Educacion Inicial
Enviado por mariapantoja • 22 de Mayo de 2013 • 1.692 Palabras (7 Páginas) • 320 Visitas
ARTICULACIÓN EDUCACIÓN INICIAL
Y EDUCACIÓN BÁSICA @
La edad preescolar constituye una etapa significativa en la vida del individuo, pues en ella se estructuran las bases fundamentales del desarrollo de la personalidad, se forman y regulan una serie de mecanismos fisiológicos que influyen en el desarrollo físico, la salud y en el grado de integración al medio.
Por otro lado, la entrada del niño a la escuela básica, constituye un momento fundamental de su vida, va a iniciar el proceso de aprendizaje sistemático de los fundamentos de las ciencias, comienza una actividad seria y responsable: el estudio; que durante toda su vida escolar va a constituir la actividad fundamental, y por su cumplimiento, será evaluado por los maestros, padres, compañeritos y por la sociedad en general.
Este hecho refleja la importancia que tiene para el niño obtener éxito, fundamentalmente en el primer grado, eslabón inicial de este proceso, donde se sientan las bases para el futuro aprendizaje y se adquieren hábitos y procedimientos de trabajo que resultarán básicos para toda su labor posterior como escolar.
Al incorporarse a la vida escolar, el niño experimenta una reestructuración psicológica esencial, pero este niño que culmina su 6to. año de vida y comienza en el 1er. grado, mantiene aún, las características psicológicas propias de la edad preescolar, dadas por ser el desarrollo un proceso continuo, pero paulatino y progresivo, requiriendo del niño un tiempo de adaptación a los nuevos cambios en su vida, que puede durar desde los primeros meses hasta incluso todo el año escolar, en dependencia de sus potencialidades individuales, construidas de forma particular bajo la influencia del medio familiar y sociocultural en que se ha formado.
Es por tal razón, que el sistema educativo ha venido abordando mecanismos que facilitan ese proceso de integración del niño que egresa de la educación inicial y se incorpora en la educación básica, precisamente con el fin de estipular la unificación de criterios entre los currículos de ambos niveles para propiciar la adecuada articulación entre uno y otro.
Según el Artículo 15 de la Ley Orgánica de Educación (1980), el sistema educativo se fundamenta en principios de unidad, coordinación, factibilidad, regionalización, flexibilidad e innovación. Y agrega en el Artículo 17, en relación a la Educación Preescolar, lo siguiente: “La educación preescolar constituye la fase previa al nivel de educación básica, con el cual debe integrarse.”
En relación con la Educación Básica, el Reglamento General de la Ley Orgánica de Educación, establece en el Artículo 19, lo siguiente: “La educación básica es el segundo nivel obligatorio del sistema educativo. Constituye el nivel siguiente al de educación pre-escolar y previo al nivel de educación media diversificada y profesional, con los cuales estará articulado curricular y administrativamente.”
Por otra parte, en el currículo de Educación Inicial (2005), el actual paradigma presenta a la educación y al desarrollo humano bajo un enfoque de continuidad, como un proceso integral globalizado que facilita la vinculación de la Educación Inicial con la Educación Básica, con el fin de “darle continuidad y afianzamiento en ésta última a los vínculos afectivos que son la base de la socialización y de la construcción del conocimiento.” (pág, 17)
Esta unidad e integración a la que se hace referencia en la Ley Orgánica de Educación y su Reglamento, el Currículo de Educación Inicial y el Currículo Básico Nacional, no es otra cosa que la articulación que debe existir entre dichos niveles. En este sentido, la praxis pedagógica es la que, enmarcada en estos principios, debe buscar y ejecutar lo que en teoría está expuesto, tanto en la ley, como en los dos currículos.
Por un lado, se pueden observar docentes de Educación Inicial, que por diversas razones, sienten presión de “preparar” a los niños próximos a salir de este nivel, con actividades inadecuadas de lectura, escritura y cálculo, convirtiendo el aula de preescolar en un 1er grado. Y, por otro lado, algunos maestros de 1er. grado, en su manejo pedagógico con los niños, pretenden convertirlos bruscamente en escolares, obviando que constituye un período de tránsito de preescolar a escolar, que ocurre en las condiciones físico-ambientales de una escuela, para lo cual hay que prepararse.
La articulación debe garantizar ante todo un desarrollo progresivo, una continuidad lógica dentro de un proceso educativo debidamente organizado que favorezca el enriquecimiento del desarrollo del niño, expresado en una rápida adaptación a las nuevas condiciones a las que se enfrenta.
Estas nuevas condiciones no son una tarea fácil para el niño, que sólo logrará adaptarse adecuadamente a las mismas e iniciar con éxito un aprendizaje sistemático, si el maestro está conciente de su papel en la articulación entre estos dos niveles, para favorecer la escolarización de los niños y las niñas, evitando, con una influencia educativa inadecuada, las posibles consecuencias negativas que se puede presentar en los educandos al llegar a la escuela primaria.
Las consecuencias negativas para el desarrollo del niño se pueden producir tanto de inmediato, como incluso, mucho tiempo después, presentándose dificultades para adaptarse a la nueva situación escolar, perdiendo interés en las tareas
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