Desarrollo físico

DESARROLLO FÍSICO Y COGNOSCITIVO EN LA INFANCIA TEMPRANA.

Desarrollo físico.

Aspectos del desarrollo físico.

Durante la niñez los niños adelgazan y crecen mucho, duermen menos, mejoran sus habilidades para correr y saltar, y desarrollan una preferencia por usar la mano derecha o izquierda.

A los 3 años los niños empiezan a adquirir la apariencia delgada y atlética de la niñez, sus extremidades se vuelven más largas y sus proporciones corporales son cercanas a la de los adultos, aunque su cabeza sigue siendo grande.

Los niños generalmente son más altos que las niñas y tienen más músculos por kg de peso, hasta que llega el estirón en la pubertad. El crecimiento muscular y esquelético hace que los huesos se endurezcan para proteger los órganos internos. Estos cambios son coordinados por el cerebro y el sistema nervioso. Los sistemas respiratorio, circulatorio e inmunológico se desarrollan aumentando la resistencia física y manteniendo sanos a los niños.

Patrones y problemas de sueño.

A los 5 años los niños duermen 11 horas en promedio, sin siestas en la tarde. A esta edad se pueden presentar trastornos de sueño por la activación accidental del sistema de control motor del cerebro, por la activación incompleta del sueño profundo, por un desorden de la respiración o por movimientos agitados de las piernas. Estos trastornos ocurren en familias y se pueden asociar con la ansiedad ante la separación.

Generalmente estos trastornos son ocasionales y luego son superados, pero si los problemas son persistentes pueden indicar una condición emocional, fisiológica o neurológica a la que poner atención.

Si un niño presenta terror nocturno (o del sueño) se despierta abruptamente, temprano en la noche, gritando, con la respiración agitada y la mirada perdida en el suelo. En realidad no está despierto, se tranquiliza rápido y a la mañana siguiente no recuerdo el hecho. Estos casos son comunes entre los 3 y 13 años.

Caminar y hablar durante el sueño es habitual durante la

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niñez temprana. Se recomienda no interrumpir el sonambulismo o los terrores nocturnos para no confundir y asustar.

Las pesadillas también son habituales y pueden producirse por ir a dormirse muy tarde, comer algo muy pesado antes de dormir o por ver algún programa o película de terror muy estimulante. Las pesadillas muy frecuentes pueden ser señal de mucho estrés.

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