El Que Cae Se Levanta? No Se Levanta

El que cae, ¿no se levanta?

“…El que cae, ¿no se levanta? El que se desvía, ¿no vuelve al camino? Jeremías 8.4

Cuando a uno le ocurre una situación repentina y desagradable, ¿no trata de corregirla de inmediato?, ¿no se pone a pensar y busca la manera de hallar una salida que le permita retomar y corregir el rumbo adecuadamente?, y cuando uno cae, ¿no trata de levantarse? Ya que no hay razón para que se continúe en el suelo después de una caída, o si se desvió, no vuelva al camino.

Y esa corrección inmediata que hacemos cuando algo nos ocurre, es la misma corrección que Dios nos pide que hagamos en nuestra vida. Esa misma reacción rápida que se tiene cuando uno cae o se desvía, es la misma reacción que Dios quiere que tengamos para volver a su camino.

Pero porque tal vez se ha vivido mucho tiempo alejado de El, se piensa que uno no será bien recibido, o se cree que no será posible que se pueda retomar una relación, que por decisión propia estuvo por alto tiempo frío y distante.

No debemos dejar que nada ni nadie nos separe de su amor. No debemos dejar que las circunstancia ni las situaciones que vivimos en el mundo, puedan ser el motivo para que El no este en nuestra vida.

No hay que permanecer ajeno a todo lo que Dios nos ofrece, y que hará que se pueda vivir una vida en la que podamos ir de bendición en bendición y de victoria en victoria.

Solo El maneja nuestros tiempos. Solo Él tiene el control de todo lo que nos ocurre, es por eso que cuando se vive cumpliendo su palabra, vendrán las bendiciones, y para que el vive alejado de El, le vendrá la cosecha de lo que sembró, es por eso que si existe la ausencia de Dios en nuestra vida, quedamos desprotegidos, y al no tenerlo como escudo, como protección y como fortaleza, dejamos puertas abiertas que permitirán que a nuestra vida ingrese a lo que no debe.

Nunca es tarde para retomar una relación con el Dios que nos creo, y hacer que cada día, dependamos mas de su palabra.

El vivir una relación con el Padre, no depende de cuan instruida o no una persona pueda ser, o cuan poderoso o no se pueda estar.

Busquemos tener una relación con El, que haga que cuando caigamos podamos decir, yo no me levante, sino El me levanto. Tengamos una relación que haga que cuando nos desviemos podamos decir, yo no fui quien tuve que buscar el rumbo, sino fue El quien me trajo nuevamente al camino, y a cada instante podamos decir, esto lo pude hacer, gracias a mi Dios, al Dios al que yo sigo.

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