Diario Vivir En Un Centro Penitenciario
Enviado por luchocat9 • 28 de Julio de 2016 • Ensayo • 4.577 Palabras (19 Páginas) • 286 Visitas
Una Mirada Al Diario Vivir En Un Centro Penitenciario
Anny Julieth Pérez Cristancho
Astrid Dayana Gómez Pidiache
Diana Carolina Angarita Dueñas
Colegio Nuestra Señora del Rosario
Proyecto de Grado
Sogamoso
2016
Tabla de contenido
Portada 1
Tabla de contenido 2
Introducción 3
Resumen 6
Summary 7
Planteamiento del problema 8
- Preguntas problema 8.1
Objetivos 9
- Objetivo general 9.1
- Objetivos específicos 9.2
Justificación 10
Delimitación 11
- Población 11.1
- Muestra 11.2
Marco referencial 12
- Marco teórico 12.1
- Marco conceptual 12.2
- Marco legal 12.3
Introducción
Son muchas las críticas y paradigmas acerca de la vida en las cárceles, dado que la función que limita la libertad en Colombia no es otra que resocializar al individuo que ha delinquido y que en virtud a esto ha recibido como castigo estar interno en un centro carcelario, para que se autoestime, auto examine y concientice del mal ocasionado que ha generado un malestar social, lo que quiere decir, que cuando recupere su libertad sea una persona nueva, respetuosa de la ley.
Hay crisis en los centros penitenciarios por falta de educación, alimentación e integración social, no tenemos un sistema de resocialización educativa que sea capaz de producir en el individuo un cambio, en el cual identifique que el perder uno de los derechos más importantes tiene consecuencias y que debe hacer lo máximo posible por recuperarla y hacer ver a la sociedad estudiantil que así lo necesita. El estado ha abandonado la cárcel en diversos ámbitos, que ha dejado a la deriva a estos personajes cuyas necesidades no han sido compensadas.
Nuestro sistema carcelario no es efectivo, porque la finalidad que tiene es crear cuatro paredes o cuartos enrejados para meter personas que no tengan acceso al exterior social, ni a sus familias, ya que no tiene políticas de calidad que hagan que una persona rechace el cometer un delito, Es evidente y claro que las cárceles en Colombia no son centros de reclusión para cumplir una pena, sino son centros de delincuencia, donde se cometen más delitos No hay autoridad y control honesto en la imposición del deber institucional, se comercia con entrar productos ilegales (droga, equipos de comunicación y armas) que les facilitan el camino del delito y así obtener de manera fácil bienes y necesidades.
, los procesados pagan su condena, pero en algunos casos hay impunidad, por eso las políticas no son eficientes por que el sistema del estado ha colapsado evidenciando que su principal objetivo no son las cárceles sino el bienestar propio.
Gracias a la falta de política castigadora de algunos delitos, el gobierno está convencido que hay que subir más y más las penas, educar es lo fundamental que el castigo sea congruente con el daño, si es un delito contra el patrimonio el castigo o pena debe ser jornadas de trabajo, si el delito ataca el bien jurídico de la libertad sexual, el castigo debe ser educativo y médico, si el delito es contra el derecho a la libertad, ahí si se justifica la reclusión en la cárcel donde debe someterse a deberes y reglas de conducta.
Pero como todo se castiga con cárcel el problema está al punto del desbordamiento, el hacinamiento va en aumento, porque las celdas ya no son suficientes: hay internos condenados en lugares donde solo deben ser sindicados porque están sometidos a medida de aseguramiento, a manera de ejemplo: condenados por delitos menores con delincuentes internos por delitos graves, o delincuentes sexuales en serie, que conllevan a que sean trasladados a instituciones lejanas de su núcleo familiar, ocasionado otro factor mayor a que no haya remedio: los presos son olvidados por la familia y las personas cercanas y se combinan así todo los factores, estar sometidos a una condena, o a una investigación, estar conviviendo con todo tipo de delincuentes, hacinados, por ejemplo la cárcel “Modelo” en Bogota dobla su contenido en un 100% debido a que tiene una capacidad para 2.907 personas, y se encuentran cerca de 8.000, con muchas necesidades, todo esto los marca con un estigma que han tenido repercusiones luego de su liberación.
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