endeudadas de por vida por pagos que no tienen nada que ver con ellas, a las que han visto sus familias destrozadas por la cizaña de un enredador, y a las que confían cada día en los psicólogos para que les ayudemos a salir del infierno del chantaje...», relata. La mejor vacuna, prosigue, «no es pensar que a uno no le pueden engañar, si no pensar que todos podemos ser vulnerables, que tenemos puntos débiles, que hay momentos en la vida en los que uno flaquea y que es por esos frentes más débiles por los que suelen colarse las alimañas. La persona más fuerte es el que sabe reconocer e identificar su propia vulnerabilidad para poder protegerla y así protegerse ellos», explica Cahue. Porque si bien podemos ser vulnerables en cierto momento, también es posible, continua esta experta en su último libro «Amor del Bueno» (JdeJ Editores), prestar algo más de atención a una serie de circunstancias que nos pueden poner sobre la pista de con qué tipo de persona estamos realmente:
1. Desconfiar si alguien al poco tiempo de conocernos nos dice que está locamente enamorado de nosotros, que nos quiere, que somos la persona que siempre había estado buscando o esperando, que llora de la emoción, a lágrima viva, por haber encontrado a su media naranja. «Aunque nos duela, lamentamos decir que... es mentira», asegura Cahue. «Si nos conoce, no puede querernos. Podremos gustarle mucho, muchísimo, pero querer es otra cosa». También podría tratarse de alguien impulsivo que estaría cometiendo la imprudencia de decirlo cuando todavía no puede saberlo, prosigue. «Tanto si se trata de un manipulador como de un imprudente, nuestra sugerencia es dar un paso atrás y tomarnos el tiempo que necesitemos», aconseja.
2. Desconfiar si alguien tiene prisa, mucha prisa, por irse a vivir a nuestra casa, por que adquiramos compromisos, por presentarnos a su familia, por que todo el mundo sepa cuanto antes que somos pareja. La prisa sirve para ejercer presión y que tomemos decisiones sin tiempo para reflexionarlas. Serán decisiones que nos perjudiquen. El manipulador siempre saldrá indemne.
3. Desconfiar si se nos encoge el estómago como en otras ocasiones de riesgo. «Es al forma que tiene el cerebro de indicarnos que pr ahí, no. Que hay algo que no le gusta. Que miremos un poquito más», advierte esta psicóloga.
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