El Elogio De La Madrastra Ensayo
Enviado por cristiroa • 29 de Abril de 2015 • 1.544 Palabras (7 Páginas) • 792 Visitas
El Elogio De La Madrastra
Introducción
En este ensayo se presenta la historia y el análisis del libro titulado “El elogio de la madrastra”, novela que te envuelve en una historia llamativa la perversión e inocencia de un niño y la erótica relación de su padre y su madrastra narrada con historias al comienzo de cada capítulo narrando a cada momento la belleza de su relación tan llena de erotismo y fantasías sexuales. Un buen libro de Mario Vargas Llosa que en un momento vamos a analizar redactándolo, sobre la relación de estos personajes involucrados: Lucrecia la madrastra, don Rigoberto el padre, Alfonso (fonchito) el niño y Justiniana la sirvienta.
Desarrollo
“¡Feliz cumpleaños, madrastra!”
“No tengo plata para regalarte nada pero estudiaré mucho, me sacaré el primer puesto y ése será mi regalo. Eres la más buena y la más linda y yo me sueño todas las noches contigo.
¡Feliz cumpleaños otra vez!” «Alfonso»
Así comienza la novela, era el cumpleaños 40 de Lucrecia y encontró encima de su almohada esa nota. Que había sida escrita por Fonchito el hijo de Rigoberto, que al casarse, Lucrecia se convierte en la madrastra de Fonchito. La madrastra estaba emocionada por la nota y va y busca al niño que lo encuentra leyendo se acerca y lo besa en la frente y en la mejilla el niño feliz Fonchito era un niño lindo parecido a un ángel, con carita tierna y ojos azules parecido a un muñeco. Al parecer sin perversión el niño la besa en el oído y en toda su cara y descuidadamente roso sus labios y ella sintió que se excitaba pero confundida y quitándose eso de la mente ella salió de la habitación dándole las buenas noches al niño. Es tan rápido como el libro comienza a plasmar la parte erótica de los personajes ya que esta noche al regresar ella del cuarto del niño al cuarto en donde se encontraba su marido se da cuenta de que estaba encendida y no era fiebre algo raro que no comprendía, le había pasado con el niño. Entra en la habitación y ve a su marido desnudo recostado en la cama de espaldas y el la toco y tuvieron su encuentro que se plasma en una historia fantasiosa para don Rigoberto.
La relación de Rigoberto con Lucrecia era bastante buena en esos momentos tenían amor, pasión, erotismo y fantasías.
Rigoberto era un hombre de cincuenta años de edad, al que le gustaba mucho la limpieza y la higiene, en el libro menciona lo siguiente:
“... tuvo la ocurrencia de ir transformando lo que para el común de los mortales era una rutina que ejecutaban con inconsciencia de máquinas – cepillarse los dientes, enjuagarse, etc.- en un quehacer refinado que, aunque fuera por un tiempo fugaz, hacía de él un ser perfecto… Tenía la semana distribuida en órganos y miembros: lunes, manos, martes, pies, miércoles, orejas, jueves, nariz, viernes, cabellos, sábado, ojos y domingo, piel”.
Para el, Lucrecia era como su diosa. Lucrecia con la edad de 40 años lucia bien físicamente tenía todo en su lugar y firme de piel blanca. Rigoberto y Lucrecia todas las noches tenían sexo y fantasías eróticas que a los dos hacían sentirse plenos y felices además de la buena relación que tenían.
A Lucrecia le parecía que el niño la quería más y que ya se lo había ganado, el día que le mostro sus buenas calificaciones ella lo felicito y lo abrazo y fue allí cuando ella se sintió aun mas atraída por el niño le parecía que se excitaba cada que la besaba tan sutilmente y tan inocente pero a la ves el niño no lo tomaba así era pervertido aunque en su mirada de ángel y su tierna carita lo desconformaban menciona en el libro esta frase:
“… porque cuando lo veía pequeñín, arrodillado en el suelo, contemplándola como si su madrastra acabara de bajar del Paraíso, o cuando sus bracitos y su cuerpo frágil se soldaban a ella… doña Lucrecia no podía impedir que le sobresaltara a veces un ramalazo de excitación, una vaharada de deseo…”
El niño espiaba a Lucrecia cuando se bañaba, Justiniana la sirvienta lo cacho y esta se lo dijo a la señora Lucrecia y le comento que Fonchito estaba enamorado de ella pero Lucrecia no dijo más nada, solo se sobresaltó y se molestó pero al saber que el la veía todos los
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