EL PAPEL DE LA FAMILIA EN LA SOCIALIZACIÓN DEL ADOLESCENTE

EL PAPEL DE LA FAMILIA EN LA SOCIALIZACIÓN DEL ADOLESCENTE

La familia: el núcleo de la sociedad. Lo hemos escuchado cientos de veces, pero al parecer se nos olvida que es en ese núcleo que todo ser humano va aprendiendo y desarrollando su habilidad para relacionarse con los demás. Socializar implica por tanto, que desde muy temprana edad ayudemos a nuestros niños a llevar buena relación en familia pues esto resulta crucial para su adaptación y participación en sociedad cuando tenga que llegar a la edad escolar y posteriormente a la laboral.

El adolescente se enfrenta en esta etapa en una situación ambivalente donde su desconcierto no sólo es en cuanto a sus cambios físicos y emocionales, sino que la libertad o sobreprotección que les brinden sus padres o familiares llegan a convertirse en un fastidio pues no alcanzan a comprender o no tienen muy en claro hasta donde llega la libertad otorgada o si les satisface sentirse protegidos como cuando eran unos niños. Por un lado perciben la oportunidad de demostrar que pueden tomar decisiones, enfrentarse al mundo entero, pero también sienten un poco de temor ante lo impredecible que pueda ser la sociedad en sí misma.

En medio de todo este desconcierto encontramos la imprescindible presencia del papel de apoyo que juega la familia en la vida de todo adolescente. Si bien, a los adolescentes se les abre un mundo de posibilidades en que no solo la familia funge ese papel ya que aparecen en su panorama también el grupo de pares y las instituciones educativas. Además de esto la familia también compite con otros mecanismos socializadores: los medios de comunicación, las organizaciones públicas o privadas de jóvenes que inevitablemente influirán en el desarrollo de la personalidad de nuestros adolescentes.

Podríamos asegurar que donde existe una familia basada en relaciones saludables, amorosas inteligentes, la adolescencia tendrá un paso igualmente sano y sin complicaciones; a la inversa donde se da una disfunción familiar se darán conductas riesgosas en los jóvenes. Así de importante es que se mantenga un ambiente favorecedor dentro de la familia y las relaciones familiares ya que de esto depende el desarrollo óptimo de las potencialidades socializadoras de todo adolescente.

Existen cinco funciones y responsabilidades familiares que deberían cumplirse para generar éste sano desarrollo:

-La provisión de los recursos básicos para subsistencia. Quiere decir que las necesidades básicas de sobrevivencia se darán en el grupo familiar, incluyendo aquí el cuidado de los hijos por parte de los padres y un resguardo psicosocial que no se limite a los recursos materiales.

- El cuidado del hogar. Se refiere a que por muy grandes que se vean lo muchachos al entrar a la adolescencia, los padres deben seguir

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