EL DUELO Y EL DOLOR DEL DUELO
Enviado por ANDREITA9840 • 1 de Febrero de 2014 • 1.337 Palabras (6 Páginas) • 271 Visitas
EL DUELO Y EL DOLOR DEL DUELO
A través de nuestras experiencias y conforme nos vamos desarrollando nos enfrentamos a pérdidas que son inherentes y constitutivas. La presencia del duelo en la vida de cualquier ser humano es un inevitable; todo individuo ha pasado por el más de alguna ocasión; algunos pueden describir y compartir con otros lo que pasaron, lo que sintieron, lo que vivieron pero también hay a quienes no les es tan fácil dar cuenta de ello.
Sin embargo, independientemente de la capacidad de descripción, la mayoría de los individuos adultos, apoyándose en la experiencia, el desarrollo, el pasar de los años, las racionalizaciones y compensaciones se puede dar una idea o al menos intentan comprender lo que es el duelo que continua siendo un fenómeno incomprensible, forzado y doloroso de aquel a quien se ama y que ya no está; donde se es obligado a sepáranos, interiormente, de ese que perdimos exteriormente que llega a convertirse en una lucha permanente entre el amor que nos ata al que amamos y que está perdido.
Según la teoría de Freud el Duelo es la reacción frente a la pérdida de una persona amada o de una abstracción que haga sus veces, como la patria, la libertad, un ideal y Melancolía se singulariza en lo anímico por una desazón profundamente dolida, una cancelación del interés por el mundo exterior, la pérdida de la capacidad de amar, la inhibición de toda productividad y una rebaja en el sentimiento de sí que se exterioriza en autor reproches y auto denigraciones y se extrema hasta una delirante expectativa de castigo.
Pero el duelo es un proceso normal de adaptación por la pérdida de algo o alguien que uno desea o quiere mucho, este proceso se da de forma natural en las personas y se va desarrollando de a poco con el tiempo, ya que se requiere de bastante dedicación y perseverancia de la persona afectada para que pueda salir adelante. Por otra parte se piensa que la Melancolía es en algunos casos un duelo patológico, donde se desarrolla un estado de ánimo provocando una baja autoestima, además de dolor y culpa, ya que el melancólico se siente responsable por el duelo.
Paralelo a este pensamiento también se observa que la melancolía tiene en algunas situaciones aspectos positivos, en donde no es patológica y más bien se vuelve algo privado de cada persona, donde cada cual elige hasta qué punto será tocado por la melancolía y cómo será usada.
Es importante aclarar que el duelo no sólo se vive cuando una persona cercana fallece o deja de estar a nuestro lado, por la razón que sea. El duelo también puede experimentarse al dejar un trabajo, al perder una casa, al alejarnos de algo que es muy preciado, cada duelo es único y sin importar la razón del mismo, será del tamaño y de la importancia que cada persona le asigne según sus sentimientos y no hay tiempos estimados para superar un duelo. Cada persona, según su ritmo y proceso, irá experimentando las diferentes fases de ello.
El duelo o aflicción es un proceso normal, mientras que la melancolía es patológico. Ambos, duelo y melancolía, sobrevienen como consecuencia de la pérdida de algún objeto o situación amada; en ambos casos existe un estado de ánimo doloroso, una pérdida de interés por el mundo exterior, una pérdida de la capacidad de amar y una inhibición general de todas las funciones psíquicas (empobrecimiento anímico). Sin embargo, existe una diferencia, pues la melancolía incluye otro síntoma que no está en el duelo: la pérdida de la autoestima, lo que se traduce como autor reproches.
La resolución del duelo implica que el sujeto va comprendiendo gradualmente que el objeto amado no existe más. Este trabajo de duelo culmina cuando el yo queda libre y sin inhibiciones, depositando la libido sobre un nuevo objeto, es decir, es capaz de recate tizar el mundo. En la melancolía, en cambio, la libido libre no fue desplazada sobre otro objeto sino retraída sobre el yo, es decir, se produjo
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