Días de Santiago

Un joven perteneciente a una generación perdida buscando un lugar en esa jungla de concreto extraña y a la vez tan familiar que es Lima, una ciudad que lo desorienta llevándolo a una constante búsqueda de algo. Ser un buen hijo, ser un buen hermano, ser un buen esposo, ser un buen estudiante, ser un buen amigo,  ser productivo, ser un héroe, a fin de cuentas: ser alguien. Estas, y muchas más, son las expectativas frente a las que Santiago se ve compelido a cumplir para alcanzar su inserción en un mundo social, un mundo que no reconoce su entrega por haber servido al país en la lucha antisubersiva y en el conflicto armado con el Ecuador, a fin de cuentas, es un marginado como miles de jóvenes peruanos que pugnan contra un sistema que no les provee de las oportunidades para alcanzar su desarrollo. Constante búsqueda de un orden, balance y armonía en una ciudad caótica es lo que caracteriza a Santiago, una lucha por pertenecer a la sociedad civil nuevamente, alcanzar su identidad.

Una de las necesidades fundamentales del ser humano es la de conformar una identidad grupal, gracias a la cual pueda constituirse como miembro de un grupo y a su vez diferenciarse del mismo, obtener respeto, comprensión, y la noción de que no se encuentra solo en el mundo (Morales, 2007). Santiago encuentra difícil reinsertarse a la sociedad civil, la guerra lo ha cambiado, ya no es el mismo que partió a defender a su patria, ahora sólo vive lleno de traumas y recuerdos de una guerra que lo atormentan, llevándolo a la inestabilidad y a la paranoia, surgiendo dificultades para relacionarse adecuadamente. Santiago se encuentra marginado de la sociedad debido a su condición socioeconómica, perteneciente a una familia donde se reflejan todas las lacras de la sociedad, mediante su servicio militar busco superar esas adversidades perdiendo muchos años de su vida para no recibir nada significativo a cambio, sin trabajo y sin educación se hallaba en el limbo, fuera de la sociedad, una situación desesperante ya que “ser o sentirse excluido de un grupo es una forma de muerte social” (Morales, 2007). Tampoco Santiago llega a obtener el respeto que se merece, como lo refleja la escena en que busca comprar un refrigerador sacando a relucir sus credenciales de comando, lo cual hace a Santiago sentirse más excluido ya que la sociedad no le confiere reconocimiento ni status por haber servido a su patria. A su vez, Santiago no logra encontrar gente que lo comprenda, que comparta su perspectiva sobre el mundo, siendo prueba de ello sus fallidos intentos por salvar a su cuñada y a Andrea de aquel mundo contra el que lucha Santiago, lo que lo lleva a sentirse solo, a que no cuenta con el apoyo de otros miembros de la sociedad como lo son su familia, amigos, compañeros del ejército etc. Prueba de esa lucha por una identidad son los constantes entrenamientos de Santiago en el mar, en la fogata o cuando duerme vestido de comando, buscando mediante esos actos recuperar la identidad que adquirió en sus años de servicio que no llega a ser reconocida por la sociedad civil, siendo ahora un lastre para esta al igual que sus otros compañeros de la marina.

Santiago se caracteriza por una inestabilidad constante, producto de la tensión que le ocasiona la jungla de concreto, buscando adaptarse a esta mediante un intento obsesivo de transponer la vida militar a la vida en la sociedad civil, solo viviendo como un soldado puede hacer frente a esa hostil jungla humana en la que se ve inmerso, prueba de ello es lo que Santiago constantemente se repite “Yo siempre saco mi línea de las cosas” o "Todo tiene un orden, una razón de ser. Sin orden nada existe", dice y se dice a sí mismo Santiago e intenta decírselo a su esposa. Él y sus compañeros  fueron preparados para ser lo máximo y ahora no son nada,  tiene que buscar una nueva vida, dar un giro a las cosas, elaborar un plan para salir de su situación como se ve en la reunión de la “promoción”, plan del cual Santiago deserta. Santiago busca su propio camino mediante un taxi  en el cual amplia un poco su mundo conociendo a toda clase de gente, un taxi que representa un camino para lograr aquella meta de insertarse y adaptarse a una sociedad cambiante, estudiar y salir de fiesta, tener amigos, una enamorada, recuperar su juventud. Mediante ese taxi busca cumplir con aquellas tareas de crecimiento, supervivencia y apareamiento que menciona la psicología evolucionista, adaptarse al mundo y asegurar su permanencia en este.

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