Demnios Y Adicciones
Enviado por Linatoro20 • 17 de Agosto de 2014 • 1.505 Palabras (7 Páginas) • 202 Visitas
Muchas personas en su primera impresión parecen normales, con vidas normales y gustos normales y cuando hago alusión a la palabra “normales” pienso en aquellas cosas que no son relevantes y que no llaman la atención en nada, pero hay personas que solo basta mirarla fijamente a los ojos y detallar su comportamiento unos minutos para darse cuenta que en su alma se esconden los demonios más abomínables que cualquiera pueda imaginar.
Asi era Daniel una persona con amigos y enemigos, con momentos buenos y momentos malos, con una familia, con sueños y metas con historias de amor y desamor nada que pueda llamar la atención en una persona normal, el hecho es que yo no lo era y aquel niño me intrigó asi no mas de un momento a otro, yo sabía que existía pero jamás me importo conocerlo, bueno hasta ese dia…
Yo soy Lucia y en mi vida lo más relevante era ser estudiante becada en el programa de leyes de mi facultad, hija de padres separados, también con sueños y metas historias de amor y desamor alguna de ellas increíbles otras demasiado creibles pero a su vez demasiado dolorosas, siempre he tenido un gusto especial por el pasado y todo lo que el abarque, libros, historias y poemas pero ese gusto no lo conocía cualquiera , solo las personas que inspiraban en mi confianza eran depositarias de esos secretos, aunque a decir verdad había secretos que jamás nadie sabría, mi carrera hacia que tuviera especial atención a las leyes de mi país si es que leyes podía llamarse a aquello que iban a “debatir” personajes tan despreciables en el congreso, era revolucionaria de convicción y aunque siempre estuve en contra del capitalismo nunca pude alejarme de las redes sociales y del consumismo. Y fue asi como un dia en una foto de un libro que publique en mi red social apareció un Like de Daniel un hombre que podría llevar tanto tiempo en mi lista de amigos como los demonios en mi alma.
Debo confesar que una notificación jamás me causo tanta intriga y fue asi como me dirigí a su perfil y empecé a mirar cada una de las fotos de Daniel, cada foto en la que podía ver su mirada descifraba algo nuevo con eso debió bastarme pero nunca fui conformista y con el no sería la excepción lo busque en el chat y le hable de una manera en la que jamás le hubiera hablado a un hombre si no estuviera impulsada por la curiosidad. Si yo hubiera sido él me hubiera aterrado al ver esa ventana de conversación pero no lo hizo y su saludo fue más amable de lo que esperaba.
La conversación fue lo más convencional del mundo y así hubiera seguido siendo si no fuera por mi sinceridad que brota a flor de piel y que a veces llega a ser inoportuna, le dije todo lo que pensaba de él y todo lo que había visto en fotos, cualquier persona normal me hubiera bloqueado y denunciado el punto es que el no estaba dentro de esos parámetros de normalidad a los que la gente estaba acostumbrada.
Daniel era ese tipo de hombre que tenia el orgullo por encima hasta de su propio bienestar, el era desconfiado, y se podría decir que hasta divertido pero no, detrás de cada sonrisa se escondía tanto sufrimiento como alguien puede imaginarse, el podía sacrificar su propia felicidad para hacer felices a los que el quería, su lado mas vulnerable y tierno solo podían sacarlo a flote las personas más especiales en fin el era la clase de persona de la cual nadie quiere enamorarse pero de que la gente más se enamora. Despues de decirle todo eso tan solo podía pensar en la cara de susto que podía tener ese pobre hombre, el caso es que el instinto no me fallo y cada una de las cosas que dije resultaron ser tan ciertas como era posible.
Tal vez nunca nadie había descrito sus sentimientos con tanta exactitud o simplemente ni el mismo sabia quien era en realidad, muchas personas en el transcurso de su vida se encargan de mostrar una personalidad totalmente distinta a la que existe realmente, me atrevería a decir que en su mayoría estas personas tienen una debilidad emocional gigantesca que ocultan tras ese escudo que constituye la falacia emocional que muestran a los demás, pero hay una verdad inminente y es que siempre podrás engañar a los demás pero nunca a ti mismo y esa doble personalidad
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