El Aprendizaje En Nuestros días.

En esta era globalizada, donde no existen obstáculos en la comunicación, porque todos los seres humanos del planeta pueden interactuar unos con otros a través de diferentes medios, atravesando las barreras de la distancia sin tener que desplazarse de un lugar a otro; impulsándolos a buscar nuevos conocimientos, experiencias y horizontes para sobrevivir en el medio ambiente que le represente mejor calidad y condición de vida, convirtiéndolos día a día en individuos cada vez más exigentes, entonces nos preguntamos ¿La educación realmente se hace responsable de formar personas íntegras al contexto en el cual estamos viviendo?

La sociedad impone y define a través de la educación las facultades físicas, intelectuales y morales de los individuos convirtiéndolos en entes productivos a su favor olvidándose de desarrollar habilidades que los impulse a compartir ideas, culturas y conocimientos respetando siempre a los demás, procurando la felicidad y el bienestar.

Quisiera recordar un evento ocurrido en una clase de Ciencias Naturales en donde un alumno de séptimo año básico durante la clase de sexualidad preguntó a la profesora sobre un suceso poco normal sobre relaciones sexuales, a lo que la profesora respondió con mucho enojo y repugnancia hacia el alumno. Ella le dijo que esas cosas no se preguntaban y que si volvía a preguntar algo así realmente lo iba a calificar de mala manera en la próxima evaluación.

Considero que la pedagogía es una profesión realmente compleja pero maravillosa. El ser docente lleva consigo una responsabilidad más allá de hacer bien la profesión, existen individuos que dependen de uno y de las herramientas que uno les entrega para que ellos se formen como persona. Es por esta razón, que el tacto pedagógico es primordial (Asensio Aguilera) y nunca nos debemos olvidar que uno más allá de ser transmitidores de conocimiento somos formadores y eso es lo que realmente importa, siendo la sexualidad un tema muy importante en los adolescentes.

Según la teoría de Paulo Freire (1921-1997), con la que me identifico mucho, pensador más influyente en cuestiones educativas del siglo XX, “La educación es lograr que las personas sean felices. Su único propósito debe siempre ser el de alcanzar la igualdad, la transformación y la inclusión de todos los individuos en la sociedad”. Si todos pensáramos de esta manera y actuáramos a favor de nuestra sociedad sin egoísmo ni avaricia, tuviéramos menos hambre en el mundo, porque cada uno buscaría su formación profesional pensando en el bien común.

Es muy lindo idealizar todo lo que nos plantea Paulo Freire pero considero que como futuros docentes siempre hay una forma de llevar a cabo nuestros ideales y para eso quisiera partir argumentando a través de lo que nos expone Humberto Maturana en su texto ¿Qué queremos de la educación?, “la historia humana, y la de los seres vivos en general, sigue el curso de las emociones (en particular de los deseos), no el de los recursos o la tecnología”, es por esta razón que considero que si podemos cumplir nuestros objetivos en el mundo de la educación. El tener

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