El Precio De La Libertad
Enviado por • 12 de Junio de 2013 • 899 Palabras (4 Páginas) • 323 Visitas
En algún momento de nuestro paso por la vida, todos hemos sufrido la dolorosa situación de ser engañados; y sin quizás tener la culpa, hemos tenido que enfrentar las consecuencias que de por si conlleva este mal. Lo peor es que en muchos casos las personas preferimos vivir engañados por alguien o por algo, por miedo a perder beneficios o a perder la persona misma, que descubrir cual es la verdad del asunto, y dejar atrás toda una vida de engaños.
El ser humano, por su naturaleza, busca siempre obtener la felicidad, a veces sin importar la manera como se consiga dicho objetivo fundamental de la raza pensante; Tendemos a engañar a otras personas, con el fin de conseguir placeres y beneficios que nos permitan lograr la felicidad; Pero, ¿Realmente es feliz una persona que sabe que esta engañando otra persona o una sociedad, simplemente por el deseo de “ser feliz” y vivir una vida llena de placeres y bondades? Es una pregunta que todos debemos hacernos antes de pensar en cometer el descaro de engañar a otros.
También se presenta la situación de que muchas veces, preferimos vivir engañados y atados a lo que diga el otro, por tener miedo a las consecuencias que generaría el descubrimiento de la realidad. Muchas personas dicen ser felices aun sabiendo que son engañados, y prefieren vivir la vida con esa venda en los ojos; Cuando un ser humano esta acostumbrado a una persona o una situación, se le hace bien difícil desatarse y tomar decisiones que cambien totalmente el rumbo de su vida. Pero, has pensado, ¿Qué consecuencias podrían se peores? ¿Vivir una vida libre de engaños? O ¿Vivir una vida engañada?
El divorcio, por ejemplo, es una situación que se presenta como consecuencia de vivir siendo engañados por otra persona. Muchas veces sabemos que esa persona nos esta engañando y sufrimos desconsoladamente porque queremos a dicha persona, pero preferimos no decir nada y vivir sabiendo la verdad oculta por miedo a perderlo o porque nos da un beneficio económico que por nosotros mismos no podríamos obtener.
Muchas personas llegan a concluir que en situaciones como estas la opción mas favorable es el suicido; prefieren perder su vida antes que perder esa otra persona, pero la realidad es que nadie es imprescindible, todo cambia, todo fluye, todo es un constante devenir; así que esta no es la mejor decisión que puede tomar un ser humano por las propias consecuencias que trae.
Cada uno de nosotros vamos por el mundo atado a muchas cosas que nos quitan la libertad. Vivimos creyendo en cosas que “no podemos hacer” simplemente porque probamos y no pudimos. Nos fijamos en la conciencia la frase “No puedo… y nunca podré”. Y andamos por ahí con ese mensaje que nos hemos impuesto nosotros mismos y nunca más volvemos a intentar. La única manera de saber, es intentarlo de nuevo, poniendo todo tu corazón.
Debemos
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