EMILY MARTIN

Es difícil ver cómo nuestras ideas científicas actuales son infundidos por los supuestos culturales, es más fácil ver cómo las ideas científicas del pasado, las ideas que ahora parecen mal o demasiado simple, puede haber sido afectado por las ideas culturales de una época anterior. Para sentar las bases para una mirada contemporánea a las opiniones científicas de la menstruación y la menopausia, empiezo con el pasado.

Era una idea aceptada en la literatura médica de los antiguos griegos hasta finales del siglo XVIII que los cuerpos masculinos y femeninos eran estructuralmente similares. Como Nemesio, obispo de Emesa, Siria, en el siglo IV, lo puso, "las mujeres tienen los genitales con los hombres, excepto que ellos están dentro del cuerpo y no fuera de él». Aunque cada vez más detalladas anatómica underestanding (tales como el descubrimiento de la naturaleza de los ovarios en la segunda mitad del siglo XVII) cambió los detalles, los estudiosos de medicina de Galeno en el siglo II a Grecia a Harvey en el siglo XVII Gran Bretaña todos los asumido que los órganos integral de las mujeres eran estructuralmente analogus a los hombres exteriores.

Pero si bien los géneros son estructuralmente similares, no eran iguales. Por un lado, lo que podría ser visto de los cuerpos de los hombres se asumió como el patrón de lo que no se podía ver de la mujer. Por otra parte, tan humano como poseído por una especie más "calor" que otros animales, y por lo tanto se considera más perfecto, así que los hombres poseían más "calor" que las mujeres y por lo tanto se considera más perfecto. La frialdad relativa de la mujer impidió que sus órganos reproductivos forman extrusión fuera del cuerpo, pero, afortunadamente para la especie, los mantenía en el interior, donde siempre un lugar protegido para la concepción y gestación. Durante los siglos en los cuerpos masculinos y femeninos fueron vistos como un compuesto de estructuras análogas, un conjunto de metáforas relacionadas se utilizó para mostrar la forma cómo las partes de los cuerpos masculinos y femeninos funcionado. Estas metáforas fueron dominantes en la medicina clásica y siguió funcionando hasta el siglo XIX:

El cuerpo fue visto, metafóricamente, como un sistema de interacciones dinámicas con su ambiente. Salud o diease el resultado de una interacción entre la dotación acumulada constitucionales y las circunstancias ambientales. Uno no podría vivir sin comida ni agua y el aire; había que vivir en un clima particular, bajo un cuerpo de un particular de la vida y el trabajo. Cada uno de estos factores implica una necesaria y continua adaptación fisiológica. El cuerpo estaba siempre en un estado de devenir-y por lo tanto siempre en peligro.

Dos supuestos subsidiarios rigen esta interacción: en primer lugar, que "estaba relacionado con todas las partes del cuerpo inevitable e inextricablemente con todos los demás" y, segundo, que "el cuerpo fue visto como un sistema de admisión y egresos, un sistema que había, necesariamente, permanecer en equilibrio si el individuo se mantuviera saludable.

Dados estos supuestos, los cambios en la relación de las funciones del cuerpo se produjo constantemente durante toda la vida, aunque con más intensidad en algunos momentos que en otros. En influyente Edward inclinación de la cuenta de mediados del siglo XIX, por ejemplo, la menopausia después de la sangre que fluyó alguna vez fuera del cuerpo como la menstruación se transformó a continuación en la grasa:

La grasa se acumula en las mujeres después del cambio de la vida, ya que se acumula en los animales de los que los ovarios han sido removidos. La retirada del estímulo sexual del sistema nervioso ganglionar, permite que se transforme en grasa y para su gloria personal que la sangre que de otro modo podría perpetuarse hace la carrera.

Durante la transición a la menopausia, o el tiempo "esquivar", la sangre no puede ser convertido en tan gordo, que fue dado de alta ya sea como una hemorragia o mediante otros mecanismos de compensación, el más importante de ellas fue "la descarga":

En cuanto a treinta y dos años que había sido habitual que las mujeres pierden alrededor de 3 onzas, de sangre cada mes, por lo que habría sido hecho singular, si no existían algunas descargas bien continuó en calidad de compensación wastegates para proteger el sistema, hasta que / a la salud podría verse permanentemente restablecido por nuevos equilibrios en la asignación de la sangre a las diversas partes ... los rubores determinar la transpiración. Ambas pruebas un fuerte efecto de poder conservador, y puesto que constituyen la mayoría de gran porte de la seguridad y habitual de la válvula del sistema en el cambio de vida, vale la pena estudiarlos.

En esta cuenta, compensando mecanismo como el "flush" se considera que tienen la función positiva de mantenimiento de admisión y egresos en equilibrio. Estos actos de equilibrio había análogos exactos en los hombres. En vista de Hipócrates de purificación, que aún estuviera vigente en el siglo XVII, "las mujeres eran de más frío y menos activas que los hombres dispotition, de modo que mientras que los hombres podrían sudor para eliminar las impurezas de su sangre, el más frío de las mujeres dispositios no les permiten ser purificado de esa manera. Las hembras menstuated para librar su cuerpo de impurezas.

O en otro punto de vista, expuesto por Galeno en el siglo secong y aún aceptado en el siglo XVIII, la menstruación fue el desprendimiento de un exceso de sangre, una plétora. Pero lo hizo a través de los hombres las mujeres la menstruación puede hacer de otras maneras, por ejemplo al tener la sangre deja. En ambos puntos de vista del mecanismo de la menstruación, no el propio proceso sólo había análogos en los hombres, que era visto como intrínsecamente mantenimiento de la salud. La sangre menstrual, sin duda, se ve a menudo como Fould y sucio, pero el proceso de excreción no era intrínsecamente patológica. De hecho, si no se excretan se tomó como un signo de enfermedad, y una gran variedad de recursos existía incluso en el siglo XIX, específicamente para restablecer el flujo menstruales si se detuviera.

En el año 1800, de acuerdo con importante estudio reciente Laqueur, esta larga tradición que vio los cuerpos femeninos y masculinos como similar estructura y la función comenzó a venir "bajo ataque devastador. Escritores de todo tipo estaban decididos a base de lo que se insistió en las diferencias fundamentales entre la sexualidad masculina y femenina, y por lo tanto entre el hombre y la mujer, en descubrir las diferencias biológicas. Laqueur sostiene que este intento de diferencias

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