Desarrollo Socioemocional
Enviado por carmen_aurora • 30 de Septiembre de 2013 • 763 Palabras (4 Páginas) • 399 Visitas
DESARROLLO EMOCIONAL DE 0 A 6 AÑOS
CONCEPTO DE AFECTIVIDAD
La afectividad la entendemos como los distintos estados de ánimo, agradables o desagradables que tiene el niño. Tan afectividad es el enfado como la alegría. Hay que distinguir sentimientos (duraderos y menos intensos) y emociones (breves y muy intensos).
CARACTERÍSTICAS de la afectividad infantil y pautas de actuación:
En la edad 0-3 se manifiestan más emociones que sentimientos. Según va creciendo aumentan los sentimientos y disminuyen las emociones, al tiempo que se va aprendiendo a controlarlos.
El niño tiene menos matizados que el adulto los estados afectivos. Por lo general son muy extremos: grandes penas, grandes alegrías.
Es normal que la afectividad infantil sea muy cambiante. No debemos preocuparnos por ello porque no indica ninguna anormalidad, sino que es una forma de ser.
En el niño no hay una relación causa-efecto como en los adultos. No es extraño que pequeñas causas provoquen grandes alteraciones o grandes satisfacciones. Hay que cuidar los mensajes que le damos, cómo se los damos, los mensajes de los cuentos y las películas.
No hay que tener miedo a frustrar al niño, siempre que lo hagamos con coherencia en nuestras normas, con constancia en las actuaciones y con calma. Sin olvidar que el porcentaje de alegrías debe ser siempre mucho mayor que el de las frustraciones.
Podemos mejorar mucho su autoestima y autosatisfacción dándole con frecuencia mensajes de felicitación y alegría. Será útil para el presente y para el futuro.
Olvida fácilmente los malos momentos cotidianos que no le dejan señales afectivas. Únicamente le quedarán en su memoria los sucesos que le ocasionan grandes penas, grandes alteraciones o grandes alegrías.
Utiliza sus propios estados afectivos para llamar la atención de los adultos o para vencer su voluntad ante las negativas u órdenes.
En este mismo sentido, no debemos preocuparnos de expresiones suyas del tipo: “no te quiero” o “mamá mala”. Por naturaleza ni puede desearlo ni puede pensarlo, pero si ve que le sirve para conseguir algo, lo puede utilizar. Igualmente no hay que tomarse a mal sus negativas a dar un beso. La reacción más aconsejable en estos casos es darle un mensaje positivo hacia él (por ej.: “pues, yo si te quiero”) y mostrarle que no nos afecta.
La educación de un niño debe tener en cuenta multitud de aprendizajes, pero no podemos olvidar la importancia del bienestar afectivo y el desarrollo de la autoestima. Con el paso de los años veremos que los aprendizajes son relativamente fáciles de recuperar, pero los daños o los problemas en el área afectiva son más difíciles de corregir.
Los diferentes estados afectivos no se pueden manejar directamente
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