Desde una violencia social a una dinámica familiar disfunional

Desde una violencia social a una dinámica familiar no tan dinámica

Juan José López Camacho

La violencia intrafamiliar es un tema conocido por los mexicanos a la perfección, quizá lo que argumente a continuación sea algo inapropiado para algunos y quizá, esos algunos pasen por el tan afamado síndrome del  “aquí no pasa nada”. Pero para iniciar debemos situarnos muchos años atrás, ¿hasta dónde?, tu sabes, como encontrar el nudo en un hilar gigante, el pasar y pasar hojas de un libro de cuatro millones de páginas impresas hasta encontrar un párrafo de dos líneas, donde se debate la direccionalidad de dicha lectura.

Es el momento de volver al pasado y tomar en cuenta lo que nuestra sociedad mexicana carga con tanto dolor, con tonalidades de Frida Kahlo y de José Joaquín Fernández de Lizerdi quiero que este escrito despierte la conciencia y la certeza en nuestra conducta.

El gran debate de la educación en México forma parte de este ensayo, puesto que es la educación por donde la mayoría de las personas adquieren información y a raíz de esta, la persona recrea en su mente una realidad interna: la cual se evidencia en sus familias. (Dias, 2010) Sencillo ¿no?, que fácil pude traducir el cauce de un pensamiento a convertirse en acciones. Pero no es así, tuvieron que pasar años de sufrimiento, sangre, llanto y despojo, para que en la actualidad, todos, podamos decir ¡viva México Ca*%&!

Porque es México, no es China o Argentina, cada país tiene su historia; que con un tanto de similitud podría englobar la situación social, pero soy mexicano y me preocupa tal síndrome que ya mencione.

Hernán Cortés no vino a saludar a los indígenas, ni a dialogar el traspaso de oro al gran imperio español, nuestra sociedad era indígena e inteligente (que algunos confunden un término del otro), la cual fue saqueada y matada vilmente ante sus templos santos. (Del Castillo, 2010) Un claro ejemplo de tan vil descaro y de mí parte una encarnada impotencia, es lo que mencionó Cortés:

“Sois escasos en número, pero fuertes en decisión y si ésta no falta, no dudéis que el Todopoderoso, que nunca ha abandonado al español en su lucha contra los paganos, os protegerá aunque os veáis rodeados por gran número de enemigos; pues vuestra causa es justa, y lucharéis bajo la insignia de la cruz. Adelante, pues, con serenidad y confianza; terminad la obra que se empezó con tan felices auspicios, y llevadla a un final glorioso” (Cortés)

Después de esto, es claro por donde se filtró cada litro de violencia hacia nuestra sociedad mexicana, ¿cierto?, ¿qué tan cierto es que el catolicismo y México son uno mismo?, a partir de los hechos relatados por la historia, la religión y la violencia fueron tragados de un solo bocado dejando al pueblo mexicano con un negro historial, que hasta la fecha se ve representado en cada conducta asumida por los grupos sociales. La violencia intrafamiliar, el machismo, los feminicidios y los atentados a los derechos de los infantes son solamente una suma de inercia social y una karma global a falta de esta conciencia formal sobre nuestra historia como pueblo indígena. (Montemayor, 2010)

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