El Libro De Mierda Que Te Hacen Leer En séptimo-octavo básico Sobre La Historia De Un Amor Imposible Y Del Que Luego Te Hacen Preguntas De Mierda -nómbreme Las Características físicas Y Sicológicas De Francisca/nómbreme Las Características física
Enviado por pssssss • 8 de Mayo de 2014 • 617 Palabras (3 Páginas) • 483 Visitas
El libro de mierda que te hacen leer en séptimo-octavo básico sobre la historia de un amor imposible y del que luego te hacen preguntas de mierda -nómbreme las características físicas y sicológicas de Francisca/nómbreme las características físicas y sicológicas de Álex- se publicó en 1988 y se ha seguido reeditando TODOS LOS AÑOS hasta éste, el año del fin del mundo. La pesadilla fue escrita por José Luis Rosasco -hombre del Sí, artista de Pinochet, escritor de otras pesadillas escolares como “¿Dónde estás Constanza?”- y éstos son sus párrafos más terribles:
El horror francés
“Ahí estaban a la espera la pequeña y negra locomotora a carbón y sus dos o tres carros azules, antiquísimos, desvencijados, venidos algún día directamente de la “Bell epoque” a traquetear aquí, en la costa de Finis Terrae con sus coloridas ventanucas de Vitreaux, sus farolitos acampanados y el cielo de semiboveda ribeteando una reiterada flor de liz”.
Y pensar que mis compañeros se calentaban con esta parte:
“Mal vestida pero con buen cuerpo: Lo último que me llamó la atención de la muchacha fueron su vestimenta y su cuerpo. Llevaba una camiseta de algodón, sin mangas, gruesa desteñida; una prenda similar a las que yo habia visto en muchos pescadores de la zona. Sus brazos eran largos, fuertes y bronceados, apoyaba uno sobre el borde de la embarcación y el otro de sus rodillas. Como iba en esa suerte de banquillo alto y triangular que remata en la proa, pude tambien distinguir el corto pantalon de mezclilla del que nacian sus muslos firmes y torneados. En el cuerpo de la muchacha habia una consistencia vigorosa, que adverti no solo en sus brazos y piernas sino, a la vez, en todo su talante, en su postura, en el asentamiento de la cabeza, en sus pechos que insinuaban en la camiseta dos anchas combas levantiscas”.
El horror de lo seudo coloquial
“Las tenemos apunto a estas hermanitas, hombre, cortemosla con tu pesquisa andariega, pongámonos sedentarios. Mira que nadie puede atracar el bote con tanto movimiento”.
Guácala
“Mi madre habia preparado una paella a la chilena que estaba para desollarse los dedos”.
El horror de lo seudo coloquial II
“Perdóname, pero ahora me explico que te haya rayado el coco, y creeme que solo por respeto a nuestra antigua amistad no me le echo encima. ¡Ay, ay, ay! ¡Mírala cómo baila!”
Rosasco venciendo la lucha de clases
“Pero Marion no atinaría a explicarse que yo la hubiera abandonado por una muchacha proveniente de una caleta de pescadores, y que, ademas, confesaba trabajar en un circo. ¡En un circo!”
Rosasco modalidad frase célebre
“Nadie escoge su amor, nadie el momento, ni el sitio, ni la edad, ni la
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