El Corazón Desamor

En la actualidad, debido al estrés que se ha integrado a la sociedad como una enfermedad creciente, como consecuencia de una rápida expansión de trabajo en menor tiempo y las pésimas opciones en dietas, muchas personas son expuestas a enfermedades crónicas de tipo cardiovasculares y Diabetes Mellitus, ubicando el primero en la causa número uno de muerte en el mundo. Debido a los factores implicados, estos pacientes han sido estudiados extensivamente, llegando así a la conclusión de que muchos de ellos recaen y mueren con un factor emocional negativo en su contra.

En cuanto a pacientes con afecciones cardiovasculares, estos tenderán a mostrar rasgos particulares tras un episodio cardiovascular, como ansiedad, depresión, estrés y patrones de conducta tipo A (afán excesivo por lograr metas establecidas por el propio individuo, alto grado de competitividad, entre otros). La evolución del paciente dependerá mucho de la condición psicológica del paciente desde antes de episodio y de la gravedad de la enfermedad.

Un ejemplo es el caso del infarto coronario, que tiene una probabilidad de reincidencia del 50%. En este caso los pacientes suelen presentar alteraciones psicológicas durante su ingreso y estadía hospitalaria, como miedo a que reincida el infarto, ansiedad e incertidumbre, y son emociones que deben ser tratadas para evitar mayores complicaciones. Aunque el paciente se vaya reincorporando poco a poco, aún tendrá miedo de realizar actividades como hacer ejercicios, correr, incluso al tener relaciones sexuales. Si a esto le agregamos una actitud sobreprotectora por parte de la familia, tendríamos como consecuencia a un paciente con tendencia a irritabilidad y a la depresión, lo que podría complicar las recomendaciones médicas.

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