El Drama Del Niño Dotado

UNIVERSIDAD DEL DESARROLLO EMPRESARIAL Y PEDAGÓGICO

Profesor: Alejandra Barahona

Alumno: Luis Antonio Canseco abarca

Psicología Clínica

Tema: El drama del niño dotado.

Ensayo: El drama del niño dotado.

Alice Miller estudió filosofía, psicología y sociología en Basilea. Tras el doctorado, se formó en Zúrich como psicoanalista, profesión que ejerció durante veinte años, antes de sacar a la luz en Alemania, en 1979, su ensayo el drama del niño dotado (Ensayo 36 y Fábula 289), obra que enseguida se convirtió en un éxito mundial y gracias a la cual muchas personas fueron capaces de sentir y experimentar que eran diferentes a aquello que sus padres o educadores habían «programado» para ellas. Desde entonces se ha dedicado intensamente a la investigación del maltrato en la infancia y ha publicado libros fundamentales sobre el tema, como el saber proscrito, la llave perdida, por tu propio bien y el cuerpo nunca miente. Ha recibido numerosos galardones, entre otros, el Premio Janusz-Korczak 1986. (http://www.tusquetseditores.com/autor/alice-miller).

Esta autora nos retrata en su libro “El drama del niño dotado” una amplia notación sobre los traumas en la infancia y la consecuencia que se tiene en la vida adulta, por haber tenido una vida dura en el transcurso del desarrollo y del aprendizaje. Alice Miller nos dice:

«La experiencia nos enseña que, en la lucha contra las enfermedades psíquicas, sólo disponemos, a la larga, de una sola arma: encontrar emocionalmente la verdad de la historia única y singular de nuestra infancia».

Diversos problemas atañen en el crecimiento y el aprendizaje, esta pérdida de identidad de la cual nos habla y haciendo mención que ella misma padecía de este complejo. Se comienza una indagación en la búsqueda de los orígenes y los motivos que lo ocasionan, nos dice que no solo ella sino que muchas personas, desde pequeñas, manifiestan esa represión en sus necesidades afectivas, sus sentimientos mas íntimos, sus emociones, su coraje, su miedo, su ira, su dolor, y solo con un fin, adquirir el cariño, atención y afecto de sus padres. Ante esta falta de demostración de atención por parte de los papas, es muy común que los niños o el individuo en desarrollo, adopta mecanismos de defensa que lo van acompañando en toda su etapa de crecimiento, resultando con esto una negación en la necesidad de estas carencias, dando como resultado que al entrar a la pubertad, es vivir una adolescencia con conductas rebeldes y comportamientos anárquicos; debido a este rechazo. Frases como “no me importa” o “me da lo mismo, si me quieren o no” es cuando plenamente se demuestra la afectación a este complejo, pues esto ya es un medio para llamar la atención y lograr la aceptación por parte de sus padres. Toda esta carga emocional que recibe el menor son muestra de un contexto familiar y de formación realmente duro y difícil, contribuyendo a esto la indiferencia por parte de los padres, su desapego o bien su falta de conocimientos y recursos autoritarios para educar, impactando de primera cuenta en su autoestima y siendo un reflejo de sus propias frustraciones, fracasos y realizaciones no conseguidas por parte de ellos que quisieran ver logradas a través de sus hijos.

Debido a estas exigencias inconscientes por parte de los padres da como resultado que sus hijos adopten personalidades de pequeños adultos, tomando responsabilidades que aun no les competen adoptar. Por ende sus verdaderas emociones comienzan a ser enterradas y reprimen sus verdaderos celos, ira, envidia, etc. Y se vuelven expertos en escindir sus propios sentimientos. Estos niños ya no exteriorizan ni berrinches, ni exigencias, ni mimos, se vuelven en cierta parte sensibles para no demandar a sus padres sus propias necesidades, por lo tanto los padres no notaran ni llenaran sus necesidades se vuelven un objeto de cuestiones narcisistas por parte de sus padres. Todo este traspaso de personalidad fallida que se lega al menor conduce a que este busque medios alternativos de aceptación con otras personas, busca sus necesidades en otra parte, buscando esa parte de reconocimiento por parte de alguien más para que crea en el, aquí es donde comienza esa habilidad que desarrollan individuos con esta afectación, este “complejo de querer ser psicoanalista” produce querer saber lo que pasa en la mente de las personas que interactúan con él, para de nueva cuenta saber si está bien lo que hace y desempeña bien su papel como persona.

Este cambio de asumir un carácter impuesto por los padres hace que el individuo comience a tener secuelas de querer recuperar esa identidad perdida y es cuando su carácter comienza querer salir mediante actitudes de protesta por fingir ser lo que no es para lograr esa aceptación, por lo cual las personas que lo rodean comienzas a notar esos cambios graduales pero a la vez radicales y los padres comienzan a tomar medidas de corrección y castigo lo cual hacen que se agrave mas el entorno, muchas veces este no contribuye pues debido al desconocimiento de este patrón toman también actitudes de defensa y corrección menospreciando muchas veces el carácter del adolecente, esto conllevara a que tome aun más el pensamiento de rechazo e imposición y que ya no es aceptado como es, se eleva esa carga emocional, ya que toma estas críticas como actos de hostilidad hacia su persona y se le siembra la duda de su comportamiento haciendo un constante flagelo a su actitud de si es correcta o no, y comienza la verdadera crisis de identidad, aceptación y autoestima que desatan un peor comportamiento como depresión o ira contenida.

Cuando esto se arraiga ya en la personalidad del adolecente se crea un circulo vicioso, pues su verdadero YO intenta ser recuperado pero debido a esa sumisión que tiene que adoptar por la aceptación social tomara esa actitud de defensa representando ira y hostilidad. El individuo cuando se encuentre en un ambiente donde le sea grato y cómodo ira sacando esa parte muy suya donde ira consiguiendo su verdadera libertad de expresión, mas sin embargo caerá al principio de su actitud si resiente de nueva cuenta alguna critica u imposición, creando con esto una repetición a su forma y se hará haciendo más compulsiva, esto lo orillara a múltiples fracasos, alejando las ganas de intentar u sobresalir, reforzando el problema.

Este constante fingir por tratar de recuperar su identidad, y su YO interno hará momentos muy tormentosos en el proceso del adolecente, se encerrara y se esconderá en su mundo, por ser el perfecto reflejo en el espejo de los demás, tratando de evadir cualquier muestra sentimental que salga de él con la finalidad de no ser herido y no permitir que le hagan daño, gracias esto va

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