El desarrollo de estrategias con el fin de reducir el acoso escolar, los estudiantes de 2 ° año sección “B” de Educación Media General de la U. E Colegio Privado “Cecilio Acosta”

A partir de las múltiples investigaciones realizadas en Europa, iniciadas por Dan Olweus en 1973 y por las realizadas en Estados Unidos, se conoce que un elevado numero de estudiantes son insultados esporádicamente, son excluidos socialmente o ignorados, reciben agresiones físicas frecuentes, padecen de alguna agresión sexual, o les han robado alguna de sus pertenencias (Ortega, 2000). Sin Embargo, tal como opina Craig (2000), a los profesores, exceptuando las agresiones físicas directas, no les e nada fácil identificar los episodios de maltrato emocional o de exclusión social. Establece que la incidencia de estos actos de maltrato no implican agresión física directa, son mas numerosos a los que los profesores descubren o piensan que existen.

Es por ello que es absolutamente necesario estar alerta ante la importancia de estos hechos y conocer la naturaleza del fenómeno del maltrato del sistema educativo; conociendo por ellos mismos los sentimientos que le generan estas situaciones y de que manera las manejan. Este fenómeno de acoso escolar, del cual hablamos se denomina “bullying”, este hace alusión a la exposición reiterada de acciones negativas, tales como golpes, ofensas, persecuciones por diversos medios (internet, llamadas telefónicas o a celulares, entre otros). Esto dado, porque es “un fenómeno de violencia interpersonal injustificada que ejerce una persona o grupo contra sus semejantes y que tiene efectos de victimización en quien lo recibe. Se trata estructuralmente de un abuso de poder entre iguales” (Ortega, 2004).

En este orden de ideas, Olweus (1973) ha matizado las acciones negativas en varias ocasiones, por ejemplo, en la definición de Bullying que presenta en su cuestionario modificado señalando que hace referencia a decir cosas desagradables, poner motes, ignorar, excluir, golpear, amenazar, entre otros. En cambio, independientemente de las formas de agresión que se utilicen, las características que según Olweus definen el Bullying son tres: intencionalidad, persistencia en el tiempo y abuso de poder.

Tal y como se evidencia se trata de utilizar una posición de poder como individuo o grupalmente para abusar de otro/a más débil (o física, social y/o psicológicamente) de forma recurrente e intencional, proceso que acarrea victimización psicológica y rechazo social en quienes lo sufren. Se trata de conculcar los mínimos derechos democráticos que cualquier ser humano tiene a no ser maltratado ni abusado en lo más profundo de su dignidad. Todo ello en público y con el silencio cómplice de quienes lo contemplan.

Por tal motivo, las causas de esta violencia son múltiples y no podemos atribuir su origen propiamente al sistema escolar; pero hay que resaltar la paradoja de que mientras, por una parte estas actitudes reflejan una rebeldía que caracteriza a los jóvenes, por otra reproducen inconscientemente ciertos “valores” de esta misma sociedad que los jóvenes rechazan, son los valores de una sociedad que privilegia la ley del más fuerte, donde el diálogo no existe: los valores de una sociedad que no soluciona los problemas con la negociación y el pacto, sino con posturas intransigentes o bombardeos “humanitarios”.

Actualmente en nuestro país, según un reportaje especial reveló que una de las causas del abandono escolar en la educación venezolana es la violencia y el acoso (bullying) del cual son víctimas algunos estudiantes.

El año pasado se registró un caso diario de bullying en el país. En un estudio al respecto que hizo el Centro Gumillas en Caracas, se pudo conocer que 1 de cada 3 niños encuestado ha sido víctima de discriminación o violencia en su entorno escolar. Asimismo, según este estudio, el 88% de los alumnos entrevistados ha presenciado agresiones verbales y 79% ha presenciado agresiones físicas. También se informó que en algunas instituciones educativas del país se exige que los alumnos lleven bolsos transparentes, con la finalidad de visualizar su contenido y verificar que no ingresen armas, drogas o alcohol al plantel.

Sin embargo, los alumnos no son los únicos expuestos a esta situación, también los maestros son amedrentados y amenazados por algunos estudiantes. Al respecto, la Federación Venezolana de Maestros manifestó que durante el último trimestre del año 2011, se contabilizaron 65 casos de profesores agredidos dentro de los colegios. “Reciben amenazas de muerte en el aula de clases, hemos tenido que solicitar el traslado de un docente de la zona porque su vida corre peligro”, denunció el presidente de la Federación de Maestros, Alejandro Alzuru.

Por otra parte, en nuestro estado Apure para conmemorar el Día Mundial de la Salud Mental, la coordinación regional de Salud Mental de Insalud- Apure organizó la II Jornada de Salud Mental en la que participaron diferentes ponentes, quienes abordando los temas: Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) y Bullying (Acoso Escolar). Con respecto al Bullying, Mirabal y González (2013) expusieron, las implicaciones y alcances de este tipo de abuso que puede llegar a afectar psicológica, física, y emocionalmente, cuya área de ocurrencia es el ambiente escolar en donde un acosador, que en la mayoría de los casos, suele tener alguna superioridad sobre el acosado como, mayoría de edad, más corpulencia, entre otras ventajas que utilizan para dañarlo, y que en los casos más graves puede inducirlo a la muerte a través de sus agresiones, o al suicidio.

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