Ensayo Sobre La Agonia, Muerte Y Duelo
Enviado por MARCELAIL1972 • 21 de Agosto de 2011 • 1.595 Palabras (7 Páginas) • 2.044 Visitas
ENSAYO
APOPTOSIS Y SENESCENCIA CELULAR
Los organismos con tejidos renovables tuvieron que desarrollar mecanismos que le permitieran prevenir el desarrollo de tumores. Entre esos mecanismos está la SENESCENCIA CELULAR y la APOPTOSIS o muerte celular programada. . El primero impide de forma irreversible el crecimiento de células propensas a sufrir transformaciones neoplásicas; el segundo, mata células dañadas, que posean mutaciones y que puedan resultar peligrosas para el organismo.
La muerte celular programada es parte integral del desarrollo de los tejidos tanto de plantas como de animales pluricelulares. En animales, la forma de muerte celular programada más corriente es la "apoptosis". Cuando una célula muere por apoptosis, empaqueta su contenido citoplasmático, lo que evita que se produzca la respuesta inflamatoria característica de la muerte accidental o necrosis. En lugar de hincharse o reventar y por lo tanto, derramar su contenido intracelular dañino enzimático, hacia el espacio extracelular, las células en proceso de apoptosis y sus núcleos se encogen, y con frecuencia se fragmentan conformando vesículas pequeñas que contienen el material citoplasmático. De esta manera, pueden ser eficientemente englobadas vía fagocitosis y, consecuentemente, sus componentes son reutilizados por macrófagos o por células del tejido adyacente.
Todas las células de un organismo multicelular complejo están sometidas a un riguroso control que abarca tanto su potencial de proliferación y diferenciación como la muerte celular por senescencia o apoptosis. El triángulo que se establece entre los índices de proliferación, diferenciación y apoptosis constituye la base sobre la cual se asienta la homeostasia de órganos y tejidos.
El cáncer se inicia cuando una célula escapa a los controles de división y muerte celular y comienza a proliferar descontroladamente.
Las mutaciones constituyen el principal riesgo de daño genómico en células mitóticas. El genoma continuamente es afectado por influencia del entorno, por subproductos del metabolismo oxidativo y en el caso de las células que se dividen, por errores en la replicación del ADN y la mitosis.
La apoptosis y la senescencia poseen características en común, sin embargo, mientras la apoptosis mata y elimina a las células potencialmente cancerígenas, la senescencia detiene irreversiblemente su crecimiento, constituyendo barreras que las células deben vencer para progresar hacia la malignidad.
Ciertos tipos de daño al ADN también pueden producir senescencia celular; lo explica la senescencia replicativa prematura de las células de donantes con el síndrome de Werner o del envejecimiento prematuro.
Todos estos estímulos tienen en común el potencial de causar o contribuir al origen del cáncer. La erosión telomérica inevitablemente conduce a una inestabilidad genómica y por tanto a una hipermutabilidad. De esta misma forma, el daño al ADN puede originar mutaciones (en oncogenes o genes supresores de tumores), aberraciones cromosómicas e inestabilidad genómica.
La mayoría de las células animales tienen la capacidad de autodestruirse, mediante la activación de un programa suicida, cuando no son necesarias o sufren un daño irreversible en el genoma. Este fenómeno ocurre de forma natural en diferentes tejidos a lo largo de la vida con lo cual se garantiza la homeostasia.
También constituye un mecanismo de defensa para eliminar células potencialmente peligrosas como aquellas que han sido infectadas por virus o células que portan alteraciones genéticas, incluyendo las células tumorales.
La ejecución de la apoptosis está asociada a una serie de características morfológicas y cambios bioquímicos. Las células muertas son rápidamente eliminadas y se evita la liberación de material citoplásmico asociado a una respuesta inflamatoria.
La célula debe ejercer un fuerte control sobre la ejecución de los mecanismos de muerte celular. En este sentido, existen importantes evidencias que demuestran que la desregulación de la apoptosis se relaciona con un amplio rango de anomalías en el desarrollo embrionario y contribuye a la patogénesis de múltiples enfermedades humanas entre las que se encuentra el cáncer.
Uno de los principales adelantos ocurridos en la última década, en el campo de la investigación sobre el cáncer, lo constituyó el estudio de la apoptosis y su marcado efecto en el fenotipo maligno. En este sentido existe, un consenso en plantear que junto a la desregulación del crecimiento, la inhibición de la apoptosis desempeña un papel esencial en el proceso tumoral.
Se apoyó en evidencias que demuestran que la muerte celular, al igual que cualquier proceso metabólico, es un programa regulado genéticamente. Este control sobre los mecanismos de muerte influye tanto en la supervivencia de la célula como en el control de la proliferación y la diferenciación.
Estudios cinéticos del crecimiento tumoral han revelado una alta frecuencia de apoptosis tanto en tumores que regresan de manera espontánea, como en tumores tratados con drogas quimioterapéuticas y tratamientos radiactivos.
Las células cancerosas adquieren mutaciones que convierten a genes reguladores de la proliferación o diferenciación en oncogenes desencadenantes del cáncer. Esto se logra al inactivar vías que fisiológicamente inducen la apoptosis o al activar la maquinaria regulatoria que inhibe la apoptosis.
Entre los estímulos externos capaces de inducir apoptosis está la disponibilidad
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