Desarrollo Afectivo Y Social Del Niño
Enviado por Jaz.Sanper • 10 de Enero de 2013 • 1.912 Palabras (8 Páginas) • 622 Visitas
Desarrollo Afectivo Social:
En lo concerniente al
Objeto libidinal, se puede decir que los niños de esta edad se encuentran en la "etapa fálica" de Freud, cuyo placer y conflicto está relacionado con los órganos genitales.
La relación de los niños con los genitales tiene que ver con el placer y con su significado para distinguir los sexos. Los niños a los 3 años se miran, tocan y buscan, son tremendamente curiosos. Los niños fantasean y buscan explicar fantasiosamente aspectos de la realidad.
Para Erikson los niños de esta edad se encuentran en la etapa llamada "Iniciativa versus Culpa", los niños son activos, la modalidad de ellos es siendo curiosos, intrusos, la palabra que mayormente los representan es el "por qué". Si al niño se le refuerza la iniciativa se orienta cada vez más al objeto, en cambio si se castiga la iniciativa se le provoca un sentimiento de culpa.
En lo referente a los impulsoslos niños se encuentran en los llamados "impulsos espontáneos", ya que los niños tienen un afán de posición a nivel de las cosas y de las personas. El niño exige y necesita gran cantidad de atención y no tolera compartir las personas que él quiere.
En relación a los sentimientos existen dos tipos uno es el del propio poder donde el niño siente deseos de poseer objetos y personas.
Adquiere un saber afectivo, de lo que puede y no puede hacer y también de su valor personal a través de la relación que establece con los demás, en el experimentar la aprobación, la admiración y el castigo.
El otro tipo de sentimiento es el de inferioridad, el niño es muy sensible a las reacciones que tienen los adultos, se puede sentir muy orgulloso o muy avergonzado si lo retan, en esta etapa está consiente de que debe hacer muchas cosas que no entiende, que es dependiente de los mayores.
Los sentimientos son más duraderos y diferenciados y se centran en las relaciones familiares. Quieren mucho a los padres y les expresan su afecto con exageraciones, tienen celos y envidia de sus hermanos y se alegran cuando son castigados.
En cuanto a la voluntad se capacita al niño para disciplinar su conducta externa, del modo que se ajuste a las normas y reglas de sus semejantes.
La voluntad en esta edad se hace más fuerte. Mantiene las elecciones durante más tiempo. Se concentran en lo que está haciendo, comienzan a escuchar relatos más extensos.
Otro punto que se debe tener en cuenta es la formación del yo, el niño se convierte en objeto de vivencias, se vuelve consciente de sí en su encuentro con el mundo y en su actividad en él. Aun el niño en esta edad no tiene conciencia de identidad y de simplicidad no reflexiona sobre su yo.
El niño experimenta frente a las cosas su propio poder y su impotencia, por este medio encuentra paulatinamente el camino para llegar a su yo.
La conciencia del yo no aparece de repente, es el resultado de un lento proceso de conformación del nosotros hacia la consecución de un yo y de un tú. Antes de que el niño tenga una conciencia unitaria del yo pasa por disponibilidades calificadas como el “yo social” y el “yo activo”. El yo social se desarrolla con otras personas y es portadora de sentimientos de simpatía y antipatía. El yo activo se desarrolla a partir de la relación con los objetos y se verifica en forma de juego, por tal razón el yo lúdico es la forma más importante del yo activo en esta etapa.
Existen variados mecanismos de defensaa lo largo de nuestra vida y los usados por los niños es la negación, el niño se empeña en que un suceso o situación provocadora de ansiedad no es verdad y cree que la negación es exacta. Por ejemplo una niña a quien su papá a retado y rechazado puede negar que está enojada e insistir en que su padre la quiere y que ella lo quiere a su vez. Algunos niños que han sido rechazados por sus familias niegan que estas personas sean sus padres verdaderos y afirman que son adoptados y que sus verdaderos padres los aman.
En la represión el niño no es consciente del pensamiento atemorizante o doloroso. Otro mecanismo de defensa es la proyección y el desplazamiento en los cuales se reconoce los sentimientos e impulsos inaceptables, pero son atribuidos a otras fuentes. Por ejemplo la proyección consiste en atribuir un pensamiento o acción indeseable a otra persona, cuando en realidad el pensamiento o la acción parte de uno mismo.
El argumento es: ella comenzó la pelea, yo no fui”, es uno de los ejemplos más comunes de proyección en los niños pequeños.
En el desplazamiento el niño tiene la respuesta emocional apropiada, pero no le atribuye a la fuente correcta. Por ejemplo le tiene miedo a un tío y se lo atribuye a los leones.
Otro mecanismo de defensa es la huida, es el más común entre los niños; es la evitación directa de situaciones o personas amenazantes. Los niños bajarán los ojos o correrán a esconderse en su dormitorio cuando un extraño entra a la casa; se negarán a acercarse a un grupo de niños desconocidos a pesar de su deseo de jugar con ellos; no se animará a entrar a un gimnasio si tienen dudas sobre su capacidad atlética. El uso de la huida como un mecanismo de defensa puede ser peligroso para el desarrollo del niño, ya que la tendencia a la huida se hace más fuerte cada vez que el niño practica esta conducta, y por eso el niño que se niega a enfrentarse a situaciones de tensión a la larga podrá tenerle miedo a todos los problemas y nunca aprenderá a manejar las crisis que son inevitables en el transcurso del desarrollo.
La regresión es otro
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