ENSAYO SOBRE EL CEREBRO MATERNAL
Enviado por Angie08st • 8 de Abril de 2016 • Ensayo • 1.462 Palabras (6 Páginas) • 266 Visitas
UNIVERSIDAD DEL ATLANTICO
FACULTAD DE CIENCIAS ECONOMICAS
ADMINISTRACION DE EMPRESAS
ENSAYO SOBRE EL CEREBRO MATERNAL
PRESENTADO POR:
ANGIE STEFANY CARVAJAL RUIZ
05/03/2016
INTRODUCCION
El embarazo es una etapa muy importante en la vida de una mujer, cuando esta ya se siente preparada. Es un periodo en la que no sólo el cuerpo de la mujer cambia. Además del ancho de su vientre, del tamaño de sus senos, sus emociones también pueden cambiar en minutos, sintiéndose feliz en un instante para luego sentirse triste, agotada y de mal humor. Esto es lo que consideramos como cambios hormonales.
Luego del embarazo viene lo que muchos consideran el momento crucial de toda madre: el nacimiento del bebe. Los médicos le darán la oportunidad de tocar, oler y besar al bebé nada más nacer. En ese momento están muy unidos biológica y psicológicamente y la madre al ponerlo sobre su pecho segregara hormonas como la prolactina, responsable de la producción de leche, y la oxitocina, la hormona del amor, que hace aflorar sentimientos de ternura.
Por su parte, el bebé dispone de mecanismos innatos que facilitan el vínculo madre-hijo y muestra una clara necesidad de relacionarse: se calma si la madre lo abraza, gira la cabeza al oír su voz, recibe y emite señales. Su comportamiento y su aspecto vulnerable provocan la respuesta que instintivamente está buscando: inspirar una gran ternura para que lo protejan y lo cuiden
A partir de ahora viene un proceso afectivo-psicológico donde la madre e hijo van fortaleciendo ese vínculo y los vuelve psicodependientes.
Pero, ¿Qué pasa si ese vínculo e instinto no lo tiene la madre biológica del bebe sino otra persona?
En este ensayo vamos analizar el desarrollo del cerebro maternal en todo tipo de personas, y como actúa este en ellos.
ENSAYO
Para empezar podríamos preguntarnos, ¿Qué es el cerebro maternal?
El cerebro maternal es la inclinación natural que se personaliza en el modo de amar maternal, producido por el contacto íntimo y diario con él bebe.
Como ya comentábamos anteriormente, en el embarazo, le ocurren cambios tantos hormonales y físicos a la mujer, y debido a todo esto, ellas van formando un lazo afectivo muy fuerte con el bebe aun en su vientre, ya que los circuitos de su cerebro están modificados para reforzarlos hasta el nacimiento. Ya después de aquí, el trato diario con él bebe mantiene a la madre vinculada afectivamente en esa relación.
No simplemente la madre biológica puede desarrollar ese cerebro materno. Cualquier persona que esté en contacto íntimo y diario con un bebe puede hacerlo. Porque si fuese así, ya nos imaginaríamos la cantidad de niños sin hogar que habría si no hubiese padres adoptivos que crearan un lazo mucho más que afectivo y psicológico con ellos.
En la Universidad de Rutgers, en Nueva Jersey, demostraron que si a una rata le ofrecen la posibilidad de hacerse cargo de crías ajenas, que llegan a través de una rampa que puede abrir a voluntad mediante una palanca, el roedor lo presiona repetidamente hasta que su jaula se llena de diminutas ratitas rosadas. Y es que la sola visión de los pequeños y el cuidado de las crías proporcionan placer y ponen en marcha el sistema de recompensa del cerebro.
Después, el vínculo entre la madre adoptiva y las crías se refuerza por el contacto, que promueve la liberación de oxitocina. (Quijada, Agosto 23 de 2014).
En el reino animal, el instinto maternal forma parte del ser de cada hembra y no importa la especie, aunque es cierto que algunas lo desarrollan o lo muestran más que otras. Ese gen actúa de manera natural cuando se relacionan con un cachorro, no importando de quién se trate. El instinto materno arraigado en cada hembra se manifiesta de vez en cuando y para sorpresa de muchos de varias maneras. Ha sido noticia el caso de una hembra hipopótamo captada en el rio Mara en África, un lugar bastante peligroso que cada año cruzan las manadas de ñu, cebras y otra infinidad de especies en busca de tierras cálidas que generalmente son esperadas impacientemente por los cocodrilos que esperan saciar su hambre. Esta mamá hipopótamo observo cómo dos pequeños, una cebra y un ñú respectivamente, estaban en peligro y se sumergió brindándole su espalda como apoyo seguro para que posaran sus patas y cual tabla de surf los traslado a la orilla contraria a fin de que reiniciaran su migración con sus respectivas madres, que los esperaban en la otra orilla del rio desesperadas al escuchar los llamados de auxilio de sus hijos. {1}
Las madres, sean de la especie que sean, fácilmente asumen el papel de sustitutas si los infantes requieren de sus cuidados. El cerebro se vuelve siempre protector, que predispone a la madre a cambiar sus reacciones y sus prioridades en la vida.
Tan fuerte es en las hembras ese instinto que supera cualquier barrera de color, étnica o de especie y en ese momento lo importante para ellas es solo brindar auxilio a quien lo necesita.
Cuando se da el caso de ser la madre biológica, el cerebro maternal se produce con la anidación del embrión en el útero y la sintetización de hormonas en el periodo de gestación.
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