El Alivio Del Dolor, Un Derecho Fundamental De Los Pacientes Con cáncer.
Enviado por zevaz • 9 de Octubre de 2013 • 1.510 Palabras (7 Páginas) • 579 Visitas
El alivio del dolor, un derecho fundamental de los pacientes con cáncer.
En Argentina desde su creación, el INC (Instituto Nacional del Cáncer ) viene trabajando para que las personas puedan obtener alivio del dolor en todas las fases de la enfermedad. El dolor se produce en alrededor de la tercera parte de los pacientes con cáncer. En los casos avanzados, más de las dos terceras partes experimentan dolor, por lo que el alivio de éste y otros síntomas pasa a ser el objetivo principal del tratamiento. Por eso, no resulta extraño que exista un movimiento a nivel mundial para que el acceso a los opioides (medicamentos que alivian el dolor)y el alivio del dolor sean considerados como uno más de los derechos humanos.
Según los expertos, en Argentina el acceso a los opioides es deficiente debido al desconocimiento de los equipos de salud y a las trabas burocráticas para recetar este tipo de analgésicos. Los opioides, por su relación con algunas sustancias ilegales como la heroína, son de circulación controlada por organismos de salud, pero también por el Poder Judicial y la policía. En este sentido, el INC trabaja conjuntamente con la Asociación Argentina de Medicina y Cuidados Paliativos y con la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) para mejorar el acceso a los opioides, desarrollar y actualizar normas de buenas prácticas farmacéuticas, y diseñar y llevar adelante capacitaciones para farmacéuticos.
Por otra parte, durante el año pasado el Instituto Nacional del Cáncer realizó un programa de capacitación en cuidados paliativos para médicos y enfermeros de todo el país, con el objetivo de intervenir en el proceso de formación de recursos humanos de calidad en esta área crítica de la oncología.
El INC es el responsable del desarrollo y la implementación de políticas de salud, así como de la coordinación de acciones integradas para la prevención y el control del cáncer en el país. El principal objetivo del organismo es disminuir la incidencia y mortalidad por cáncer, además de mejorar la calidad de vida de las personas con esta enfermedad.
Refiriéndonos a los cuidados paliativos es la atención de excelencia que abarque no solamente los aspectos físicos y psicosociales, sino también los aspectos espirituales de cualquier enfermedad avanzada para la cual no hay tratamiento curativo. En lo que atañe a enfermedades como el cáncer, deberían ser cuidados continuos desde el mismo momento del diagnóstico. De estas necesidades no se puede ocupar solamente el oncólogo con el tratamiento específico, sino un equipo que está formado, en general, por médicos, enfermeros, trabajadores sociales, psicólogos y terapistas ocupacionales. Hay equipos de distinta naturaleza y aptitudes, pero uno básico está conformado por un médico y un enfermero, con un trabajo interdisciplinario. Es decir, el médico no sólo se va a ocupar de todos los aspectos físicos del paciente, sino también del impacto de estos problemas en él y en su familia.
Cuando ya no hay tratamiento para la cura hay muchas cosas para hacer. Los cuidados paliativos no se proponen ni prolongar ni acortar la vida, sino que la vida tenga su curso “natural”. El objetivo es darle a la persona que está enferma la mejor calidad de vida hasta último momento. Para esto resulta indispensable que la persona esté libre de dolor. Se trata del alivio del dolor y de otros síntomas, como pueden ser las náuseas, los vómitos, el delirio o la angustia, pero además de la ayuda al tránsito en una etapa de la vida que se va acortando y que es importante.
Al hablar del trabajo para controlar el dolor, tomamos en cuenta que el dolor es un tema crucial. Desde los años ‘80 la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó una norma que se llama “La escalera analgésica de la OMS”, que indica el uso de analgésicos antiinflamatorios, de los más simples a los más complejos y potentes, como la morfina. En ciertos países hay una muy buena disponibilidad de opioides, pero existe una mala accesibilidad.
Como barreras para el acceso tenemos varias. Una es el propio desconocimiento de los profesionales. El manejo del dolor lo tendrían que hacer no sólo los especialistas en medicina paliativa, sino todos los médicos. Es importante que el médico entienda que el dolor es aquello que el paciente dice que tiene, sin minimizarlo.
Un buen indicador de la accesibilidad a los fármacos para el tratamiento del dolor es el consumo de morfina per cápita. Argentina es el país de la región con mayor consumo de morfina, con 9,01 miligramos per cápita (lo siguen Uruguay y Chile, con 4,86 y 3,75 miligramos, respectivamente), pero se ubica muy por debajo de los grandes consumidores a nivel mundial, como Canadá y Estados Unidos (73,98 y 66,56 miligramos per cápita, respectivamente).
Los imperativos éticos de los cuidados paliativos, en la atención debe tener en cuenta varios de estos imperativos éticos, como no abandonar al enfermo, aliviar su dolor y cualquier otro síntoma, echando mano a todos los recursos disponibles. También hay que aprender a limitar las exploraciones diagnósticas o los esfuerzos terapéuticos que son considerados inútiles o fútiles de acuerdo con la mejor evidencia disponible. Los profesionales
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