El Bullying y el retrato viviente

El Bullying y el retrato viviente

Hola mi nombre es Lucia y hoy quiero contar mi historia y lo que aprendí del Bullying.

Todo empezó un día común en la escuela, el día estaba soleado, todos los niños estaban sudando y mis compañeros molestándome, diciéndome cosas que me hirieran, siempre buscaban una manera para hacerme sentir mal. Empezaban a molestarme desde que una vez se dieron cuenta de que mi madre se habría muerto de SIDA, por lo que nadie me quería tocar y les daba asco a todos en la escuela  hasta a los mismos profesores, así que si quería volver a ir tenía que hacerme exámenes de sangre, pero todo salió bien y volví a la escuela.

Por las noches mi único consuelo era mi tía Débora y mi amor por el arte. Estaba muy sola y no sabía qué hacer, pensaba en irme con mi madre al cielo pero no quería dejar sola a mi tía sola ya que no tenía hijos ni esposo.

Así que ese día soleado buscaba por mi teléfono lugares donde había mucho arte, hasta que al fin encontré el lugar perfecto estaba cerca de mi casa y era un lugar bello, su nombre es: El Museo de Artes de Costa Rica, el único inconveniente era que solo podía ir con una persona mayor de edad y no quería a mi tía ya que estaba muy estresada así que mi plan fue quedarme en el Museo hasta que no hubiera nadie y cerraran el Museo, me ingenié una idea para que mi tía no se diera cuenta que no estaba en mi habitación , le dije que me iba a quedar a dormir donde una nueva compañera que no conocía. Y así fue todos los días que me sentí triste y sola me iba al Museo por la noche cuando se iban todos y cerraban el Museo cuando una noche veía fijamente una pintura que me llamaba mucha la atención, tenía forma de una cara, tenía muchos colores que reflejaba cada sentimiento cuando de repente un pedazo de pintura se despegó en forma de un cuerpo humano, ese pedazo de pintura se acercó hacia mi cara y me dijo: “¿Quieres conocer mi mundo?”, y sin poder hablar ni decir nada moví la cabeza hacia arriba  y hacia abajo, me tomó del brazo y me transportó hacia su mundo, habían pinturas de muchos artistas famosos y le dije a la pintura: “¿Qué hago aquí?”, la pintura me vio y me dijo: “tu estas aquí para resolver este problema” cual problema contesté y luego ella señaló con su dedo hacia al frente, y lo único que vi fue que muchas pinturas se estaban molestando unas a otras, se golpeaban y muchas otras cosas más, cuando  me voltee a ver si la pintura de la cara estaba detrás mío, no estaba nadie, estaba sola en una guerra con pinturas golpeándose e insultándose por todos lados. Lo único que quería era salir de ese lugar, así que grite: “déjame salir de aquí” y aparecí en el mismo lugar donde estaba viendo la pintura así que me fui inmediatamente a mi casa y entre a mi cuarto sin que se diera cuenta mi tía.

Al día siguiente en las clases de matemáticas me puse hacer un dibujo de lo que paso ayer para meterlo a mi diario, luego vi a mi profesora frente a mí y ella dijo: “¿Qué se supone que haces?”, nada, no hago nada le respondí, cuando mi compañero de atrás, me arrebató el diario y se lo dió a la profesora, estaba muy molesta así que empuje a la profesora, tomé mi diario y me fuí corriendo, detrás de mí solo escuchaba a mis compañeros insultándome: “loca, estás loca”. Luego me quedé debajo de un árbol durante tres horas para pensar que podía hacer, estaba cansada de las burlas de mis compañeros, después de esas tres horas me fui hacia mi casa, cuando entre vi a mi tía preocupada y me dijo: “¿Que pasa Lucia?, donde está tu cabeza que no piensas, ¿Por qué empujaste a tu profesora?”, y nerviosa le conteste: “No sé, no quiero volver a la escuela” y me fuí de mi casa hacia el museo mientras la policía y mi tía me buscaban.

...