Disciplina en los niños
Enviado por solceos • 20 de Agosto de 2016 • Síntesis • 448 Palabras (2 Páginas) • 152 Visitas
Disciplina en los niños
Te parece conocida una escena en donde los papás le dan una orden a su hijo(a) y este no muestre una actitud dócil, sino que se hace el sordo, llora, discute, se enoja, hace berrinche. Pues este niño esta desobedeciendo a sus padres y no tienen buena disciplina; pero dime que niño no lo ha hecho.
En la actualidad es difícil encontrar a niños obedientes o bien disciplinados, pero esto no es culpa de los niños, sino de los papás que no los enseñan a obedecer y a ser disciplinados.
El aprender a obedecer, reforzara la independencia del niño, ya que algo que da seguridad al niño, es saber que existen límites y que deben ser respetados.
La buena disciplina es la que establece límites claros para ayudar a que los niños desarrollen su confianza y autocontrol.
Al aplicar la disciplina se debe tener en cuenta la seguridad y la creación de una estructura y una rutina en la vida del niño. En una situación de disciplina, la salud y la seguridad del niño son prioritarias.
El niño aprende que hay cosas posibles y cosas que no lo son y que debe privarse, no se le puede pedir aquello que no puede comprender, por no haber alcanzado la edad adecuada.
Al poner límites, debemos tener siempre presente la meta de la disciplina, que es ayudar al niño a que logre el autocontrol. El autocontrol se aprende.
Los sentimientos de autovaloración y capacidad de los niños para que tomen sus propias decisiones se desarrollaran gradualmente. Los papás deberán hacer todo lo posible para ayudar y no para obstaculizar este proceso.
Para lograr dar disciplina a los hijos será necesario: instruir, estimular, corregir y amar a sus hijos.
Debemos de aprender a diferenciar dos momentos en el aprendizaje de la disciplina:
* Cuando el niño está aprendiendo una nueva regla.
* Cuando el niño no respeta una regla ya aprendida.
Lo más importante es que los padres se ubiquen en su lugar de guías facilitadores del aprendizaje positivo, no se les debe abandonar a su suerte, hay que acompañarlos ofreciéndoles la estructura suficiente para que ninguno se sienta perdido, esto es, siendo firmes y constantes en cuanto a la forma y la frecuencia del diálogo, aprovechando toda oportunidad para ahondar en las situaciones de manera reflexiva, y sobre todo de manifestar un afecto auténtico, transmitiéndole al hijo que está siendo aceptado tal como es, pero que puede y debe esforzarse en ser mejor para el mismo y para los demás.
Los hijos pueden escoger todos los amigos que quieran, pero no a sus padres. El ser padre es un privilegio y una responsabilidad y es muchísimo más que ser un amigo.
Lic. Marisol Durán De León.
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