ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Desarrollo De La Personalidad


Enviado por   •  4 de Junio de 2014  •  5.452 Palabras (22 Páginas)  •  242 Visitas

Página 1 de 22

Contenido

DESARROLLO DE LA PERSONALIDAD 3

ESTRUCTURA DE LA PERSONALIDAD. 4

EL ELLO (ID) 5

EL YO (EGO) 6

EL SUPER YO. 9

EQUILIBRIO DE LOS SEGMENTOS 9

FASES DEL DESARROLLO PSICOSEXUAL SEGÚN SIGMUND FREUD. 10

FASE ORAL 11

FASE ANAL. 12

FASE FÁLICA 13

FASE DE LATENCIA 15

FASE GENITAL 16

BIOGRAFÍA 17

ERIK ERIKSON 17

SIGMUND FREUD 18

DESARROLLO DE LA PERSONALIDAD

Desde el momento en que se funden las células germinales masculina y femenina hasta que se alcanza la madurez, cada organismo pasa por el proceso de desarrollo d su estructura biológica.

Cada persona tiene una estructura anatómica cuya conformación aunque en general está hecha según el modelo de la especie, es única en algunos detalles. Son esta estructura y su funcionamiento fisiológico, los que en parte determinan y limitan el desarrollo de la personalidad.

El crecimiento del sistema nervioso central establece los límites del temperamento y la inteligencia. La propiedad del sistema nervioso de grabar, almacenar e integrar las experiencias del organismo y así producir las respuestas de conducta más efectivas para la adaptación, hace posible que la personalidad humana evolucione. Y es así como conforme al tiempo, gracias a una serie prolongada de experiencias sociales, se desarrollan actitudes creencias, valores y pautas de la adaptación más o menos perdurables y constantes, que le dan al individuo la calidad de ser único.

En cierto grado, algunas pautas ya están establecidas cuando el niño nace; sin embargo, en esta etapa solo existen las potenciales para el desarrollo de los componentes de la personalidad.

Las etapas sucesivas de la personalidad en desarrollo pueden sucederse de una manera sana y en una secuencia normal y armoniosa hasta una madurez biopsicológica y biosocial.

Los genes no pueden transmitir características adquiridas y aunque el medio intrauterino pueden influir en el desarrollo biológico del feto, no hay razón para creer que la personalidad, tal y como se ha definido, sea influida en forma importante por la vida prenatal o siquiera que exista en el recién nacido.

ESTRUCTURA DE LA PERSONALIDAD.

Freud no inventó exactamente el concepto de mente consciente versus mente inconsciente, pero desde luego lo hizo popular. La mente consciente es todo aquello de lo que nos damos cuenta en un momento particular: las percepciones presentes, memorias, pensamientos, fantasías y sentimientos. Cuando trabajamos muy centrados en estos apartados es lo que Freud llamó preconsciente, algo que hoy llamaríamos "memoria disponible": se refiere a todo aquello que somos capaces de recordar; aquellos recuerdos que no están disponibles en el momento, pero que somos capaces de traer a la conciencia. Actualmente, nadie tiene problemas con estas dos capas de la mente, aunque Freud sugirió que las mismas constituían solo pequeñas partes de la misma.

La parte más grande estaba formada por el inconsciente e incluía todas aquellas cosas que no son accesibles a nuestra consciencia, incluyendo muchas que se habían originado allí, tales como nuestros impulsos o instintos, así como otras que no podíamos tolerar en nuestra mente consciente, tales como las emociones asociadas a los traumas.

De acuerdo con Freud, el inconsciente es la fuente de nuestras motivaciones, ya sean simples deseos de comida o sexo, compulsiones neuróticas o los motivos de un artista o científico. Además, tenemos una tendencia a negar o resistir estas motivaciones de su percepción consciente, de manera que solo son observables de forma disfrazada. Ya volveremos más adelante con esto.

EL ELLO (ID)

El Ello es la parte primitiva, desorganizada e innata de la personalidad, cuyo único propósito es reducir la tensión creada por «pulsiones» primitivas relacionadas con el hambre, lo sexual, la agresión y los impulsos irracionales. Comprende todo lo que se hereda o está presente al nacer, se presenta de forma pura en nuestro inconsciente. Representa nuestros impulsos, necesidades y deseos más elementales.

Constituye, según Freud, el motor del pensamiento y el comportamiento humano. Opera de acuerdo con el principio del placer y desconoce las demandas de la realidad. Allí existen las contradicciones, lo ilógico, al igual que los sueños. Representa la necesidad básica del ser de cubrir sus necesidades fisiológicas inmediatamente y sin considerar las consecuencias. La necesidad de obtener comida, la agresividad, así como la búsqueda del sexo, son respuestas del Ello a diferentes situaciones. El Ello, sin embargo, no es sinónimo de inconsciente. También las otras dos instancias, el Yo y el Superyó, tienen amplios sectores no asequibles por la conciencia. El Ello tiene una relación estrecha y conflictiva con las otras dos instancias, que se forman, escindiéndose del Ello, a partir de la interacción con el medio social (Realidad) y de la decantación del Complejo de Edipo, respectivamente.

Para Freud, la mayor parte del Ello es desconocida e inconsciente. Reservorio primero de la energía psíquica, representa la arena en la que se enfrentan pulsiones de vida (Eros) y de muerte (Thanatos). La necesidad imperiosa de la satisfacción pulsional rige el curso de sus procesos. Sus contenidos inconscientes son de diferentes orígenes. Por una parte, se trata de tendencias hereditarias, de determinaciones innatas, de exigencias somáticas, y, por otra parte, de adquisiciones, de lo que proviene de la represión. De forma sucinta, se puede definir al Ello como el reservorio pulsional del hombre.

La conquista del Ello, ese núcleo de nuestro ser, para Freud, es facilitada por el psicoanálisis a través del método de la asociación libre.

El Ello está presente desde el nacimiento. Está constituido por impulsos tan básicos como la tendencia natural a satisfacer el hambre, la sed y sexualidad, las que Freud llamó «pulsiones de vida», alimentados por una forma de energía llamada libido. Las pulsiones de la vida se engloban en el concepto de Eros (el nombre del dios griego del amor). El Ello contiene asimismo la pulsión de muerte, responsable de las tendencias a la agresividad y la destrucción. El Ello demanda la gratificación inmediata y opera bajo el principio del placer, el cual persigue la inmediata gratificación de las pulsiones.

EL YO (EGO)

Instancia psíquica actuante y que aparece como mediadora entre las otras dos. Intenta conciliar las exigencias normativas

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (34 Kb)
Leer 21 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com