El Varon Domado

Como vemos, la postura de Esther Vilar es desde un principio ética. No hay discursos, ni reivindicaciones. No cierra las puertas ostentando una postura extrema. Simplemente se trata de aportar un entendimiento, un rapto de lucidez, siempre necesario, para que quién esté por fuera de las personas comentadas pueda continuar sin responder a los estereotipos.

De entrada, Esther Vilar nos habla de la felicidad de los esclavos, y básicamente nos muestra en un ejemplo como el orgullo del hombre pasa por serle útil a alguna mujer. A partir de este orgullo simétrico en un todo al orgullo de la clase media en el saber comprar con rebajas, Esther Vilar responde a la pregunta: ¿Por qué un hombre se enorgullecería de ser una herramienta útil para alguna mujer? Esta pregunta es la clave de El varón domado. Porque es el punto euclidiano que le permitirá articular, la contrapartida de este orgullo masculino que es la manipulación por parte de la mujer, o más bien la pregunta por tal manipulación: ¿Qué orgullo puede encontrar una mujer en manipular a un hombre? Recordemos que, como decíamos al principio, y en el post anterior, el tema de Esther Vilar en el Varón Domado, tiene por eje el ejercicio de dominio.

Por eso, Esther Vilar se interroga, "el varón busca siempre alguien o algo a que poder esclavizarse, pues sólo se siente cobijado si es esclavo, pero ¿quién o qué es la mujer para que el varón, que le debe precisamente esta vida deshonrosa y la explotación en toda regla a que está sometido, se esclavice a ella y se sienta cobijado precisamente por ella?"

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