ENSAYO: FEMINICIDIO EN ZACATECAS
Enviado por isaeligua • 15 de Noviembre de 2016 • Ensayo • 1.925 Palabras (8 Páginas) • 1.391 Visitas
[pic 1] UNIVERSIDAD AUTONOMA DE ZACATECAS [pic 2]
UNIDAD ACADEMICA DE PSICOLOGIA
PSICOLOGIA Y CULTURA
DOCENTE:
HORTENSIA GÓMEZ SILVA
ENSAYO:
FEMINICIDIO EN ZACATECAS
ELISA GUADALUPE CORONA PERALES
15/11/2016
INTRODUCCIÓN
La mujer puede culminar por si sola pero erróneamente le ha hecho creer al hombre que él es el macho alfa en una postura familiar y que ella solo debe hacer lo que le corresponde.
El presente trabajo pretende dar una perspectiva sobre la definición del feminicidio aunado a las características que implica su desarrollo, pues la definición no es muy diferente a la de un homicidio en la cual el sexo es indistinto, lo que se pretende es mostrar dichas diferencias las cuales radicaran en diferentes aspectos. Si bien se maneja como un problema actual, éste siempre ha existido a lo largo de la historia, pero no se le daba la relevancia como hasta ahora en el cual se pretende tener una mejor política criminológica acerca de dicho delito, modificando en pro de la disminución de este delito, ahora bien, la prevención del delito juega un papel muy importante en esta situación, pues es con él, la herramienta más importante que se tendrá para combatir este problema que tanto dolor de cabeza ha causado a la sociedad mexicana.
Se hablará de ello puesto que en la sociedad zacatecana en lo que va del 2012 al 2016 ha habido 22 feminicidios y esto va en acrecencia ya que a la mujer zacatecana aun con las leyes no se le da el lugar merecido y no me refiero a halagos ni cosas de esas, sino que no se le tiene el respeto merecido ya que a la mujer aun en estos tiempos se le ve como un objeto sexual por el machismo existente aun en pleno siglo XXI.
La problemática existente no solo es un abuso hacia la mujer sino también a la forma de educar a los hijos puesto que son las mismas madres quienes crían y educan a hombres.
DESARROLLO
Es importante señalar que el Feminicidio, se da por la violencia extrema, ejercida en contra las mujeres y niñas, situación que muchas veces culmina con muertes violentas e incluso en la mayoría de los casos, las víctimas presentan signos de tortura, mutilaciones, quemaduras, ensañamiento, producto de las vejaciones y violencia sexual de las cuales son objeto, inclusive en muchos casos estas se producen después de la muerte, hechos que se dan por razones asociadas al género.
Atrás de los feminicidios se encuentran sentimientos de odio, desprecio y la falta de valor con que se percibe y trata a las mujeres y las niñas, por ello, la conceptualización del feminicidio ha servido para diferenciarla del simple homicidio.
Algunos autores consideran al feminicidio como un neologismo atendiendo a que se entiende como tal a las muertes intencionales y violentas de mujeres y niñas, por su sola condición de género, que surge en un contexto de permisibilidad social, donde regularmente se presenta la impunidad por parte del estado para sancionar estos hechos.
La violencia contra las mujeres y niñas tiene muchas expresiones: la psicológica, la física, la sexual (acoso y abuso sexual) la económica, y se observa en distintos ámbitos públicos y privados: el escolar, en los diferentes servicios que brinda el estado, el comunitario, el laboral y el familiar o doméstico. Estos actos de violencia se dan contra las mujeres y niñas en todas las clases sociales, pero pueden afectar en mayor medida a las que se encuentran en situaciones de vulnerabilidad por su edad, condición física o pertenencia étnica, sobre todo porque disponen de menos recursos materiales y simbólicos para enfrentar tales actos.
Desde hace ya algunas décadas ha quedado manifiesto que para que se pueda erradicar la discriminación y la violencia contra las mujeres y niñas, que impiden el libre goce y ejercicio de los derechos humanos de éstas, es necesario modificar patrones de conducta socioculturales que fomentan y promueven prácticas discriminatorias y violentas, y los Estados tienen responsabilidad en que esto se logre. En este sentido, una de las acciones que debe llevarse a cabo es la promulgación de leyes en favor de las mujeres y niñas, pero, sobre todo, la abolición de leyes y preceptos contenidos en éstas que contravienen los principios básicos de dignidad y respeto a la vida de las mujeres.
La violencia contra las mujeres y las niñas es inevitable, persiste porque se permite, pero puede ser erradicada. El acceso de las mujeres a la justicia y el combate a la impunidad empieza en el sistema de justicia, pero involucra a cada persona y a la sociedad en su conjunto. Tenemos el impulso, el respaldo político para promover y hacer efectiva la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres; y lo más importante: tenemos la convicción y los medios para que las mujeres y las niñas vivan una vida libre de violencia.
Toda forma de violencia contra las mujeres (incluyendo la física, psicológica, sexual, económica, en la vida pública o privada) es una violación a sus derechos humanos.
El concepto de género se refiere a las diferencias socialmente construidas entre mujeres y hombres, que se expresan en las normas, las prácticas sociales y las costumbres de cada sociedad, a partir de las cuales, las diferencias biológicas entre mujeres y hombres se traducen en normas socialmente construidas. Las relaciones de género, reproducidas a través de instituciones y prácticas sociales, están históricamente determinadas y, por lo tanto, pueden ser modificadas.
La violencia contra las mujeres se origina y se reproduce a causa de esa construcción social y cultural; como tal, es una forma de discriminación que impide, limita y obstaculiza a las mujeres el ejercicio de sus derechos.
La violencia contra las mujeres en el ámbito doméstico o familiar es una de las formas más conocida, y está tipificada en la mayoría de los códigos civiles y penales del país.
Generalmente ocurre en el ámbito privado, aunque puede darse fuera de éste y el agresor mantiene una relación familiar, generalmente sentimental, con la mujer maltratada. El hecho de que este tipo de violencia esté tipificada la hace más notoria. No obstante, socialmente es tolerada, en buena medida debido a la ideología patriarcal y los roles de género que hacen que muchas mujeres y muchos hombres consideren que es parte de la relación de pareja. En este contexto, quienes la padecen difícilmente encuentran el apoyo necesario jurídico y legal.
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