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Ecuador: las dictaduras del 70 moldearon la economía petrolera


Enviado por   •  10 de Diciembre de 2013  •  Examen  •  1.962 Palabras (8 Páginas)  •  454 Visitas

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Ecuador: las dictaduras del 70 moldearon la economía petrolera

Agosto 1972, Quito - Imagen del notable fotógrafo Luis Mejía que dice todo: primer barril de petróleo rumbo al Templete de los Héroes. Simbólico inicio de la era petrolera y del endeudamiento agresivo.

1. El inicio de la era petrolera.-

Cuando José María Velasco Ibarra fue derrocado por un pintoresco golpe de Estado (el carnavalazo), el 16 de febrero de 1972, las FFAA ecuatorianas tomaron las riendas del poder. El reemplazante del dictador renunciado (Velasco ganó en las urnas y gobernó democráticamente entre el 1 de septiembre de 1968 y el 22 de junio de 1970, día en que se proclamó dictador) fue un militar de su confianza: el general Guillermo Rodríguez. El relevo de un peculiar dictador civil -intelectual, austero, demagogo y admirador confeso de Fidel Castro y el Che Guevara- por un militar de ascendencia nacionalista -para nada desafecto del general Augusto Pinochet-, supuso para el país el fin de una era y el inicio de otra. La desaparición histórica del velasquismo implicó dejar atrás aquel Ecuador geográficamente ermitaño, socialmente pobre y rezagado, culturalmente rural, y en lo económico, más próximo a la autarquía que al desarrollo. Con la llegada de Rodriguez Lara (arrastrado por la tendencia regional y los petrodólares que brotaron tras el boom del oro negro), el país empezó a abrirse al desarrollismo con tinte cepalino; se inclinó por una temerosa apertura comercial, blindada, eso sí, con esclusas arancelarias y soportes tributarios, ambas, herramientas naturales de lo que los economistas llamaron desde entonces el "modelo de sustitución de importaciones".

La historia económica nacional tiene ahí todavía un gran agujero negro no resuelto: aún no está bien descifrada ni digerida esta parte crucial de la transición económica, que planteo como pregunta: ¿el golpe de Estado militar fue consecuencia lógica y directa del inicio de la era petrolera advertida por avanzados geólogos ingleses y activos empresarios petroleros estadounidenses, obedeció a la fragilidad del establecimiento político, siendo Velasco su último gran señuelo, o fue el fruto de una acción combinada de ambos factores?

Como quiera que sea el asunto es que, a inicios de 1972, los militares tomaron el Estado y desde ahí trazaron los vectores del desarrollo económico local. Ese giro en el manejo del poder abrió varias esclusas que pronto sacudieron el mapa social, mientras tanto, la macroeconomía se avenía a un escenario desconocido. Rodríguez Lara inauguró la era petrolera (ver foto superior) y el triunvirato militar que luego simplemente le desplazó del poder (enero 76 - agosto 79) danzó con el boom del oro negro cuando éste llegó a su apogeo por el alza de precios en el mercado mundial. Fue la era del brote espumoso de las finanzas públicas y del intenso ajetreo que siempre terminó atacando y debilitando a la moneda nacional. Entre el 72 y el 79, la economía pasó del semifeudalismo rural y el capitalismo provincial que le caracterizaba, al atrofiado capitalismo urbano, estatista, dadivoso y rodeado de algunos claveles industrializantes. Traigamos a tiempo presente algunas imágenes que dominaban el horizonte de esos días para comprender mejor el Ecuador durante las dictaduras de los 70: deficiente servicio y cobertura eléctricas; deplorable sistema de comunicaciones viales; telefonía cara y de uso urbano; ausencia de capital, tecnología y apoyo técnico en el campo (salvo en los poderosos enclaves agroexportadores); abundante analfabetismo y deserción escolar crónica; grotesca y ofensiva distribución de la riqueza social; un Estado pobre y desvencijado al servicio del rico y excluyente poder oligárquico... No me extiendo más para evitar que saquen sus pañuelos.

2. Las mieles del poder petrolero.-

Eran, pues, los días de las vacas gordas, del alegre engordamiento fiscal con cargo a las cuentas petroleras, de las visitas al país de jeques y emires árabes, de los pomposos viajes al exterior del dictador ecuatoriano de turno para defender el poderoso cartel de productores de la OPEP del cual Ecuador ya formaba parte. Por cierto, para ilustrar el ambiente y el entorno de las mieles del poder petrolero de esos días, creo pertinente leerles este pequeño párrafo escrito por un enorme maestro del periodismo mundial, el ya fallecido escritor inglés Anthony Sampson:

"Observaba la llegada de los delegados al Palacio de las Naciones en Argel, en marzo de 1975, sintiéndome tan deslumbrado y perplejo como ante el desenlace de una larga ópera. Bañados por el resplandeciente sol africano, iban apareciendo bajo el arco triunfal con una pompa y fervor que sugerían mas bien un desfile victorioso o una concentración evangelizadora. Penetraban en grupos, frente a la guardia de honor argelina con turbante blanco y capas verdes que jugueteaba inquietamente con sus espadas, mientras los funcionarios a la espera dedicaban a cada grupo una salva de aplausos. El emir de Abu Dhabi, con su impecable barba negra apuntada, pasó con revuelo de deslumbrante vestimenta blanca, acompañado por una partida de embosadas siluetas blancas a las que solamente los zapatos de alto tacón permitían distinguir. El menudo presidente del Ecuador, general (Rodríguez) Lara, luciendo entorchados y medallas, entró a paso vivaz rodeado de sus imponentes ayudantes. (...)" (The Seven Sisters, Anthony Sampson, Hodder and Stoughton, London, 1975)

3. Las cifras que muestran el cambio.-

A inicios de los 70, Ecuador tenía 5,9 millones de habitantes y un PIB que promediaba los 1.000 dólares por persona. El 60,5% de su población era rural y el 39,5% urbana. De manera que, para decirlo en frase abreviada, la política se hacía en las ciudades (sobre todo en Quito y Guayaquil) mientras que la economía fluía por la venas del agro. Esa dicotomía histórica no se zanjó con la llegada de los militares al poder y con el estallido del boom petrolero, en realidad, todo se volvió más complejo desde entonces. El inusual movimiento geográfico de la sociedad fue muy evidente desde 1972 en adelante, cuando el Estado empezó a captar petrodólares a borbotones y fluyó -de arriba hacia abajo, con los cedazos políticos y las cortapisas económicas de rigor- el gasto social, la inversión pública, el consumismo urbano a través de una nueva burocracia

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