El Triángulo Del Drama

EL TRIÁNGULO DEL DRAMA

Pareciera que la mejor fórmula para vivir en sufrimiento es la del Triángulo del Drama, o dinámica tóxica de las relaciones intra e interpersonales.

El Análisis Transaccional nos ofrece esta genial perspectiva de cómo podemos estar relacionándonos con nosotros mismos y con los demás, de manera dolorosa y estéril, a pesar de nuestras buenas intenciones.

Un ejemplo clásico de una triangulación dramática es el de la mujer maltratada (la víctima que pide auxilio) por su pareja (el victimario que ataca a quien culpa) que acude a una amiga (la salvadora que intenta salvar a la víctima) en busca de amparo y solución a su condición de maltrato.

Como víctima, la mujer maltratada busca un salvador, quien la aconseja a ponerse fuera del alcance de su victimario. Sin embargo, en un momento dado del proceso, justo cuando parece haber salido de su condición de “víctima”, los roles se intercambian: la mujer se arrepiente y pasa a defender a su pareja, quedando la amiga como victimaria y su pareja como víctima.

Esta dinámica agotadora y nociva se activa casi crónica e inconscientemente tanto en nuestro diario relacionarnos con los demás, como interiormente. La depresión y la angustia evidencian la existencia de dicho triángulo en nuestro interior, relacionadas con la culpa, el resentimiento y la impotencia.

Caer en este triángulo es casi inevitable, de hecho, los profesionales que desarrollamos una actividad de orientación, sanación, protección, solemos estar en el borde de lo tóxico, a pesar de nuestras buenas intenciones.

Al hablar de víctimas no necesariamente se trata de situaciones reales como lo son ser objeto de un acto delictivo, un abuso de autoridad, una guerra, etc.; sino de un estilo de vida constante, un mapa mental desde una posición de desgaste por enganche a los roles y dinámica del triángulo.

La solución o vía de salida del triángulo implica darse cuenta del cómo la persona se alimenta su dinámica de sufrimiento y cambiar las pautas de pensamiento y comportamiento desde una posición adulta y responsable, evitando caer en la fuerza gravitacional de esta dinámica, la cual está presente en la sociedad, incluyendo canciones, películas y expresiones humanas cotidianas.

...