ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

EL AVIADOR ANALISIS


Enviado por   •  18 de Abril de 2014  •  1.402 Palabras (6 Páginas)  •  629 Visitas

Página 1 de 6

La cita que he incluido sobre estas líneas en su idioma original (creo que así tiene más fuerza) contiene las últimas palabras de la película número diecinueve como director de Martin Scorsese, si excluimos documentales y segmentos de películas, y es, muy probablemente, la frase más importante que Leonardo DiCaprio, en el papel de Howard Hughes, pronuncia en toda la película (sin poder parar de repetirla…), por lo que tiene de carácter totalizador de la compleja personalidad de Hugues, de la compulsiva peripecia que experimenta como personaje en la película, y de obsesión permanente, no siempre igual de bien contextualizada en la historia. Antes de llegar a estas importantes palabras, ciento setenta minutos que recogen treinta y cuatro años de la vida y avatares de Hughes y de dos docenas de personajes importantísimos que le rodearon en su necesidad (casi una maldición) de querer ser el más rico, de hacer las mejores películas, acostarse con las más bellas e inteligentes mujeres y construir el avión más extraordinario que imaginar quepa.

Martin Scorsese, una vez hecho realidad su sueño de filmar ‘Gangs of New York’ (id, 2002), que se saldó con un éxito bastante notable a pesar de lo enorme de la producción y de problemas ya comentados con el montaje final, leyó entusiasmado el guión de John Logan, que ya había escrito los guiones de ‘Gladiator’ (id, Ridley Scott, 2000) y de ‘El último samurái’ (‘The Last Samurai’, Edward Zwick, 2003), y accedió a filmarlo casi de inmediato, sin apenas cambiar una coma del libreto, algo bastante inusual en él. Como resultado obtenemos un filme por momentos apasionante, pero también con zonas muy grises. Que se ve muy bien, divierte y crea tensión, pero que carece de la densidad del gran cine de Scorsese, y que, mal que nos pese a los scorsesianos más irredentos, inicia la desvaída, desigual y aguada zona final (de momento) de la carrera del maestro italoamericano.

El ingeniero aeronáutico, productor de cine, aviador y vividor Howard Hughes, en un principio, parece el tipo de personaje ideal para excitar la fantasía creativa de Martin Scorsese. En todas las facetas de su vida, incluso en la de empresario o conquistador, su actitud estuvo presidida por una compulsión profunda, incontrolable, que le lanzó siempre hacia el futuro o el pasado, y le impedía disfrutar de su quizá deslumbrante presente. Su constante frustración, su infinita capacidad autodestructiva, sus complejos y culpas, le hermanan irremediablemente con otros antihéroes scorsesianos que creo no necesitan volver a ser nombrados aquí. Su transtorno obsesivo compulsivo fue tomado, en sus tiempos, como una más de sus muchas excentricidades, que le han convertido en una de las personalidades norteamericanas más famosas del siglo XX. El ambicioso fresco histórico (uno más…) que propone el director de ‘El aviador’ (‘The Aviator’, 2004) retrata con precisión solamente tangencial a este hombre tan impredecible, y es que me parece imposible percibirla como una película redonda, pues la superficialidad o el lugar común se instalan demasiado a menudo en su relato.

Un reparto de nuevo irregular

Para dar vida a Howard Hughes, Scorsese confió en Leonardo DiCaprio, con quien ya había trabajado, previa recomendación efusiva de su amigo De Niro, en la notable ‘Gangs of New York’. En esta ocasión, la superestrella (y a veces buen actor), llevaría un peso mayor en la nueva película de su admirado maestro, y tendría que salir vivo de la hazaña. Por una parte, nadie puede negarle a DiCaprio los redaños y la pasión a la hora de enfrentarse a este reto. Por otro, bajo mi punto de vista, y aunque el intérprete se deja la piel, el resultado no es del todo satisfactorio. DiCaprio está sólido como Hughes, pero en ningún momento se tiene la sensación de estar viendo al personaje, sino a un actor haciendo de un personaje. En pocas palabras: en la pantalla no está Hughes, “sólo” existe un buen actor haciendo de Hughes. La identificación, la transformación, nunca es total, y esto acaba pesando bastante. La estrella, como es lógico, se tiñó el pelo de negro y copió y asumió los gestos y actitudes de Hughes, pero jamás se convirtió en él. Scorsese le dirige con suma habilidad, pero en su partitura siempre hay una nota falsa.

theaviator008.jpg

El

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (9 Kb)
Leer 5 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com