EL SER Y EL SER EN EL MUNDO

REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA[pic 1][pic 2]

UNIVERSIDAD BICENTENARIA DE ARAGUA

ESCUELA DE PSICOLOGIA

SAN JOAQUIN ESTADO ARAGUA

Psicologia de la personalidad I

V Sem. Secc. W

Prof. Niestber Arza                                                                   Integrantes:

                                Ismara Pinto C.I. V-14.730.277

Mateos Fidel C.I. V-17.051.836

TALLER EL SER Y EL SER EN EL MUNDO

Martin Heidegger, fue un filósofo y profesor universitario que tras sus inicios en la teología católica, desarrolló una filosofía que influyó en campos tan diversos como la teoría literaria, social, política, el arte, entre otras, así como también con sus propuestas logro influir el mundo del psicoanálisis y la psicoterapia, utilizada también en la antropología cultural, el diseño y el ecologismo. Fue considerado, junto con Ludwig Wittgenstein, como uno de los pensadores más influyentes en la filosofía contemporánea.  En la comprensión heideggeriana, el hombre es el ente abierto al ser, pues sólo “a él le va su propio ser”, es decir, mantiene una explícita relación de copertenencia con él. Según Heidegger La forma específica de ser que corresponde al hombre es el “ser-ahí” o lo que se conoce como “Dasein”, en cuanto se halla en cada caso unido al mundo, lo cual definiria al “ser ahí” como “ser en el mundo” o “estar en el mundo”,  es de esta estructura que nace la analítica existencial del Dasein, que en la obra de este filosofo llamada Ser y tiempo juega el papel de ontología fundamental.

En 1928, Heidegger impresionó a muchos con su manera de replantear lo que es el “Ser”, incluyendo el ser de las cosas y el ser de los seres humanos. Para él, la pregunta por el “Ser” que se hacen los hombres, no es una pregunta que apunta a un “Qué es”, sino mas bien, es una interrogación que busca descubrir sentidos. Es decir, hallar repuestas es lo que guía ese constante anhelo por encontrar el sentido de todo lo que nos rodea y de nuestra propia vida de querer saber definiciones, conceptos o descripciones, Cuando preguntamos ¿Qué es la vida?, lo que queremos preguntar es ¿Cuál es su sentido?, ¿Por qué estoy aquí?’. El supuesto de la filosofía moderna, desde Descartes, sobre un sujeto encerrado en sí mismo que se enfrenta a un mundo totalmente ajeno es inconsistente para Heidegger: el ser del hombre se define por su relación con el mundo, relación cuya forma de ser no consiste en un “comercio” entre sujeto y objeto, o en una teoría del conocimiento que también los implique, sino que es propia de la existencia (Dasein) como “ser en el mundo”, y encuentra su fundamento ontológico en el “cuidado” o “cura”. Estas categorías le sirven para comprender por dónde pasa la diferencia entre una vida auténtica, que reconozca el carácter de “caída” que tiene la existencia (propiedad), es decir, la imposibilidad de dominar su fundamento (el ser), y una vida inauténtica o enajenada, que olvida el ser en nombre de los entes concretos (impropiedad).

Hasta mediados del siglo XIX se pensaba que el ser humano y el mundo eran dos entidades separadas, independientes. Por un lado, estaba el ser humano como sujeto, por otro lado, el mundo como objeto. Sobre ese mundo se podían decir muchas cosas, incluso se podía dudar de su existencia. Lo único que nos dice nuestra conciencia es que nosotros existimos, el hecho de preguntárselo ya indica que existe una conciencia haciéndose esa pregunta.  Ahora y  ¿qué pasa con el resto del mundo, con toda esa realidad que vemos a nuestro alrededor?, es posible que  los sentidos puedan engañar nuestra mente, la persona en el desierto puede “ver” agua donde no la hay, a veces escuchamos ruidos inexistentes, a distancia las cosas parecen ser de un tamaño, y cuando están cerca tienen otro, el agua del mar se ve azul, pero en realidad es es transparente. ¿Cómo se puede fundamentar la realidad de un mundo si estoy constantemente siendo engañado por mis sentidos? ¿En que se distinguen todas estas falsas percepciones de la realidad de un sueño?  ¿Cómo se que todo lo otro es real?  Buscando estas respuestas es donde la filosofía tuvo un gran problema, puesto que se trataba de fundamentar la realidad y la existencia del mundo de forma racional, sin tener que recurrir a ningún dios que sirviera de garantía, Logrando así que el mundo se volviera una extensión de la conciencia. En otras palabras, se dijo algo como: dado que no sabemos lo que es la realidad, ni qué leyes la gobiernan, hablaremos únicamente sobre aquello que pueda demostrar, y entender. Si el razonamiento con  sus conceptos y su lógica, me dicen que el mundo es de cierta manera diré que esa es su realidad. En otras palabras, el mundo será aquello que yo, como sujeto, diga y la verdad será aquello que se adecúe al entendimiento del ser humano, surgiendo así la era del racionalismo e idealismo, donde se empezó a filosofar como si estuviéramos en un laboratorio, donde los hombre se encargaron de hacer del mundo un objeto de estudio, aplicando leyes basadas en la razón, y creando teorías sobre esa realidad, pero el mundo por si solo se encargó de derrumbar esta manera de pensar, cuando la realidad se hizo tan intensa que era imposible seguir defendiendo estas distancias. El filósofo Husserl, maestro de Heidegger, propuso actuar de forma distinta dejando el tema de si la realidad es o no es enfocándose en lo que experimentaba la conciencia cotidianamente que decía que nosotros y el mundo estamos aquí, y nuestra conciencia está en un vaivén en el que se orienta unas veces hacia afuera y otras hacia dentro, en busca de reflexión.

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