EL DESARROLLO EPISTEMOLÓGICO DE LA PSICOLOGÍA

a) EL DESARROLLO EPISTEMOLÓGICO DE LA PSICOLOGÍA.

La fenomenología nos coloca ante el sujeto como un fenómeno, en su integridad holística, en toda su expresión, lo cual sin dudas define una nueva forma de acercamiento a su estudio, que se replantea completamente la orientación a la atomización dominante en el planteamiento positivista.

Sartre plantea (1987): “Fue por reacción contra las insuficiencias de la psicología y del psicologismo por lo que apareció, hará un conjunto de epistemologías alternativas dentro del conocimiento psicológico, las cuales han ganado una consistencia y continuidad qué podemos definir como verdaderas tendencias de cambio en el desarrollo de nuestra ciencia, entre ellas tenemos el constructivismo, el construccionismo social y aunque dando aún sus primeros pasos en el terreno de la psicología, la epistemología de la complejidad”

El constructivismo cuya propia ubicación histórica es objeto de no pocas polémicas, tiene un origen esencialmente asociado con el estudio del funcionamiento cognitivo del ser humano (Baldwin, Piaget y Kelly). La atención a los procesos epistemológicos por parte de estos autores se ubicó más en el sujeto concreto del conocimiento, quien representaba esencialmente su objeto de estudio, sin embargo las implicaciones epistemológicas de sus posiciones para la psicología solo fueron desarrolladas ulteriormente por autores como Pascual Leone, Delval, Von Glasersfeld, etc.

En general todos los autores que se adscriben en esta corriente del pensamiento comprenden el conocimiento como un proceso activo de construcción, sin embargo difieren en cuanto al lugar de la realidad del mismo, así como en cuanto a los ámbitos de desarrollo de su planteamiento constructivista lo cual les conduce a diferencias sobre las categorías teóricas utilizadas.

Según Von Glasersfeld, los dos principios básicos del constructivismo radical son:

1) El conocimiento no se recibe pasivamente, ni a través de los sentidos, ni por medio de la comunicación, sino que es construido activamente por el sujeto cognoscente.

2) La función de la cognición es adaptativa y sirve a la organización del mundo experiencial del sujeto, no al descubrimiento de una realidad exterior objetiva.

El valor epistemológico del constructivismo está en la ruptura que el concepto de construcción supone en relación al concepto de respuesta sobre el cual se ha desarrollado prácticamente toda la metodología de la psicología. El hombre construye su expresión ante las situaciones que enfrenta, no responde simplemente a ellas, lo cual tiene profundas implicaciones para la metodología de la psicología, a las cuales, paradójicamente, prácticamente ninguno de los representantes del constructivismo ha orientado su reflexión.

El construccionismo enfatiza el carácter social del conocimiento destacando la significación del lenguaje de acuerdo al modo en que está inmerso dentro de los patrones de relación. En este sentido Gergen afirma (1996): “Es la forma de relación lo que posibilita que al semiótica funcione”

Las representaciones sociales abren la complejidad de los estudios de la sociedad.

La epistemología de la complejidad reconoce una realidad compleja, dentro de la cual los diferentes fenómenos deben ser comprendidos dentro de la pluralidad de procesos en que se constituyen lo cual nos lleva a evitar simplificaciones dicotómicas del tipo individuo-sociedad, externo-interno, objetivo-subjetivo, y otras tantas que durante años han caracterizado el desarrollo de la psicología como ciencia.

La complejidad nos coloca ante una realidad muy diferente, una realidad procesal, dinámica, pluridimensional y paradojal, la cual no espera de forma pasiva su “captura” a través de nuestros métodos, sino que nuestra propia acción, incluyendo la metodológica, es una parte constitutiva de la misma, que se expresa como construcción en la misma medida en que existe ella.

b) LA CUESTIÓN DEL DESARROLLO DE LA SUBJETIVIDAD EN LA PSICOLOGÍA.

Weber (1964): “Debe entenderse por sociología: una ciencia que pretende entender, interpretándola, la acción social, para de esa manera explicarla causalmente en su desarrollo y efectos. Por acción debe entenderse como una conducta humana (bien consista en un hacer externo

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